La legalización de la marihuana reaviva las advertencias (y el debate) sobre su uso

El consumo de marihuana entre los universitarios ha alcanzado el pico más alto en los últimos 35 años, según un nuevo informe que añade más leña a la discusión sobre el producto. «Esta no es la marihuana que fumaba tu mamá», dijo el cirujano general de EEUU, que lanzó hace unos días una advertencia sobre la potencia de la planta, mucho mayor que antaño, y su uso entre adolescentes y embarazadas.

El 43% de los estudiantes universitarios dijeron que usaron alguna forma de marihuana al menos una vez en el pasado año, frente al 38% del año anterior, de acuerdo con un informe de la Universidad de Michigan publicado el jueves. Se trata, de acuerdo con esta institución, del consumo más alto entre los jóvenes en los últimos 35 años.

El informe llega unos días después de la advertencia del cirujano general de EEUU, Jerome M. Adams, quien dijo que “ esta no es la marihuana que fumaba tu mamá”. En una conferencia de prensa acompañado de Alex Azar, el secretario de Salud del gobierno de Trump, Adams dijo que estaba preocupado por los efectos de la marihuana ahora que hay más acceso: 33 estados más el Distrito de Columbia han legalizado el uso de la sustancia de alguna manera, ya sea para uso médico o recreativo.

Azar también se refirió a los esfuerzos para incrementar la investigación sobre la marihuana, que en la actualidad está limitada ya que solo hay una institución, perteneciente a la Universidad de Mississippi, autorizada para cultivarla con fines científicos.

A las autoridades federales les preocupa que la potencia del THC (tetrahidrocannabinol, el principal constituyente psicoactivo del cannabis) es hoy mucho mayor que en el pasado. En 1995 era del 4%, mientras que en la actualidad alcanza entre el 12% y el 25%. Pero, además, la marihuana también está disponible en formas más concentradas, como las galletas o los aceites, donde puede alcanzar hasta el 80% o el 90%.

Una droga peligrosa

“La espantosa verdad es que el potencial para el daño se ha incrementado”, señalaron. Aunque las leyes de algunos estados han cambiado, “ la ley federal no lo ha hecho, ni tampoco la ciencia. Esta es una droga peligrosa”, dijo Azar. “Ninguna cantidad de marihuana durante el embarazo ni durante la adolescencia es segura”.

A esta batalla se ha sumado el propio Trump, que ha donado 100,000 dólares para una campaña digital para alertar sobre sus riesgos.

La advertencia de las autoridades asegura que la marihuana es la droga ilícita más frecuente en EEUU, y señala que su consumo puede dañar la memoria y al sistema motor. También señala que las cepas más nuevas y potentes incluyen otros riesgos, incluida ansiedad, agitación, paranoia y psicosis.

“A lo largo del tiempo se ha producido un cambio en la actitud sobre la marihuana, creando una falsa sensación de seguridad”, dijo Adams, que señaló que en las mujeres embarazadas, que lo usan para combatir las náuseas matutinas, su uso puede afectar el cerebro del feto y se vincula con un bajo peso al nacer. Los ginecólogos desincentivan el uso de la marihuana tras el embarazo, además, ya que el THC alcanza la leche materna.

Mientras que los funcionarios federales muestran temor de que la tendencia hacia su legalización lo haga más apetitoso para los adolescentes, una investigación publicada este verano indica lo contrario: que la legalización no ha fomentado su consumo entre los jóvenes y podría incluso ser un incentivo para que fumen menos hierba. El resultado de este estudio, publicado en JAMA Pediatrics, no encontró nexos con la marihuana medicinal, pero sí con la recreativa: la probabilidad de que los jóvenes consumieran cannabis en estados donde el consumo recreativo es legal disminuyó casi 10%.

Indra Cidambi, médica especialista en adicciones y directora del Center for Network Therapy, señaló a Univision Noticias que, aunque parece contraintuitivo que el consumo de marihuana haya decrecido tras su legalización, tiene sentido desde un punto de vista psicológico. “Usar una sustancia ilícita te otorga la etiqueta de rebelde. Pero cuando la sustancia se legaliza, cae esa la etiqueta. El aura de anti autoridad no puede mantenerse con una droga que ahora también usan tus padres”.

Sea como fuere, el hecho es que el consumo de marihuana es muy peligroso entre los jóvenes, ya que producir cambios a largo plazo en las funciones del cerebro. A corto plazo, puede impactar la memoria y la atención, mientras que su uso frecuente a partir de la adolescencia temprana puede reducir la inteligencia. Los expertos recomiendan el diálogo con los jóvenes sobre los efectos de las drogas en su cerebro y en su salud para desincentivar su uso.

A nivel nacional, la prevalencia del consumo de marihuana en EEUU se incrementó desde un 0.6% en 1991 hasta un 6.3% en 2017, de acuerdo con un estudio publicado recientemente en el American Journal of Public Health.

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