Juan Orlando Hernández: «No me quieren ver en la Presidencia y tampoco me quieren ver vivo»

En entrevista con Univision Noticias, el presidente de Honduras habla de sus esfuerzos incompletos para reducir la violencia del crimen organizado y reconoce la necesidad de diálogo tras su controvertida reelección.

El presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández (JOH), habló en su casa de Tegucigalpa en exclusiva con David Adams de Univision Noticias y José de Córdoba de Wall Street Journal (DA-JC) de su controvertida reelección, las maras, el narcotráfico, los complots para asesinarle y su «cruzada» para defender a los hondureños beneficiarios del programa del TPS, entre otros temas.

DA-JC: Muchas gracias por recibirnos. Queremos hablar un poco de la situación de Honduras; hemos estado hablando con mucha gente que dice que el país ha quedado muy dividido después de esta elección. Queremos saber cuáles son sus planes para terminar de cicatrizar esas divisiones y echar para adelante el país de este hueco momentáneo en el que está.

JOH: Hemos venido estimulando el diálogo con sectores económicos, sociales, iglesias, que tienen mucho peso y son también muy protagonistas en este tipo de situaciones y también con partidos políticos….Hace poco, hará un par de días, ya existe un consenso mínimo para que los mismos sectores de sociedad civil busquen lo que ellos han llamado “expertos internacionales” en lo que es la parte de la facilitación del diálogo; ya tienen varios perfiles, están contratando a mucha de esta gente y afortunadamente tenemos la noticia que tienen mucho interés de contribuir, tanto en el país como a nivel de otros lugares. El diálogo creo que va a terminar de ayudar a estructurar grandes acuerdos de orden político, económico y social para lo que viene.

DA-JC: Entonces, su gobierno está dispuesto a aceptar un mediador internacional para este diálogo que se propone.

JOH: Nosotros hemos estimulado el diálogo y ellos están en los diferentes sectores construyendo. Algunos han hablado de mediadores, otros de facilitadores, creo que la gente se inclina por facilitadores; creo que aquí hay que pensar en dos dimensiones, la dimensión de los grandes acuerdos, pero también de un proceso de reconciliación porque todavía estamos viviendo efectos de la crisis del 2009. Entonces, tenemos que resolver esa situación, pero en paralelo seguimos nosotros trabajando ya en una serie de acuerdos puntuales con sectores productivos, pequeños comerciantes, cooperativistas, grandes empresarios, tenemos un plan económico muy importante con el sector privado que nos debe generar unos 600,000 nuevos empleos; ya identificamos seis sectores de la economía nacional, tres de ellos nos han permitido saltar de 2.8 de crecimiento económico, cerrando este año de 2017 estamos en 4.3, probablemente con perspectivas a 4.5. Entonces, esos acuerdos son fundamentales en términos de generación de empleo que el país necesita.

Luego también en esta coalición de partidos para estructurar el nuevo Congreso logramos incluir como uno de los puntos de coincidencia una reforma que permita acceso al crédito; el sistema financiero hondureño requiere una apertura fuerte, un cambio estructural en el sistema para que el pequeño, el mediano comerciante o productor tenga esas facilidades porque el sistema se fue construyendo básicamente para el que ya tiene sus garantías y esos solamente son el mediano y el grande. Entonces, este paso va a venir a reducir desigualdades de manera sustancial empezando por el acceso al crédito de vivienda para una clase media que ha estado muy, muy afectada durante décadas y también para los pequeños y medianos productores en el campo y de igual manera en la parte turística. Esto no solamente es una reforma estructural en instituciones, sino en la forma de relacionarse el sector privado con el público que en buena parte tiene que ver con acceso al financiamiento. Entonces, ese despegue va a tener el impulso de la inercia que ya trae el crecimiento económico.

DA-JC: Y dentro de las reformas a las políticas, ¿qué opina usted sobre la necesidad de reformar el sistema electoral? Muchos hablan de la necesidad de la ciudadanización de la mesa electoral?

JOH: Sí, nosotros creemos que es una reforma completa, es más, yo quiero decirle que le he dicho a los diferentes líderes políticos que pueden venir con cualquier propuesta; por muy amplia o agresiva que sea tenemos que recibirla y en el diálogo definir si eso es viable o no para el país porque no le corresponde sólo al presidente, tiene que ser algo que permita un nivel de consenso mínimo de tal manera que aquí todos coincidimos en construir un nuevo sistema electoral. Mi partido propuso la ciudadanización de las mesas electorales, pero en Honduras se ocupan 86 votos de 128, dos tercios de votos del Congreso, para una reforma electoral, pero no lo logramos porque no teníamos los votos.

«Estamos abiertos a una gran reforma del sistema electoral»

Ahora fácilmente dos o tres partidos lo pueden tener, pero si hay parte de diálogo, mucho más fácil para que eso se logre. La reestructuración completa del Tribunal de Elecciones, del Sistema de Identificación Nacional, que para nosotros desde el punto de vista del Gobierno no solamente el tema electoral es el registro del votante, sino es un tema de seguridad nacional por toda esa complejidad en el mundo donde es fácil encontrar la manera de meterse y conseguir en Honduras una identidad que puede servirle a alguien extremista y provocar actos terroristas con pasaporte hondureño. A nosotros también nos preocupa eso, así que estamos abiertos a una gran reforma del sistema electoral.

DA-JC: Usted dijo que había que resolver o terminar de resolver el problema de la crisis del 2009, que yo recuerdo que fue causada por el intento del presidente (Mel) Zelaya de insistir en su reelección. ¿Piensa que su reelección, seguir en la idea de reelección que en Honduras es visto como una palabra diabólica, fue un error?

