Alta ejecutiva de Huawei arrestada en Canadá enfrenta posible extradición a EEUU
La detención de Meng Wanzhou en Vancouver podría estar ligada a la posible violación de la compañía a las sanciones a Irán o a las acusaciones de que está usando su tecnología para espiar en suelo estadounidense. Las autoridades canadienses arrestaron el fin de semana pasado a la hija del fundador del gigante de telecomunicaciones chino Huawei tras una solicitud del gobierno de Estados Unidos, lo que podría agravar las ya difíciles relaciones comerciales entre los gobiernos de Washington y Pekín. Meng Wanzhou, jefa de finanzas y miembro del directorio de la empresa, fue detenida en Vancouver, Canadá, mientras hacía un trasbordo entre aviones el pasado primero de diciembre y ahora podría enfrentar una solicitud de extradición. A pesar de que Huawei dijo desconocer las razones del arresto, reportes de medios indican que puede estar conectado con las supuestas violaciones de la empresa a las sanciones impuestas por EEUU a Irán o el hecho de que congresistas acusan a la compañía china de ser una amenaza a la seguridad nacional al aseverar que sus celulares tienen tecnología para espiar a clientes en suelo estadounidense. En todo caso, en un comunicado escrito, Huawei señaló que cumple con «todas las leyes aplicables y regulaciones donde opera, incluidas las aplicables al control de exportaciones y sanciones establecidas por Naciones Unidas, Estados Unidos y la Unión Europea».
La empresa también indica que cree que el sistema judicial canadiense llegará a esa conclusión.La Embajada de China en Ottawa emitió también un comunicado donde establece que Meng Wanzhou no ha violado ninguna ley canadiense o estadounidense. Este viernes la ejecutiva tendrá una audiencia en corte donde posiblemente se establecerá una fianza. Pese a que el diario financiero The Wall Street Journal reportó el pasado mes de abril que las autoridades estadounidenses estaban investigando si la empresa china había violado las sanciones impuestas a Irán, no hay información que establezca que eso haya ocurrido. China y Estados Unidos viven un momento de tensiones comerciales con el establecimiento recíproco de aranceles a cientos de productos, lo que podría tener un impacto imposible de medir para las dos más grandes economías del planeta. En el marco de la cumbre del G-20 realizada en Buenos Aires el pasado fin de semana, el presidente Donald Trump y su contraparte chino Xi Jinping aparentemente establecieron una tregua, aunque este pacto de caballeros no ha podido ser confirmado por fuentes independientes. Estados Unidos ha criticado durante años a China por violar sus patentes y robar tecnología, especialmente de telecomunicaciones y tecnología. Además lo acusa de mantener su moneda, el yuán, devaluado para abaratar los precios de sus productos en el extranjero. A esto se suman los temores de que China esté espiando a Estados Unidos usando tecnología desarrollada por Huawei. El gobierno estadounidense ha sospechado durante mucho tiempo que Huawei, un importante fabricante de teléfonos inteligentes, mantiene vínculos con los líderes comunistas de China.
Además, el año pasado, el principal rival de Huawei, ZTE, se declaró culpable de violar las sanciones de Estados Unidos contra Irán y Corea del Norte, y pagó $892 millones en multas impuestas por los departamentos de Justicia, Tesoro y Comercio.