Cámara aprueba formalmente apertura de juicio político contra Trump

La Cámara de Representantes de EE. UU., de mayoría demócrata, aprobó este jueves una resolución que formaliza el proceso para abrir un juicio político contra el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, al permitir audiencias públicas y dar más poder a los republicanos en la investigación contra el mandatario.
Por 232 votos a favor y 196 en contra, la Cámara Baja sacó adelante un texto que marca una hoja de ruta, aunque no un calendario, para continuar con una investigación que hasta ahora se ha desarrollado a puerta cerrada y bajo reglas marcadas por la mayoría demócrata.
Trump denuncia la «mayor caza de brujas» de la historia de EE. UU. tras voto de la Cámara de Representantes. «Esto es injusto, inconstitucional y fundamentalmente antiestadounidense», afirmó la Casa Blanca en una declaración, en la que acusó a los demócratas de la oposición de tener una «obsesión desquiciada con esta destitución ilegítima». «Los demócratas eligen cada día perder el tiempo en un juicio político falso, un intento descaradamente partidista de destruir al presidente», señaló un comunicado de la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Stephanie Grisham. Esto es injusto, inconstitucional y fundamentalmente antiestadounidense. La resolución autoriza al Comité de Inteligencia a hacer públicas sus audiencias y elaborar un informe para que el Comité Judicial decida si redacta artículos para un juicio político contra Trump, que se desarrollaría en el Senado, donde los republicanos tienen una estrecha mayoría. Gracias a ese texto, «los estadounidenses podrán comprender en directo cómo el presidente abusó de sus poderes», trinó antes la jefa de los demócratas en el Congreso, Nancy Pelosi.
Sin embargo, los republicanos insistieron en que el proceso establecido favorece a los intereses de los demócratas y por eso ninguno de ellos votó a favor de la medida, mientras que dos miembros de la bancada progresista se pronunciaron en contra de ella. El 24 de septiembre, Pelosi anunció la decisión de su partido de tomar la peligrosa vía del juicio político, tras conocerse información sobre una polémica llamada telefónica entre Trump y su homólogo ucraniano, Volodimir Zelenski, en la que el mandatario estadounidense pidió a su interlocutor investigar a su rival demócrata Joe Biden y a su hijo Hunter, por sus negocios en Ucrania. Los estadounidenses podrán comprender en directo cómo el presidente abusó de sus poderes». Por esta conversación, hecha pública tras la aparición de un denunciante, los demócratas acusan a Trump de haber abusado de su poder con fines personales, pues Biden está bien posicionado para eventualmente convertirse en su rival en los comicios presidenciales de 2020. El mandatario, exasperado, ha sostenido que esa conversación es «irreprochable» y se ha considerado víctima de una injusta «cacería de brujas»Para determinar si Trump utilizó recursos del Estado para presionar a Ucrania a que investigara a los Biden, los demócratas ya han entrevistado a una docena de diplomáticos y consejeros de la Casa Blanca a puerta cerrada en la Cámara baja. Según lo que ha trascendido, embajadores y altos responsables han ofrecido testimonios potencialmente abrumadores para la Casa Blanca en esas audiencias orales. Especialmente han revelado los esfuerzos desplegados durante meses por el círculo más cercano del presidente, entre ellos su abogado personal Rudy Giuliani, al margen de la diplomacia oficial, para convencer a Kiev de generar información dañina para la imagen de Biden. El presidente y su entorno han criticado el secreto de las audiencias, acusando a los demócratas de filtrar elementos seleccionados para dar una imagen distorsionada de la realidad. También los han señalado de violar el derecho de Trump a defenderse y de avanzar en la pesquisa sin haber realizado ninguna votación previamente. La resolución que será sometida a votación este jueves busca arrebatar al gobierno ese argumento defensivo. Además de la organización de audiencias públicas, el texto prevé autorizar a los republicanos a convocar a sus propios testigos en el marco de la fase de la investigación supervisada por el Comité de Inteligencia. El texto también aprueba la transferencia de pruebas a la Comisión Judicial, encargada de redactar los artículos de la eventual acusación contra el presidente. En ese punto, «la participación del presidente y de sus abogados será autorizada», dice una copia del texto.Le puede interesar: Trump comparte foto falsa en la que condecora a perro héroe La defensa de Trump podrá entonces pedir nuevos testimonios o documentos, hacer contrainterrogatorios y presentar objeciones. Pero, si el presidente se niega a cooperar con los requerimientos del Congreso, sus peticiones podrán ser negadas. Por tal razón, la Casa Blanca ha denunciado un «fraude». Y, en los debates en las comisiones, legisladores republicanos denunciaron además el miércoles un procedimiento «injusto», que según ellos «no es ni abierto, ni transparente». «Recibimos muchas quejas sobre los procedimientos, es como si se quisiera evitar hablar del fondo del asunto», replicó el demócrata Jamie Raskin. La Constitución estadounidense solo aborda a grandes rasgos el tema de la destitución presidencial: a la Cámara de Representantes le corresponde hacer la acusación, al Senado el juicio. Considerando la mayoría republicana de la Cámara alta, una destitución parece actualmente improbable. En otro frente, un juez federal de Washington examinará este jueves por la tarde el caso de un testigo convocado por la Cámara de Representantes, que se considera en tensión por los requerimientos del Congreso y de la Casa Blanca. La presidencia ordenó en efecto a los miembros de la administración no cooperar con la investigación, porque considera necesario proteger el trabajo del Ejecutivo. Así que la decisión judicial tendrá importantes consecuencias sobre el futuro desarrollo de la pesquisa.