JOH: El Tribunal de Elecciones convocó a todos los partidos y todos los partidos participaron bajo la premisa que dos Cortes Supremas de Justicia diferentes en Honduras habían ratificado el derecho del pueblo hondureño a elegir a un ciudadano que estuviera en el cargo o hubiera sido ya presidente, de tal manera que eso ocurrió, repito, en dos Cortes Supremas diferentes… Cuando usted compite es porque se somete a esas reglas, ese es un tema en Honduras juzgado. Lo que para mí sí es fundamental y nuestro partido lo ha venido impulsando, es que debe de tener límites, debe limitarse a un periodo adicional nada más, sea alterno o inmediato, tanto así que mi partido recolectó alrededor de 1.5 millones de firmas y las llevó al Congreso de la República como una iniciativa ciudadana para reformar la Constitución, pero la oposición quería usar ese tema como bandera electoral.

En medio de una crisis de legitimidad, el presidente hondureño toma posesión Univision

DA-JC: Usted ha optado por una toma de posesión muy modesta. ¿Qué motivó su decisión?; ¿es una señal de que el poder del presidente después de la crisis electoral se debilitó de alguna manera o es un reconocimiento de que Honduras necesita cerrar esas cicatrices políticas?

JOH: Yo lo vi en varias dimensiones, una es que cuando el presidente es reelecto, ya a mí me conocen, ya tenemos varios años de estar trabajando con los diferentes sectores de Honduras y también con la comunidad internacional. El apoyo en términos de felicitaciones al resultado electoral en Honduras de parte de la comunidad internacional ha sido extraordinario. Entonces, de lo que se trata aquí es de seguir trabajando. Claro, también tengo un sector, como mi partido y otros que de alguna manera simpatizan con esta lucha que hemos culminado, que le encantaría que fuera una fiesta nacional, pero también les digo, “necesitamos seguir adelante”. Entonces, queremos que sea austero, queremos que sea también una fiesta, pero que no nos detenga el protocolo o tanta cosa que en Honduras se estila cuando un presidente toma posesión; tenemos que ver hacia el futuro, construir, resolver.

Si usted se fija, yo estuve en la toma de posesión de Danilo Medina en Dominicana, bien simple, sencilla, ahí en el Congreso; Estados Unidos igual, sea reelección o no, bien limitado. Aquí hemos estado acostumbrados a cosas muy pomposas. Entonces, me parece que tenemos que avanzar y además en este caso de la reelección ya es un tema que de lo que se trata es de seguir trabajando.

DA-JC: Los hondureños te conocen. Fuera de Honduras menos, excepto el general John Kelly, el jefe del equipo en la Casa Blanca y la encargada de negocios de la embajada EEUU en Honduras, Heidi Fulton. Pero, para que la gente le conozca mejor fuera de Honduras, nosotros estamos haciendo un perfil de Juan Orlando Hernández. Entonces, nos interesa saber un poco de sus raíces también. ¿Qué quiere que conozcan de usted fuera de Honduras?

«Ahora somos referentes en la región en términos de ir avanzando en el tema de más seguridad»

JOH: Bueno, yo quiero que conozcan mi país y, en el caso de mi persona, como estoy sirviéndole al país en esta ocasión, como una generación de hondureños que queremos transformar la nación. Venimos de una situación muy difícil. El 2011, por ejemplo, la situación de seguridad en el país era muy compleja, difícil, por factores externos e internos y afortunadamente hemos hecho un trabajo extraordinario; hemos tenido que poner en riesgo mucho. Sin embargo, ahora somos referentes en la región en términos de ir avanzando en el tema de más seguridad. Falta mucho todavía y yo recuerdo cuando tomé posesión la vez anterior que demandaban del gobierno del presidente Obama un reconocimiento de la realidad de Centroamérica en términos de la responsabilidad de Estados Unidos, de los países del sur del continente, por el problema de drogas que pasan por Honduras o por Centroamérica. Afortunadamente lo logramos y, de igual manera con el presidente Obama, con el presidente Trump, con los líderes del Congreso norteamericano de ambos partidos trabajamos intensamente y ahora tenemos una alianza para el triángulo norte de Centroamérica y una estrategia para eso. Va un poco lento, pero ya tenemos no solamente recursos, en el caso de Honduras estamos invirtiendo una proporción de cuatro dólares por cada uno de lo que puede poner el Gobierno de Estados Unidos, pero lo importante aquí es que hay una visión, hay un plan. En esto participan también Guatemala y El Salvador, porque como les decía, si no es regional, de muy poco le sirve a Honduras resolver su problema si puede regresar del vecino para acá. Y ahora en el Sistema de Integración Centroamericana estoy luchando para que esta lucha sea mucho más amplia regionalmente, que comprenda desde Colombia, desde Perú, hasta México y Estados Unidos porque el factor disparador de violencia del narcotráfico es casi el 80% de los actos delincuenciales en el país. Eso significó trabajar muy de cerca en el tema de escudos marítimos, escudos terrestres, aéreos, empezar a reconstruir el sistema carcelario del país, una depuración de la policía que ahora va en un proceso de transformación muy agresivo, muy positivo, el fortalecimiento del Ministerio Público y de los entes de justicia. En los barrios y colonias más difíciles hemos venido experimentando con la construcción de pequeños parques que sirvan de centro de encuentro para la familia, para los vecinos, para que los niños estén ya acostumbrándose a un modelo de vida de respeto y que sean alegres, que vivan alegres y no sometidos al mundo criminal.

DA-JC: En esa colaboración entre los países y la estrecha relación con Estados Unidos en la cuestión de seguridad, ¿usted tiene esperanza que los hondureños con TPS, los 59,000 hondureños con TPS en Estados Unidos, les va a favorecer o ya lo toma por un hecho que después de Nicaragua, después de El Salvador, Haití, en junio o julio los hondureños van a recibir la misma mala noticia? Está preparado el país para recibir estos hondureños que quizá van a regresar y a otros de los muchos que viven allá que seguirán deportando?

