Donald Trump fue absuelto este sábado en su segundo juicio político (impeachment) en el Senado de Estados Unidos.

Impeachment a Donald Trump: el Senado absuelve al expresidente de Estados Unidos en su juicio político por el asalto al Capitolio

Donald Trump fue absuelto este sábado en su segundo juicio político (impeachment) en el Senado de Estados Unidos.

En la Cámara Alta estadounidense no se alcanzaron los votos suficientes para que el expresidente fuera condenado por «incitación a la insurrección» por los eventos del pasado 6 de enero en el Capitolio.

57 congresistas (50 demócratas y 7 republicanos) votaron a favor de condenar a Trump, mientras que 43 optaron por absolverlo. Eran necesarios 67 votos (dos tercios del Senado) para declarar culpable al exmandatario.

El juicio político estaba relacionado a la actuación del expresidente cuando un grupo de sus seguidores asaltó el Capitolio el mismo día que el Congreso se reunía para certificar la victoria de Joe Biden en las eleccione presidenciales de noviembre.

Ese día, Trump dijo a sus seguidores que hicieran oír sus voces «pacífica y patrióticamente». También les dijo a que tenían que luchar con todas sus fuerzas pues de lo contrario se iban a quedar sin país.

Una multitud de sus partidarios rodeó el Congreso, desbordó a las fuerzas de seguridad y se abrió paso hacia el interior del Capitolio, causando un caos en el que perdieron la vida cuatro manifestantes y un agente de policía.

Caso histórico

Este juicio político se inició con una decisión inédita cuando el pasado 13 de enero Trump se convirtió en el único presidente en la historia de Estados Unidos en ser objeto de dos impeachments durante su mandato. La acusación, que fue aprobada por la Cámara de Representantes, argumentaba que el exmandatario repitió «falsamente» que los resultados de las elecciones presidenciales fueron fraudulentos y que no deberían ser aceptados por el pueblo estadounidense ni certificados por las autoridades estatales o federales.

También consideraba que el exmandatario incitó el ataque de la turba sobre el Congreso y que, con ello, puso en grave peligro la seguridad de Estados Unidos y sus instituciones de gobierno, amenazando la integridad del sistema democrático e interfiriendo con el traspaso pacífico del poder.

Reacción de Trump

Poco después de conocerse el resultado de la votación el Senado, la oficina de Trump emitió un comunicado en el que señala que el juicio político fue «la mayor caza de brujas en la historia» de EE.UU.

La declaración no menciona el asalto del 6 de enero, sino que reitera que los demócratas son el partido que apoya a alborotadores y turbas.

«Nuestro movimiento histórico, patriótico y hermoso para hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande acaba de comenzar. En los meses venideros tengo mucho que compartir con ustedes y espero continuar nuestro increíble recorrido juntos para lograr la grandeza estadounidense para toda nuestra gente», señala el comunicado de Trump.

¿Qué dijo Biden?

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo el sábado que la absolución de Trump es un recordatorio de que la democracia es frágil y que todos los estadounidenses tienen el deber de defender la verdad.

«Este triste capítulo de nuestra historia nos ha recordado que la democracia es frágil», dijo Biden en un comunicado horas después de que el Senado no logró reunir la mayoría de dos tercios necesaria para condenar a Trump.

«Si bien la votación final no dio lugar a una condena, el el fondo, el cargo no está en disputa. Incluso aquellos que se oponen a la condena, como el líder de la minoría del Senado (Mitch) McConnell, creen que Donald Trump fue culpable de una ‘negligencia vergonzosa de deber ‘y’ práctica y moralmente responsable de provocar’ la violencia desatada en el Capitolio», aseguró Biden.

¿Qué puede significar esto para Joe Biden?

Anthony Zurcher, periodista de la BBC en Estados Unidos

La estrategia de Joe Biden respecto al juicio político fue mantener distancia.

Los funcionarios de la Casa Blanca dijeron que no daba seguimiento al avance del proceso. Además, durante el juicio, mantuvo una apretada agenda de eventos relacionados con la pandemia de coronavirus.

El cálculo de la administración Biden es que su capital político a largo plazo dependerá de su éxito en la lucha contra la covid-19, la economía y otras preocupaciones de la población estadounidense, Nada relacionado con el resultado del juicio político de Trump.

Al final, el juicio tuvo poco impacto. De hecho, el Senado perdió sólo tres días de actividad en el impeachment.

Con el juicio terminado, el Senado reanudará la confirmación de los nombramientos de la administración de Biden.

Todo esto puede ser una buena noticia para el presidente y su equipo.

Sin embargo, si la base demócrata empieza a considerar que el precio de seguir adelante con la agenda política de Biden fue no responsabilizar plenamente a Trump por el asalto al Capitolio y llevar a cabo un juicio rápido y sin declaraciones de testigos, puede pagar un precio político de todos modos.

En las batallas políticas que se avecinan, el mandatario necesita de un Partido Demócrata unido. Si hay dudas después de este juicio político, podrían comenzar a surgir grietas.

El juicio político de Donald Trump en el Senado de Estados Unidos solo duró cinco días.

Como estaba ampliamente pronosticado, el veredicto final del pasado sábado fue que el expresidente no era culpable de incitar la insurrección en el Capitolio de Estados Unidos en enero.

