Quiénes están tras el tráfico de inmigrantes?

James Matthew Bradley, acusado de manejar el ‘camión de la muerte’ hasta San Antonio, es el más reciente de varios detenidos en los últimos años por transportar a inmigrantes en ‘hornos’ Diez personas fallecieron tras viajar en el tráiler del camión que manejaba James Matthew Bradley, de 60 años de edad. El conductor, quien podría ser sentenciado a la pena de muerte o cadena perpetua por la tragedia en San Antonio, asegura que viajaba de Schaller, Iowa, a Brownsville, Texas, y que no sabía que transportaba a inmigrantes hasta que se bajó en un Walmart para ir al baño, según documentos judiciales. El letal desenlace en San Antonio ha puesto los reflectores sobre Bradley, quien tenía la licencia comercial suspendida, pero está lejos de ser el único. Una revisión de notas de prensa oficiales y documentos judiciales dan cuenta de una serie de conductores arrestados en condiciones similares. Estos son solo algunos: En la noche del 5 de abril del 2016, agentes en un punto de control en Freer notaron que George Lester Stewart, de 61 años de edad, estaba nervioso. Decidieron pasar el camión de mudanzas Penske que manejaba por rayos x y notaron siluetas de personas. Los agentes encontraron a 10 inmigrantes indocumentados en el contenedor. No tenían agua, ni comida, ni mecanismo de circulación de aire, según la querella. Llevaban allí varias horas bajo temperaturas de 90 grados Farenheit. Stewart, un oriundo de Wheeler, Michigan, le dijo a las autoridades que no tenía la llave del candado para abrir el contenedor del camión amarillo. Stewart alegó que, cuando alquiló el camión, lo inspeccionó y estaba vacío, pero luego un hombre hispano, al que llamó “Mike”, lo llevó a un Walmart donde compró una especie de uniforme de conductor. Mientras estaba en la tienda, le dejó las llaves del vehículo a otro hispano. Cuando regresó al estacionamiento, notó que el camión estaba parado en otro lugar, aseguró. Le dieron un teléfono celular y le dijeron que manejara hasta Houston pasando por Laredo. Cuando estaba en la autopista cerca de Freer le avisaron que pasaría por un punto de control y le dijeron que mintiera, según argumentó. Stewart, quien según su abogado era indigente, se declaró no culpable. Aseguró que lo habían contratado para mudar unos muebles de McAllen a Houston, pero negó saber nada de los inmigrantes que llevaban en el camión. La jueza que presidió el caso destacó la “extensa historia criminal de Stewart” así como el peligro al que expuso a los inmigrantes, según una nota de prensa de ICE. Dos de los inmigrantes, que sirvieron como testigos en el caso, aseguraron haber pagado $9,500 para venir a Estados Unidos. Stewart no convenció al jurado de su inocencia y en abril de este año fue sentenciado a cerca de 6 años en prisión y tres de libertad condicional. También está Drew Christopher Potter, quien fue detenido en septiembre de 2015 luego de que un empleado de una tienda en la autopista I-35 Sur llamara al 9-1-1 para reportar que varias personas estaban saliendo del tráiler de un camión. Las autoridades encontraron a 39 inmigrantes indocumentados: 28 hombres, siete mujeres y cuatro niños de Guatemala, El Salvador y México. En sus primeras entrevistas con agentes federales, Potter argumentó que no sabía que llevaba a inmigrantes en su camión y que ya había transportado “tráilers abandonados” en el pasado. Le habían ofrecido $800 para llevar el camión de Laredo a San Antonio, dijo. “Mientras menos sepa, mejor”, razonó Potter, oriundo de Watuga, Texas. Viaje mortal: El drama que vivieron los sobrevivientes de hacinamiento en un camión, para llegar a Estados Unidos.  Aseguró que, tras meterse en problemas por consumir drogas, necesitaba dinero para mantener a sus cuatro hijos. Por eso, le dijo a la policía, publicó un anuncio en Craiglist ofreciendo sus servicios como conductor. Lo contrataron y le pidieron que durmiera en un motel en Laredo. A la mañana siguiente le entregaron el camión, según le dijo a las autoridades. Sin embargo, dos inmigrantes que iban en su camión aseguraron que les había dado agua porque era “extremadamente caluroso” en aquella noche de septiembre del 2015. Potter, de 33 años, enfrentaba hasta 10 años de cárcel y una multa de $250,000. Luego de llegar a un acuerdo con el gobierno, se declaró culpable de un cargo de conspirar para transportar a indocumentados. Fue sentenciado a 41 meses de cárcel y tres años de libertad condicional. Cuando el 25 de mayo de 2015 agentes migratorios en Laredo le preguntaron a Marcus Randall Johnston, de 42 años de edad, si llevaba a alguien en su camión, les respondió: » Nop, chico, estoy solo», según la querella en su contra. Pero al inspeccionaron encontraron a nueve inmigrantes escondidos debajo del colchón, en los clósets y otras áreas del vehículo de carga. Ocho provenían de México y uno de Ecuador. Todos admitieron que habían pagado $2,000 de los cerca de $6,000 que debían por el viaje. Johnston, un conductor de camiones de Kensett, Arkansas, no tardó en confesar. Admitió que le habían pedido que llevara a dos inmigrantes de Laredo a Cotulla y que, una vez allí, le iban a dar instrucciones sobre sus destinos. Le prometieron $2,000 por cada uno. Pero aseguró que luego le montaron a nueve. También dijo que ya había transportado a indocumentados antes. Los inmigrantes, que fueron testigos en el caso, declararon que los habían llevado de varias “casa de seguridad” al camión. Johnston se declaró culpable de transportar a indocumentados con fines lucrativos. Enfrentaba 20 años de cárcel y una multa de $250,000, pero llegó a un acuerdo con el gobierno y fue sentenciado a 18 meses de prisión en agosto de 2015.

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