«No vamos a dejar de hacer nuestra tarea diplomática para lograr la regularización de los hondureños allá o cualquier otro estatus que permita que continúen»

JOH: Ese es un tema muy sensible para nosotros porque, primero, son personas de un extraordinario récord de comportamiento, gente que paga sus impuestos, que su comportamiento ciudadano es envidiable, en el buen sentido, y también que tienen familias, son casi 20 años de estar allá, tienen sus espacios. Hemos hecho una cruzada diplomática para hacerle ver a la administración Trump que el regreso de estas personas sería totalmente en contra de las políticas que hemos estructurado con el mismo Estados Unidos en lo que respecta a la alianza para la prosperidad del triángulo norte de Centroamérica. Podemos decir que inicialmente ha habido un trato diferenciado para Honduras en el sentido de que lo están evaluando todavía. Ahora, nosotros no vamos a dejar de hacer nuestra tarea diplomática para lograr la regularización de los hondureños allá o cualquier otro estatus que permita que continúen, pero si fuera el caso, porque al final es decisión de Estados Unidos, nosotros tenemos que recibirlos con los brazos abiertos y estamos preparando un plan muy agresivo para que ellos también tengan esa oportunidad de que regresen como corresponde, pero mientras tanto, los estamos asistiendo allá apoyándoles y haciendo un trabajo con congresistas, con senadores, con la gente del Departamento de Estado, con la misma Casa Blanca. Es incesante el trabajo, pero va por buena dirección.

DA-JC: Entendemos que usted viene de una familia muy grande de, si no me equivoco, 17 hermanos y medio hermanos y que su padre fue un militar de la zona muy importante, ¿qué nos puede decir de su juventud y de cómo lo formó y si esos datos son correctos cómo eso influyó en su formación, su juventud y su papá?

JOH: Bueno, sí somos 17 hermanos; cuando mi padre vivía y celebrábamos un cumpleaños de él, no había casa donde pudiéramos caber todos entre nietos, hermanos y sobrinos y todo. En mi juventud, mi papá ya no desempeñaba ningún cargo militar a esa altura; fue un hombre de campo, luchador, muy disciplinado en sus trabajos, entre ganado, café; fue de los primeros en el occidente de Honduras que empezó a tecnificar el café porque el café en Honduras antes era muy empírico. Pero volviendo a la familia, mi juventud la pasé en San Pedro Sula, en un instituto educativo, pero con alguna inclinación también como una especie de academia militar; luego me vine a la Universidad Autónoma, ahí participé ya un poco en política en la transformación de la universidad. Aquí en Honduras para ser notario hay que hacer un examen frente a la Corte Suprema y luego gané una beca para ir a estudiar a Albany para poder lograr una maestría en Administración Pública Legislativa, así que le dediqué muchos años de estudio antes de participar en la política.

DA-JC: ¿Cómo fue esta experiencia en Estados Unidos, qué aprendiste fuera del aula?

JOH: Interesante porque tuve la oportunidad de trabajar en la legislatura estatal como un espacio de internship, como una especie de ayudante a una comisión de servicios públicos de la legislatura estatal de Nueva York. Varios de mis maestros también trabajaron ahí, otros de ellos trabajaban con proyectos del fortalecimiento de las democracias en Centroamérica en aquel momento, más que todo en las legislaturas, y por ahí varios centroamericanos tuvimos la oportunidad de ir a estudiar y también a conocer el mundo práctico, cómo funcionaban los congresos. Una de las cosas que generó mucho debate fue el apoyo de lo que nosotros ahora le llamamos bancadas, el famoso corpus de cualquier partido, cómo tienen un apoyo tan fuerte directo a los miembros de cada uno de estos partidos y sólo en aquella época el mail, el correo que era tan frecuente, cartas de los diferentes congresistas y senadores, era un apoyo extraordinario, por tanto decía yo: «Es difícil que alguien venga nuevo y pueda sustituir a estos congresistas o senadores”.

«Allá (en EEUU) aprendí yo que la democracia no solamente es ir a votar, sino es el día a día, la interacción entre los diferentes grupos de interés»

Luego, el debate sobre el lobby en Estados Unidos versus Centroamérica, allá está regulado, tiene normas, en Honduras no. Entonces, son dos mundos interesantes a pesar de que tenemos un sistema de gobierno un poco similar, excepto porque aquí no hay Senado, es el Congreso, pero fue una experiencia muy enriquecedora. Allá aprendí yo que la democracia no solamente es ir a votar, sino es el día a día, la interacción entre los diferentes grupos de interés que, por ejemplo, hablábamos en el caso de Búfalo, la industria metalúrgica, cómo los republicanos representaban a los empresarios y cómo los demócratas representaban a los trabajadores, a los sindicatos, y cómo poder llegar a un punto intermedio y pudieran representar el bienestar de ambas partes y no solamente por el otro. Así que fue interesante y también tuve la oportunidad de conocer los sistemas políticos del mundo desde el punto de vista académico …

Por ahí me fueron reclutando en términos de si tenía interés yo de participar y luego las pruebas y todo lo demás. Pospuse un año y medio porque tenía el compromiso con mi padre de atender a mis hermanos y a mi padre ya mayor; cuando estaba terminando mi maestría falleció mi padre y ya prácticamente estaba siendo aceptado para el doctorado, pero como tenía el compromiso con mi papá de atender a mis hermanos el día que faltara, me tuve que regresar para Honduras.

DA-JC: Tuviste que abandonar el doctorado en administración pública.

JOH: Si no, probablemente estaría allá vendiendo libros o algo.

DA-JC: Amigos y contrincantes suyos usan las mismas palabras para describirlo, yo creo que la palabra más común es que es una persona muy estructurada y que tiene visión estratégica, pero también que tiene tendencias autoritarias y que controla todas las instituciones del país. Dicen que si el ex-presidente Mel Zelaya es un caudillo estilo XIX, dicen que usted es un caudillo estilo siglo XXI, ¿qué piensa de esa caracterización?

«El opositor le dice de todo, pero bueno, eso es parte del día a día.»

