La ‘ruta de la muerte’: migrantes africanos hacia EEUU
Los casi 3,500 migrantes africanos varados en la sureña Chiapas temen que les ocurra lo mismo que a unos 311 indios que fueron deportados esta semana, según anunciaron las autoridades migratorias mexicanas. En un intento desesperado por alcanzar la frontera entre México y Estados Unidos, algunos de los migrantes africanos que llevan meses varados en el sur mexicano están arriesgando sus vidas en una peligrosa vía marítima o pagando miles de dólares a coyotes para lograr llegar a Tijuana y, de ahí, cruzar a suelo estadounidense. Cerca de 3,500 inmigrantes que emprendieron un recorrido de meses tras partir desde África, pasando en la mayoría de los casos por Brasil y Ecuador hasta alcanzar Chiapas, en el sur de México, llevan meses esperando en la estación migratoria Siglo XXI, ubicada en Tapachula. Habitualmente, los africanos son catalogados como apátridas debido a que carecen de una representación consular en México, por lo que de acuerdo con las normas mexicanas pueden solicitar residencia permanente. En el pasado, también utilizaban un documento expedido por las autoridades que le daba un plazo de casi tres semanas para salir del país para, en ese plazo, moverse hacia la frontera norte. Sin embargo, ahora el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador busca contener con más fuerza el flujo de migrantes que llega hasta la frontera con Estados Unidos ante las amenazas de su par Donald Trump de elevar los aranceles a los productos mexicanos. La deportación de 311 indios informada en la víspera por el Instituto Nacional de Inmigración (INM) ayuda a ilustrar estos esfuerzos. El mismo INM reconoció que se trató de una operación inédita para México. «Cabe destacar que no existe precedente en la historia del INM -ni en la forma, ni en el número de personas- de una conducción aérea trasatlántica, como la llevada a cabo este día», detalla el INM en un comunicado. También lo ilustró el reciente bloqueo de un grupo de entre 2,000 y 3,000 migrantes africanos y haitianos que había caminado más de 10 horas desde Tapachula por parte de efectivos de la Guardia Nacional que los cercaron en una carretera federal en Tuzantán. Este escenario de deportaciones al otro lado del Atlántico podría replicarse ahora con algunos migrantes africanos. Luis García Villagrán, un abogado del Centro de Dignificación Humana que defiende los derechos de los inmigrantes, dijo a Univision Noticias que el gobierno mexicano comunicó a los cameruneses –que según sus estimaciones suman de 1,300 a 1,500 en Tapachula– que ya cuentan con representación consular, por lo que ya no serían considerados apátridas.
«Ya no iban a ser considerados apátridas para una sola cosa, para ser deportados, lo cual ya empieza a ocurrir», dijo Villagrán en una conversación telefónica. El abogado aseguró que hasta el momento han sido deportados unos 200 cameruneses, lo que no ha sido confirmado hasta el momento por el INM, como sí ocurrió con la deportación de indios.
Cifras oficiales reflejan que, entre enero y agosto de este año, la cantidad de ciudadanos africanos y asiáticos devueltos a sus países fue prácticamente nula: apenas 8 de Asia y 2 de África, frente a los 93,073 de América Central.
«No pueden regresar, no tienen dónde regresar»
Ante la posibilidad de ser deportados, algunos cameruneses están haciendo «de todo» para salir de Tapachula, dijo el abogado. «Muchos buscaron familiares en Estados Unidos, otros en donde quiera que están para que les enviaran dinero y tomaron todas las rutas habidas y por haber con polleros y traficantes humanos para salir de Tapachula», advirtió Villagrán.
«Esto desencadenó eventos trágicos, como la gente que se fue por la ‘ruta de la muerte’ por el mar», agregó en referencia a la salida de precarias embarcaciones por una zona conocida como Puerto Madero hasta algún punto de Oaxaca.
La semana pasada, una de estas embarcaciones naufragó con una veintena de migrantes africanos. Se ahogó un hombre de 39 años identificado como Emmanuel Chel Ngu, de 39 años, dos permanecen desaparecidos y ocho pudieron ser rescatados.
Villagrán aseguró que algunos migrantes varados en Tapachula están pagando unos 300 hasta 1,000 dólares únicamente para que los ayuden a salir del lugar y llegar hasta alguna parte de Oaxaca. Unos, agregó, están pagando otros 3,000 dólares para que los trasladen por carretera hasta la frontera norte.
«El recorrido que hicieron les llevó años. La gente de África dice ‘yo regreso muerto, de aquí me van a sacar muerto’. La desesperación es verdaderamente de llamar la atención, porque ellos no pueden regresar, no tienen dónde regresar», dijo Villagrán.
«El muro de Donald Trump esta aquí en el sur, no hay necesidad de que lo haga físicamente allá. El muro de Trump es este muro de burocracia que hay al interior de las instituciones dedicadas a solventar la movilidad humana», sentenció.