Fuerte ola de protestas en el mundo por el caso Floyd

Miles de personas salieron a marchar este sábado en las grandes ciudades de EE. UU. como Nueva York, Miami, Chicago o Los Ángeles y en capitales de otros países: Londres, París, Berlín, Lisboa y Sídney, entre otras. Además de las marchas, el cuerpo de George Floyd llegó a Raeford, Carolina del Norte, su estado natal, donde las autoridades ordenaron colocar las banderas a media asta. Los restos del hombre que fue asesinado por la policía y que desató las protestas fueron recibidos por una multitud que lo ovacionó con el puño en el alto y miles de personas hacían fila para despedirlo. “Algunas muertes no son muerte. Algunas muertes nos despiertan a todos”, dijo Jeremy Collins, un portavoz del gobernador de Carolina del Norte. Él “nos despertó a todos”, agregó. La familia de Floyd llegó a la ceremonia vestida de blanco y su hermana LaTonya destacó que espera que esta movilización impida que haya más casos de brutalidad policial. Mi hermano “está haciendo un cambio mayor para el mundo”. Mientras tanto, en Washington, los manifestantes comenzaron a llegar a las cercanías de la Casa Blanca. Desde temprano había un importante dispositivo policial y varios helicópteros volaban sobre la ciudad. Patricia Thompson, una mujer negra de 55 años, dijo que espera que este sea un punto de inflexión en la historia de Estados Unidos. “Siento que hemos estado luchando, luchando y luchando y que de repente todo cedió”, dijo en referencia al debate que agita a la sociedad sobre el racismo institucional, que ha tocado a empresas y organizaciones en todo el país.

 

Marchas en el mundo

Este fin de semana se desarrollaron manifestaciones en su gran mayoría pacíficas en todo el mundo en homenaje a este hombre negro que murió asfixiado por un policía blanco el 25 de mayo en Minneapolis. Su muerte provocó un movimiento de protesta histórico que cruzó las fronteras de su país y reaviva las aspiraciones de cambio. En Australia, el país que primero protestó fuera de Estados Unidos, decenas de miles de personas se manifestaron el sábado con pancartas de “No puedo respirar”.
Según los organizadores de la manifestación en Australia, que no temieron el llamamiento del gobierno a quedarse en casa por la crisis sanitaria, el caso tiene ecos en su país. Así, explicaron que quieren denunciar la elevada tasa de encarcelamiento entre los aborígenes, así como los miembros fallecidos (más de 400 en los últimos 30 años) de esta comunidad cuando estaban en manos de la policía. “El hecho de que hayan intentado evitar la manifestación da todavía más ganas a la gente de hacerlo”, dijo Jumikah Donovan, uno de los manifestantes en Sídney. Muchos llevaban mascarillas de protección e intentaban respetar la distancia de seguridad lo mejor posible. En el Reino Unido se registró una manifestación ante el Parlamento en Londres. Luego de varias horas de manifestación pacífica, incidentes se presentaron al final de la jornada alrededor de Downing Street, en el centro de Londres. Botellas fueron lanzadas contra la policía, que trató de dispersar a los manifestantes. “El Reino Unido no es inocente”, denunciaron en Londres los manifestantes. Como en la capital británica, fueron muchos los manifestantes en Mánchester (noroeste) que salieron a la calle para “terminar con el racismo”, que es una “pandemia”. Debido al coronavirus, el ministro de Sanidad, Matt Hancock, había pedido el viernes no manifestarse. “Por eso por favor, por la seguridad de sus familiares, no participen en grandes aglomeraciones, como las manifestaciones de más de seis personas”, dijo. En Francia volvieron también al primer plano las denuncias de violencia policial de los últimos años, haciendo eco de la indignación mundial por la muerte de Floyd. En el país se convocaron manifestaciones el sábado contra la violencia policial para “ampliar el movimiento internacional de solidaridad contra la impunidad de las fuerzas del orden”, participaron 23.300 manifestantes, 5.500 de ellos en París, según datos del ministerio del Interior. También hubo protestas en Burdeos, Lyon, Lille, Rennes o Marsella. El martes, una manifestación prohibida reunió en París a al menos 20.000 personas, convocada por el comité de apoyo a la familia de Adama Traoré, un joven negro que murió en 2016 cerca de París tras ser detenido por la policía. En Alemania, unas 10.000 personas se reunieron en silencio en la famosa Alexanderplatz, la mayoría de ellas vestidas de negro y con máscaras. “El silencio blanco es violencia”, coreaban.