JOH: Bueno, mire, usted sabe que en la política el que está de figura pública principal en una contienda, el opositor le dice de todo, pero bueno, eso es parte del día a día. ¿Cómo me miro yo en esto? Yo creo que si uno toma una responsabilidad tan grande como la de gerenciar un país, tiene que tomarlo seriamente y sí me gusta tener una visión clara hacia dónde vamos a llegar y luego la planificación, ir midiendo si vamos cumpliendo con aquella planificación y si es necesario modificar en el camino, pues hay que hacerlo, pero no me parece que la vida sea una aventura de que, “arrojémonos aquí a ver qué ocurre”, no, es mucha la responsabilidad en el caso de la conducción de un país, entonces, se tiene que ser serio en esa parte. De ahí, pues, yo creo que por mi experiencia en el Congreso, recuerden que yo estuve dieciséis años en el Congreso como diputado, aprendí a respetar el valor de las instituciones en un conjunto del Estado, que es el famoso principio que en Honduras le llamamos “la complementariedad de los poderes del Estado” porque no solamente es el principio de la independencia, que es fundamental, pero si la independencia es tan fuerte que no hay complementariedad, no hay manera de sacar adelante al país. Les doy un ejemplo, en seguridad, que ha sido uno de los grandes desafíos, si no hubiéramos construido la figura, que ya estaba en nuestra Constitución, que es el Consejo Nacional de Defensa y Seguridad, siempre estuvo ahí, desde 1982, pero ningún presidente lo puso en marcha, ahí está presente el presidente del Congreso del Poder Judicial, el Fiscal General, los ministros de Defensa, Seguridad, los operadores, o sea, directores de policía, de fuerzas armadas, de inteligencia y el presidente de la república. Si no hubiéramos logrado eso con un mando estratégico y luego una parte operativa, no tendríamos los resultados que ahora son ejemplo para la región, con mucha articulación.

Entrevistador: Usted tiene la fama de tener un trato muy amable con la gente aunque la visión de mucha gente en el país es de un hombre un poco duro, como a veces tiene que ser un presidente. También amable, pero capaz de usar todas las técnicas, maniobras políticas para lograr el objetivo, un poco el “fin justifica los medios”. Honduras tiene una historia política de mucha corrupción, especialmente en el Congreso, recientemente cinco congresistas fueron acusados de recibir fondos de gobierno, ¿ese sistema de tráfico de influencias, de comprar políticos, todavía existe o su gobierno ha tenido que optar por este tipo de estrategia para lograr los objetivos?

JOH: No debe de ser un acuerdo únicamente en función de quiénes son los miembros de una Junta Directiva del Congreso, sino por ejemplo a nosotros como partido desde luego que nos interesa mucho la reforma de acceso al crédito, dejar permanente el programa que nosotros llamamos Vida Mejor, que es un componente fuerte de lo que es el nuevo análisis multidimensional para reducir pobreza, pero si no lo sostenemos en el tiempo, no vamos a impactar en reducir pobreza. Entonces, esos acuerdos son los que ahora le van dando a cada partido que va a ser parte de esta coalición la razón de ser, de apoyar, porque van a llevar también a sus sectores, “éste es el compromiso que hicimos y ésta es la entrega que vamos a tener”. Por ejemplo, uno de los partidos que está a punto de acompañar a mi partido en el Congreso decía, “necesitamos un programa que sea de alto impacto, generación de empleo, por la necesidad de la situación en este momento”, y ahora están trabajando en eso, o sea que no es el que el fin justifica los medios así por así, sino que si hay acuerdo en que necesitamos generación de empleo, necesitamos atender los programas de largo plazo para reducir pobreza.

Entrevistador: Para insistir un poco en la pregunta, ¿todavía se compran votos en Honduras o es estilo pasado?

JOH: Yo creo que es estilo pasado en el sentido también de que a veces hay diputados o alcaldes que dicen, “yo apoyo, pero si me le dan el proyecto a mi comunidad que es hacer tal carretera”. Lo que hacen en el Congreso es igual en todo el mundo en el sentido de que alguien va y su interés local lo pone condicionado al interés nacional, sí lo apoyan para sus temas por los cuales lo eligieron. Hay varios diputados de mi departamento en Lempira que él es originario de un municipio, un proyecto de pavimentación de calles, porque la calle ahora es de tierra, y me dice, “presidente, yo puedo apoyar, pero deme la razón de ser yo el protagonista de que esa carretera se termine porque nunca se termina, nunca va a haber presupuesto”, entonces dije, “bueno, tiene toda la razón, participe”. Es un tema de poner el interés local versus el interés nacional y llegar a acuerdos. Ahora ese tipo de proyectos no lo pueden hacer los diputados, lo tienen que hacer los sistemas públicos y afortunadamente ahora ya tenemos una alianza con, se llama «Iniciativa CoST» (La Iniciativa de Transparencia en el Sector de la Construcción), es una alianza mundial de transparencia internacional donde participa mucha sociedad civil, donde los procesos de contratación se hacen en audiencias públicas en las comunidades para que todo mundo sepa qué implica el proyecto, quiénes participan en la licitación, el bidding process, y luego quién es el ganador.

Entrevistador: Presidente, la formación de la policía militar ha sido criticada por algunos grupos de derechos humanos y entiendo que han sido los responsables de la mayoría de los muertos en la violencia postelectoral, ¿esas muertes van a ser investigadas y piensa que la policía militar se debe de reformar, o deben usar diferentes tácticas como balas de goma, por ejemplo?