En la historia de Estados Unidos, solo hubo cuatro juicios de acusación presidencial y este fue, por mucho, el más corto.

Sin embargo, lo que le faltó en duración, lo compensará en consecuencias.

Este proceso sentó un precedente: el de un expresidente a juicio. Las reputaciones de algunos se redefinieron y se creó un escenario turbulento para futuras batallas políticas.

Aquí ofrecemos un vistazo sobre algunos de los jugadores clave y cómo quedaron parados en este momento de la historia de Estados Unidos.

Donald Trump

Nuevo juicio, mismo resultado.

Una vez más, Trump evitó la condena del Senado porque sus compañeros republicanos, en general, se mantuvieron a su lado. Y aunque la mayoría de los senadores votó por condenarlo (incluidos siete republicanos), la cuenta final de 57 a 43 no llegó a los dos tercios que requiere la Constitución.

Eso, en su nivel más básico, es una victoria para el expresidente. Todavía es elegible para postularse a la presidencia nuevamente en 2024, si así lo desea.

Su apoyo político, según todos los indicios, sigue en gran parte intacto, tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado.

La mayoría de los legisladores republicanos se opusieron al proceso de juicio político. Quienes rompieron filas ya enfrentan feroces críticas y, en algunos casos, reprimendas formales de sus electores republicanos.

En un comunicado de prensa, el expresidente celebró su absolución, condenó a los demócratas y dijo que su movimiento político apenas comienza.

Sin embargo, Trump y su movimiento, no salieron ilesos de este juicio político.

Una de las partes más memorables del caso de la acusación fueron los nuevos videos de los partidarios de Trump, con gorras de Make America Great Again y ondeando banderas de Trump, saqueando el Capitolio.

Esas imágenes estarán asociadas para siempre a la marca Trump. Cada acto de campaña que celebre a partir de ahora evocará recuerdos de esos incidentes.

Puede que no le cueste entre las bases republicanas, pero es poco probable que los votantes independientes y los moderados lo olviden.

Republicanos en el Congreso

Hace un año, solo un senador republicano, Mitt Romney de Utah, votó a favor de condenar a Trump. Esta vez, se le unieron otros.

Sin embargo no fueron suficientes. Más votos republicanos para condenarlo habrían provocado la ira de los votantes, muchos de los cuales verían este giro contra Trump como una traición.

Pero en estados tradicionalmente republicanos, un desafío de compañero conservador es una preocupación mucho más apremiante que cualquier demócrata que se enfrente a ellos en las próximas elecciones. Tal vez el que tiene una situación más comprometida es el senador por Kentucky y líder de los republicanos, Mitch McConnell, que apoyó la absolución de Trump pero no se guardó las críticas. «No hay duda de que el presidente Trump es práctica y moralmente responsable de provocar los eventos del día», afirmó McConnell.

Dijo que su voto de no culpable se debió a que considera que no es constitucional que los expresidentes sean sometidos a juicio político.

Los críticos de McConnell verán eso como una excusa, no como una postura de principios. El tiempo dirá si sus compañeros republicanos están satisfechos con su voto, o con sus palabras. Y en definitiva mucho dependerá de lo que haga Trump a partir de ahora.

¿Se lanzará nuevamente de lleno a la política, recordando a sus partidarios -y a sus críticos- estas batallas de juicio político a medida que se acerca el próximo día de elecciones? ¿O se quedará recluido en sus clubes privados y campo de golf?

Creo que todos sabemos cuál es más probable.

Joe Biden

La estrategia del presidente actual para manejar el juicio político de su antecesor fue mantener la distancia.

No estaba siguiendo de cerca las audiencias, aseguraron desde la Casa Blanca.

Durante el juicio mantuvo una apretada agenda de eventos relacionados con la pandemia del coronavirus.

Cuando Biden hizo un comentario fue solo para referirse a los nuevos videos que se mostraron sobre la violencia del Capitolio, imágenes que se habían reproducido repetidamente en las noticias de televisión. El cálculo del gobierno de Biden es que sus logros políticos a largo plazo dependerán de su éxito al lidiar con la pandemia, la economía y otras preocupaciones del público estadounidense y no del resultado del juicio político de Trump.

Al final, el juicio tuvo poco impacto práctico en su progreso hacia la promulgación de su agenda legislativa.

El Senado perdió sólo tres días de actividad y no podrá aceptar el proyecto de ley de alivio de covid de Biden hasta que la Cámara de Representantes apruebe la versión en la que ha pasado la semana trabajando.

Con el juicio concluido, el Senado también reanudará la confirmación de los nombramientos del gobierno de Biden, incluido el candidato a fiscal general Merrick Garland.

Todo esto debería complacer a Biden y su equipo.

Sin embargo, si la base demócrata decide que el precio de seguir adelante con la agenda política de Biden fue no responsabilizar plenamente a Trump, por ejemplo, llevando a cabo un juicio rápido sin testigos, es posible que pague un precio político de todos modos.

En las batallas políticas que se avecinan, Biden necesita un Partido Demócrata unido. Si hay dudas después de este juicio político, podrían comenzar a surgir grietas.