El secretario de Seguridad Nacional John Kelly extendió por seis meses el programa de protección que EEUU otorgó a los haitianos tras el terremoto de 2010, pero sus palabras indican que no habrá más prórrogas. ¿Qué significa esto para los miles de centroamericanos beneficiados por el TPS? Los más de 50,000 inmigrantes haitianos protegidos por el Estatus de Protección Temporal (TPS) tendrán seis meses más de tranquilidad después de que el gobierno de EEUU anunciara la extensión de ese programa que los da permiso de residencia y trabajo en el país. El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) anunció la extensión del TPS este lunes, un día antes de que se cumpliera el plazo posible para la extensión del beneficio que vencía el 22 julio. «Depués de una cuidadosa revisión de las actuales condiciones en Haití y de conversar con el gobierno haitiano, he decidido extender la designación de Haití para el TPS por un periodo de seis meses», afirmó el secretario de Seguridad Nacional, John Kelly, quien alabó los «progresos» y la «recuperación económica» de Haití tras el terremoto de 2010, por el que le otorgaron los beneficios migratorios.Y aunque matiza que cuando se aproxime la fecha estipulada para una nueva renovación del TPS lo evaluarán nuevamente, sus palabras hacen pensar que no habrá más prórrogas. «Este período de extensión de seis meses debería permitir a los haitianos beneficiarios del TPS residentes en EEUU el tiempo suficiente para conseguir los documentos y hacer los preparativos necesarios para su salida final de EEUU y también debería otorgar al gobierno haitiano el tiempo que necesita para preparase para la futura repatriación de todos los beneficiarios del TPS», sostuvo Kelly. En ese sentido, DHS insta a los beneficiarios del TPS que usen el tiempo antes del 22 de enero, cuando expiraría el beneficio, para hacer los preparativos para su salida o solicitar otros beneficios migratorios a los que pudieran acceder. Pero, para los activistas y legisladores que han estado luchando por la extensión de 18 meses, seis no es suficiente. «El DHS no pudo ignorar factores claros como los golpes del huracán Matthew, que afectó a dos millones de personas hace solo siete meses, la epidemia de cólera introducida por los cascos azules de la ONU en octubre de 2010, la crisis de inseguridad alimentaria, la temporada de lluvias y la recuperación incompleta del terremoto con 50,000 personas aún viviendo en tiendas de campaña», le dijo a Univision Noticias Steven Forester, coordinador de Immigration Policy y miembro del Institute for Justice & Democracy in Haiti. «La duración, seis meses, es poco afortunada dado que, siendo realistas, Haití no puede recuperarse de estos golpes en un periodo tan corto de tiempo», agregó. En el mismo sentido se expresó la representante demócrata de Florida Frederica Wilson, que lideró el cabildeo para la extensión de los beneficios a los haitianos. En declaraciones al diario Miami Herald, la representante extendió una invitación al secretario Kelly para visitar Haití en los próximos meses para que vea por qué enviar a 58,000 haitianos de vuelta a su país es «inadmisible». «Una extensión de seis meses es clarmente insuficiente debido a las condiciones horribles» que hay en Haití, sostuvo el abogado Ira Kurzban, al agregar que cuando el presidente Donald Trump se reunió con la comunidad haitiana de Miami durante la campaña y les dijo que sería su defensor «les jugó una mala broma». Kurzban recordó que un cuarto de los fondos que llegaron para la reconstrucción de Haití procedían de los haitianos residentes en EEUU. «Sin ese apoyo, las condiciones empeorarán y la gente estará forzada a subirse a botes a EEUU y Trump será responsable de que los haitianos huyan de su país en una nueva oleada de migrantes haitianos», agregó. Pero además de los haitianos afectados por la medida, la comunidad centroamericana estaba pendiente de esta decisión por las señales que puede dar para los cientos de miles de centroamericanos beneficiados por este estatus migratorio que EEUU ofrece a inmigrantes indocumentados que no pueden regresar a su país debido a desastres naturales o conflictos civiles. Según datos del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS), más de 350,000 centroamericanos están amparados por el TPS. A finales de 2016 había 263,282 salvadoreños protegidos por el TPS que obtuvieron tras los terremotos de 2001, mientras que son 86,163 hondureños y 5,349 nicaragüenses los registrados bajo el programa al que tuvieron acceso tras el paso del Huracán Mitch por Centroamérica en 1998. Mientras que el plazo del TPS de los salvadoreños vence el 9 de marzo, el de hondureños y nicaragüenses expira el 5 de enero próximo. Por eso, los grupos de centroamericanos beneficiados por el TPS ya han comenzado campañas para presionar al John Kelly para su renovación.

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