«Si existen también agentes del Estado violentando derechos humanos, siempre se seguirá con el proceso hasta llegar a encontrar el resultado final»

JOH: Bueno, mire, en primer lugar vamos a partir de un concepto, todo acto de violencia en Honduras debe investigarse hasta el final, no importa cuál sea el origen. En este contexto postelectoral tanto han existido actos de violencia generados porque una protesta que inicialmente fue pacífica y después se convirtió en violenta… Si ustedes van para San Pedro Sula y preguntan qué pasó con las tomas de carreteras, primero eran pacíficas y después eran los grupos de mareros armados con AK47, con fusiles de guerra y cuando ya les terminaron de pagar, que ya no les pagaban más, muchos ciudadanos dicen que les decían, “bueno, pase, pero deme dinero para pasar”, era una extorsión. Aquí se confabuló el mundo criminal con cierto grupo político, ahora probablemente el grupo político esté asustado por la dirección que tomó esto, pero repito, todo evento violento, con mucha más razón si termina en muerte, la pérdida de vida de alguien se tiene que investigar y se está investigando. Nosotros estamos conversando en este momento con la Oficina del Alto Comisionado en Naciones Unidas para Derechos Humanos, que yo los invité a que vinieran al país desde el 2014, están desde el 2015 aproximadamente, entonces, con ellos estamos estructurando un protocolo, igual con varias organizaciones de derechos humanos, para darle seguimiento a esta investigación. Yo iba a nombrar hasta después del 27 a la nueva secretaria de Derechos Humanos, pero la nombré esta semana precisamente para que ya fuera ella siendo parte de una investigación que nos lleve a la responsabilidad de lo que ocurrió, pero también se tiene una sistematización de lo que ha hecho Medicina Forense, que es parte del Ministerio Público, no es parte del poder Ejecutivo, y además la Dirección Policial de Investigación haciendo un trabajo científico de cada cosa de tal manera que aquí también se va a ver la responsabilidad de grupos no estatales violentando derechos humanos y si existen también agentes del Estado violentando derechos humanos, siempre se seguirá con el proceso hasta llegar a encontrar el resultado final.

Entrevistador: Nosotros entrevistamos a una familia en Choloma, un joven de 22 años que murió, José Ramos, que recibió una bala atrás, en la cabeza, que salió por el frente, por un policía militar; hay fotos, hay video, era un trabajador, cuatro años en una maquila canadiense de la zona. Parece que el joven tenía un récord intachable, no era marero ni nada, pero la familia dice que no los han contactado por parte de las autoridades. Él llevaba la bandera del Partido Libre, ni el Partido Libre ha llamado a la familia, que es aún peor, entonces, ¿usted espera que ese tipo de casos sea investigado al cien por cien?

JOH: Todos, sí, todos, por algo se ha conformado un equipo de parte del Gobierno y se está invitando a otros actores internacionales para poder estructurar un protocolo que nos permita llevar esto hasta el final porque se trata de la vida de los seres humanos, nadie puede justificar hacer uso de la violencia ni que estando en representación del estado o de otro grupo político para poner su razón.

Entrevistador: Presidente, regresando al punto de sus habilidades políticas, una cosa que dicen contrincantes y amigos por igual, que mira muchos pasos hacia el futuro y hablan del caso de los magistrados que usted sacó u orquestó la salida de unos magistrados de la Corte Constitucional para más tarde permitir un fallo que permitiera la reelección, ¿es cierto eso?

JOH: Lo que ocurrió en esa ocasión es que ya habíamos comenzado, ya había una decisión de implementar en Honduras lo que nosotros le llamamos “las pruebas de confianza”, identificando di alguien tiene las calificaciones o no, entonces, había una pieza de legislación que fue al poder Judicial para revisión y resulta que no había manera de que continuaran el proceso de revisión de estas pruebas de confianza sin esa pieza de legislación. En ese contexto el Congreso Nacional de la República tomó la decisión y como en Honduras siempre se tienen nóminas entre las cuales el Congreso escoge, que son resultantes de grupos de la sociedad civil, entonces, de ese mismo listado se escogió y se escogió respetando las voluntades de los partidos políticos estando en el Congreso. Pero esa crisis se origina por el problema de la ley de las pruebas de confianza porque algunos fiscales, jueces, policías, magistrados, se reunían y decían, “aquí no se puede implementar eso”. ¿Cuál es el sentido de tener una policía certificada? Que hayan pasado por esos procesos y todos tenemos que asumir esa responsabilidad; eso tiene que ver con la prueba psicométrica, eso tiene que ver con cuánto gana usted, cuál es su salario y de su familia más cercana, el tema toxicológico también.

Hoy la policía y el Ministerio Público está muy diferente a como estaba antes, ustedes no tienen idea la situación tan difícil que tuvimos que enfrentar para empezar los procesos de depuración de la policía y de otros órganos de justicia.

Entrevistador: ¿Entonces sacar a esos magistrados no fue parte de un plan maquiavélico de usted para llegar a la presidencia y reelegirse?

JOH: No, para nada. Es más, por algo les decía yo, esa decisión de la reelección pasó por dos Cortes diferentes y por dos Salas Constitucionales diferentes.

Entrevistador: Es interesante que durante sus dieciséis años en el Congreso usted hizo muchas reformas y aparte de la cuestión de la Corte Suprema, muchas reformas que luego prepararon el terreno para su mandato como presidente. ¿Usted tenía un plan en la cabeza durante el periodo de presidente del Congreso que usted iba a ser el presidente y entonces eso era ya parte del plan de gobierno?

JOH: Bueno, no necesariamente. Le voy a confiar que yo tuve la decisión de ser candidato ya al final del segundo año de estar en el Congreso; una de las primeras cosas que yo sabía que el Congreso tenía que hacer era construir un nuevo modelo de justicia. Por ejemplo, tuve la oportunidad de conversar con el expresidente Alvaro Uribe (de Colombia) una vez que yo me reúno con dos, tres presidentes que creo, ya sea de izquierda o de derecha, que creo que son referentes en algunos temas, yo les pregunto, “¿cuáles son sus tres lecciones de vida?”, y él me decía, “mire, en el tema de seguridad usted no va a enfrentar un problema de la dimensión que tiene Honduras, tan complejo y tan difícil por el crimen internacional, maras y toda la complejidad, si no tiene un presupuesto especial”. Empecé a investigar y propuse una ley para crear la Casa de Seguridad, es un impuesto especial sólo para el tema de seguridad, eso causó mucha controversia, principalmente con los empresarios y yo les decía, “en diez años lo que ahora gastan en seguridad privada ustedes se va a reducir a un 10% y se va a devenir de esto, pero cuando salen a las calles y sus familias y sus empleados están en peligro piensen que esa vida no tiene precio”; finalmente logramos pasarla.

«Bajar de 90 muertes por cada cien mil habitantes a 42, eso no se ha logrado en ningún país del mundo en cuatro años»

También impulsé la reforma a nuestra Constitución para que se permitiera que a hondureños se les pudiera extraditar; es una decisión muy difícil porque cuando se tomó la decisión en Colombia eso produjo muchos atentados, muchas muertes, y en este mismo salón invité a líderes de la Iglesia Evangélica para decirle que yo había tomado la decisión de impulsar eso, pero que iba a necesitar su respaldo. Me fui a visitar al cardenal Rodríguez también, de la Iglesia Católica, y a otros sectores, y tenía que hacerlo con mucha prudencia porque uno no sabe las condiciones que hay, de las iglesias yo no he tenido duda, entonces, el cardenal Rodríguez me acuerdo que me dijo, “mire, en eso yo estoy de acuerdo, hay que hacerlo, sólo hay que prepararlo”, porque cuando en Colombia ocurrió eso él vivía en Colombia, pero yo sabía que el país lo necesitaba, si no hacíamos eso, no íbamos a recuperar el país y eso lo aprobé también estando en el Congreso. La Ley de Pruebas de Confianza para todos los operadores de justicia también era otra parte de esa ley; el nuevo esquema de inteligencia del Estado también; crear el órgano del Consejo de Defensa y Seguridad, luego FUSINA que es la parte operativa de ese Consejo de Defensa y Seguridad para poder coordinar y articular, es un poco la experiencia que ustedes en Estados Unidos obtuvieron después del 11 de septiembre, que una de las conclusiones era mucha dispersión de las agencias que había que articular y de ahí sale el Homeland Security, pues nosotros teníamos algo similar, nada más que en pequeña escala, también desde el Congreso impulsamos esas medidas entre otras, fueron alrededor de un paquete de 30 leyes que eran como la plataforma para que el poder Ejecutivo y el poder Judicial y el Ministerio Público realmente tuvieran éxito en el tema de seguridad y mira, ahí están los resultados. B ajar de 90 muertes por cada cien mil habitantes a 42, eso no se ha logrado en ningún país del mundo en cuatro años y cuando el presidente Ricardo Maduro salió y tomó posesión el presidente Zelaya están los 42, pero cuando el presidente Zelaya toma la dirección del país empezó como un rocket a elevarse el índice de inseguridad. A esta altura, si no hubiéramos quebrado esa tendencia, no hubiéramos evitado salvar más de treinta y un mil vidas, estadísticamente hablando.

DA-JC: Entonces la parte de sus estudios de administración pública, usted hizo su doctorado, pero lo hiciste aquí en la practica, ¿no? Y mirando los modelos alrededor, el caso de Colombia, recuerdo las quejas cuando el presidente Uribe implento un impuesto para la guerra y la presión de Estados Unidos para crear un ejército profesional antes de recibir fondos como condición Plan Colombia. Usted ha estudiado estos modelos de…

JOH: Sí, yo he tomado como referencia la lucha en México, en Colombia, el tema de seguridad, de igual manera para crear policía militar vimos el caso de carabineros de Chile, el caso de la gendarmería francesa, el caso de carabinieri en Italia, entre otros. Y yo quiero poner en contexto que cuando tomé esa decisión es porque mirábamos una policía nacional prácticamente al servicio del mundo criminal; si no hubiera votado el paso, no estaríamos ahora con un renacer de nuestra policía nacional, muy profesional ahora, con muchos recursos que hemos invertido, financieros, de la cooperación internacional y sobre todo recursos hondureños; estamos construyendo una policía que va a ser referente en la región. Pero también hablando de la época del Congreso, de ese momento, nuestra preocupación estaba en el problema económico del país, en unas finanzas públicas deterioradas, con déficit de casi 9%, un crecimiento económico de tan siquiera de 2%, entonces, empezamos también a trabajar las bases de lo que iba a ser el nuevo modelo económico. Afortunadamente lo hemos llevado, cuando recibimos el gobierno de 2.8, estamos hablando del 2017 con 4.3, 4.4; ahora lo que hace falta es que estos niveles macroeconómicos nos permitan llevarle a la clase media y a los sectores más necesitados también esas oportunidades y por eso estoy luchando por la reforma de acceso al crédito, la reforma, la reforma de la seguridad social.

DA-JC: Los críticos dicen que la reelección es cuestión del poder del presidente, pero, se puede verlo de otra manera, como que para un país como Hondura que ha quedado atrás, y cuatro años para cambiar eso, esa realidad, y sacar a Honduras de esa triste realidad, a ser un país moderno con todos los recursos que existen en Honduras, con el clima, con las montañas, con el café, con la costa, con el turismo, etcétera, eso era parte de la motivación de buscar la reelección? ¿en ocho años sí, pero en cuatro qué se puede hacer realmente?

«No debe de pasar, en el caso de Honduras, de una reelección más»

JOH: Sí, yo parto de una estadística, miren ustedes todos los países desarrollados del mundo, ¿tienen o no la opción de que alguien pueda reelegirse? Prácticamente todos. Si vemos por ejemplo Estados Unidos, tienen ahí la reelección por un periodo nada más; miremos el caso de Alemania, de Merkel, igual, entonces, al final, no se puede construir en cuatro años algo sostenido de mediano y largo plazo para hacer un cambio en una nación como la nuestra y ésa es realidad para todo país del mundo. Ahora, tampoco creo que sea necesario estar más de ocho porque en un periodo de ocho años los cambios que empiezan a gestarse para potenciarlos requieren de otra visión también. En ese sentido, yo debo reconocer, si yo no hubiera tenido la oportunidad de estar en el Congreso, por ejemplo, el tema de seguridad y el tema macroeconómico, no tendríamos los resultados ahora si antes no hubiéramos estructurado esa reforma. Por ejemplo ahora, oportunidades de empleo, tenemos un plan por primera vez en Honduras con el sector privado de crecimiento económico que le llamamos Honduras 2030; contratamos una de las firmas de mayor prestigio, McKinsey, estudiaron la economía mundial, la economía regional y la de Honduras, nos quedamos con seis sectores, pero en cuatro años no terminamos de implementar. Estoy convencido de que en estos próximos cuatro años que comenzamos se va a ver el derrame, en ese sentido es necesario tener ese espacio de consolidación, pero repito, no debe de pasar, en el caso de Honduras, de una reelección más.

DA-JC: Me imagino que en la peor parte de la crisis, de crimen, homicidios, cuando tomó posesión usted en un momento muy fuerte, ¿tuvo amenazas, tuvo algunas dudas en enfrentar lo que aparentemente está enfrentando en cantidad de intereses poderosos y violentos? ¿Cómo fue ese momento?

«Aquí tuvimos que enfrentar cuatro cárteles de los más importantes que operaban en Honduras y en Centroamérica»

JOH: Mire, yo sabía que al iniciar esto íbamos a tener reacciones; en una ocasión, era un 15 de septiembre que en Honduras es una gran fiesta, vamos al estadio y hay desfiles, la noche antes me llamó el embajador nuestro en Washington, me dijo que lo habían visitado dos agentes del FBI que por obligación de ley tenían que comunicarle algo que él quería transmitir, esa información que me dio coincidió con la información que me vino a dar aquí a mi casa con su equipo de seguridad el embajador Nealon, el embajador norteamericano. Afortunadamente las fuerzas hondureñas pudieron también capturar a alguno de ellos, ellos estaban esperando que yo después volara de Tegucigalpa a Gracias, Lempira, que es mi tierra natal, pero se logró actuar a tiempo. Pero de ésos hay una serie de casos que yo debo agradecer también a Estados Unidos, nos ha avisado a tiempo y otros casos por la propia inteligencia nuestra; aquí tuvimos que enfrentar cuatro cárteles de los más importantes que operaban en Honduras y en Centroamérica, conectados con la gente de México; tuvimos que enfrentar maras y pandillas, expolicías que fueron depurados, probablemente algunos empresarios ligados a este tipo de actividades ilícitas que no les cayó bien que pusiéramos orden en el país, todos esos sectores también participaron del proceso electoral en contra nuestra.

DA-JC: Algunos de sus políticos han intentado vincularte con el narcotráfico usando el ejemplo de cosas que se han mencionado en la Corte en Estados Unidos sobre su hermano. En esa época los narcos intentan llegar a todo mundo, incluso lo revelan las transcripciones de llamadas telefónicas de Fabio Lobo donde él dice a uno de los Cachiros que él va a llamarte, que él conoce muy bien al presidente Hernández y, “confía en mí porque yo sí puedo lograr algo con él”, ¿ellos han intentado llegar a la presidencia para corromper el país?

Ellos ni me quieren ver en la presidencia y tampoco me quieren ver vivo»

JOH: Yo tomé una posición desde la campaña del 2013, desde que estaba en el Congreso, dije, “ni parientes ni amigos ni miembros de mi partido ni nadie se me acerquen con propuestas reñidas con la ley”, ése fue como un blindaje muy importante para mí. Claro, el mundo del crimen organizado como de cualquier otra participación ilegal me imagino que buscan, lo importante es cómo está usted parado y definido en su posición. Tanto así que mire todo lo que ocurrió después, incautaciones de bienes a narcotraficantes como nunca y creo que como en ningún país de Centroamérica, extradiciones hacia otros países, no sólo hacia Estados Unidos, sino a Colombia, México; capturas también aquí que están encarcelados aquí, en fin, el trabajo que hemos hecho ha sido consistente con lo que dijimos, “nadie está por encima de la ley y aquí en este esfuerzo tenemos que llevarlo hasta el final para repurgar el país”, y afortunadamente está ocurriendo, está ocurriendo. Claro, yo no desconozco que ellos ni me quieren ver en la presidencia y tampoco me quieren ver vivo, que era parte de sus conversaciones y de sus esfuerzos, pero se trata de esa lucha del bien contra el mal; el país merece vivir en paz y tranquilidad, es una tragedia lo que Honduras ha vivido en el pasado y si no lo hacemos nosotros, los hondureños, ¿quién más lo va a venir a hacer?

DA-JC: ¿Y Fabio cumplió con la palabra e intentó llamarte?

JOH: No, no que yo recuerde.

DA-JC: Para usted entonces hubo una amenaza contra que iba a volar el helicóptero en el que viajaba esa vez el 15 de septiembre. ¿Como cuántas amenazas ha tenido usted?

JOH: Mire, con comunicaciones con gente de Estados Unidos, con gente de seguridad de ellos y de los embajadores por lo menos unas cinco veces y ya en términos de la información de nuestros equipos de inteligencia creo que hasta ya perdí la cuenta. Una ametralladora 50 para dispararle al helicóptero, la encontraron allá en el sector … en Gracias, Lempira … Era para derribarlo. Hay varios enjuiciados en Honduras. Los otros casos estaban relacionados con operadores de narcotráfico en la Mosquitia.

DA-JC: Para resumir un poco, hemos hablado con varias personas, por ejemplo con la ex-recto del UNAM, Julieta Castellanos, con la sociedad civil, gente como Carlos Hernández, con el alcalde de Tegucigalpa y parece que hay un consenso de que tiene que haber un antes y un después de las elecciones del 26 de noviembre. De cierta manera hay un sentido de que no importa si hubo fraude o no, la elección fue un poco un desastre, ¿eso quizás puede marcar un rompimiento con un sistema político viejo y un sistema político más moderno como usted mencionó al principio, una gran reforma?

JOH: Debe haber un nuevo sistema que vaya acorde también con la realidad y hay un tema que es fundamental y yo quiero decirlo ahora para ustedes y para el mundo, los grupos criminales siempre han tratado de influenciar las elecciones en muchos de los países donde ellos quieren operar a sus anchas, a su gusto, pero en estas elecciones antes de las elecciones sólo mi partido tuvo que cambiar más de 250 miembros de mesa porque los fueron a amenazar a sus casas; perdimos uno de nuestros dirigentes de barrio porque lo asesinaron y le dejaron encima de su cadáver un rótulo diciendo que era porque apoyaba a Juan Orlando Hernández. Luego, el día de las elecciones abundan testimonios, y valdría la pena hacer una investigación muy precisa para ver la incidencia de la manera en que le metieron temor a la gente para que no votar a favor de nosotros y eso desde grupos de narcos a través de sus empleados y grupos de pandilleros o de mareros. Cuando usted revisa el patrón de votación de ciertas zonas en el país con el resto de las elecciones anteriores, usted nota que ahí bajó.

Qué pasó después, en postelecciones? Si bien se dieron algunas marchas pacíficas, después se convirtieron en marchas violentas porque quienes hacían los actos violentos son los grupos criminales, tanto así que existen videos y fotografías con los líderes de la alianza del Estado pagando dinero a los mareros. Cuando dejaron de pagarles los mareros decidieron utilizar las manifestaciones para cobrarle a la gente porque aquí hemos tenido una lucha fuerte contra la extorsión también. Entonces, aquí hubo una participación de expolicías depurados, líderes de las maras, del narcotráfico, con políticos y por eso el nuevo modelo electoral debe de prever que este tipo de influencia que trastoca la voluntad del elector, por lo tanto no es democracia, debemos de evitar que ocurra porque hoy es Honduras, mañana va a ser El Salvador o Guatemala o en cualquier otro lugar del orbe, del planeta, donde los grupos criminales quieren tener sus propias leyes, entonces, me parece que ése es un tema clave.

DA-JC: Y la otra parte, una parte es proteger el país de las influencias malas de donde vienen y la otra es el componente interno de las fuerzas políticas legítimas, ¿no?

JOH: También, por eso nosotros proponemos la ciudadanización de las mesas para que no estén los partidos políticos en las mesas, sino los ciudadanos. Yo impulsé la Ley de Política Limpia que es la ley de financiamiento político; logramos que se aprobara en el Congreso y eso ha ayudado mucho, pero el otro efecto que ya no lo hace el dinero, pero lo hace la intimidación de decirle a alguien que va a perder su vida si trabaja para determinado partido o vota de tal forma, eso también tenemos que resolverlo.

DA-JC: ¿Y usted cree que su legado en el 2022, cuando usted deje el poder, sea el presidente que sí logró transformar el país?

JOH: Sin duda, este país va a quedar más seguro, con un aparato económico creciente, pero sobre todo una economía que mueva a los más humildes, a la clase media que no ha sentido esos beneficios y con un nuevo sistema educativo de calidad más toda la parte de logística desde Honduras para la región Centroamericana, eso va a ser algo muy impactante y sobre todo recursos suficientes para que los más humildes, los más pobres, con el programa Vida Mejor tengan un mejor nivel de vida, no solamente con su casa algunos nueva o mejorada, sino también con acceso a agua, educación, salud, con otro nivel, y ahí vamos a haber cumplido el círculo de lo que llamamos la medición multidimensional de pobreza porque hemos estado con un esquema de que sólo es por el ingreso y alguien puede tener dinero, pero puede vivir en una situación sumamente difícil, pobre, en miseria, en su propia casa sin educación, entonces, tiene que ser completo para que la dignidad del ser humano alcance otros niveles.

DA-JC: Sobre si o no hubo fraude, parece que nunca nadie va a estar completamente satisfecho en cada lado y lo más importante es avanzar. ¿Pero ése va a ser el gran desafío, conquistar las dudas y dejar el 26 de noviembre atrás, no?

JOH: No, y cuando salga ya toda la narrativa con todos los documentos que respaldan se van a dar cuenta, por ejemplo, nunca en América Latina se había abierto casi un tercio de las urnas y volverlas a contar voto a voto, ganamos ahí con una diferencia importante. Luego también ellos dijeron que no iban a reconocer los resultados de esa noche, lo dijeron desde seis meses antes, sin embargo eso era lo que decían, que ya la noche de la elección decían, “ah, ve, vamos ganando”, y era lo que habían dicho que no iban a reconocer, y la admisión de la observación de la OEA y también de la Unión Europea nos pidieron a todos copia de las actas, nosotros desde el siguiente día les dimos las copias, ellos no las entregaron hasta casi mes y pico después, pero de todas las actas que se lograron recolectar hicieron las corridas estadísticas y en todas ganamos, en las actas de ellos también, de la oposición.

DA-JC: Hemos estudiado bastante el tema y la parte que es difícil entender y quizás el error más grande es que si alguien hubiera dicho antes del 26 de noviembre que sólo se iba a poder contar 64% de los votos la noche de la elección y que 36% del voto no se iba a poder contar hasta el día después, dos, tres días, mientras que llegaban los camiones con las actas, quizás en todo el mundo, la prensa, el público, los que estaban estudiando los resultados en el server de Amazon, hubiera sabido que hay que tener paciencia.

JOH: Ahí lo que pasa es que siempre hay que recordar, y yo lo decía en mi campaña, esto no se termina hasta que se termina. Es una tradición en Honduras que nosotros tenemos mucha fuerza en el sector rural, pero no hay conectividad para mandar la información. Me parece que sí pudieron haber habido algunos temas de comunicación que pueden mejorar, es parte de lo que hay que mejorar, pero en un proceso electoral lo que cuenta es cada uno de los votos y los votos aquí en Honduras son en papel, no es un voto electrónico.

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