ANTHONY FAUCI, EL EPIDEMIÓLOGO DE LA CASA BLANCA, CUMPLE 80 AÑOS

El Director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de EEUU está casado con una enfermera y tiene tres hijas. “La gente está harta de Fauci”. Así se refería en octubre el entonces presidente de EEUU Donald Trump a uno de los inmunólogos más importantes de todo norteamérica. Y es que Anthony Fauci, que este 24 de diciembre cumple 80 años, se ha convertido en la ‘peor pesadilla’ del magnate en la gestión del coronavirus y ha sido muy crítico con los mítines multitudinarios de Trump en la carrera electoral en los que no se respetaban las medidas sanitarias recomendadas en todo el mundo para reducir la propagación de la Covid-19.

Fauci nació y creció en Brooklyn. Sus padres eran Stephen A. Fauci y Eugenia Abys Fauci y regentaban una farmacia situada debajo de su apartamento en el barrio residencial de Dyker Heights, muy conocido hoy en día por sus espectaculares decoraciones e iluminaciones navideñas que cada diciembre son visitadas por miles de personas. Su progenitor se formó en la Universidad de Columbia y su madre y hermana Denise trabajaban en el registro de medicamentos mientras el joven Anthony ayudaba con la entrega de las recetas en su bicicleta. El inmunólogo tiene antepasados italianos, concretamente, sus abuelos paternos, Antonino Fauci y Calogera Guardino provenían de Sciacca, Sicilia, y su abuela materna, Raffaella Trematerra era una costurera de Nápoles que se casó con Giovanni Abys, nacido en Suiza y artista conocido por sus pinturas de retratos e ilustraciones que hizo para revistas en Italia. Todos emigraron a Estados Unidos a finales del siglo XIX. El joven Fauci asistió al Regis High School, una escuela jesuita privada en el Upper East Side de Manhattan y allí le encantaba jugar al baloncesto (llegó a ser capitán del equipo de su colegio).

De ‘villano’ a héroe en la lucha contra el sida

Tras los estudios de Secundaria, Anthony estudió Artes en Clásicos en el College of the Holy Cross, también universidad privada y católica, y tras graduarse en 1962 ingresó en la escuela de Medicina del Colegio Médico de la Universidad Cornell donde se licenció como primero de su clase y obtuvo un doctorado en Medicina en 1966. Su primer trabajo como médico interno fue en el departamento de medicina interna en el Hospital de Nueva York-Centro Médico Cornell, ahora conocido como Medicina Presbiteriana de Nueva York/Weill Cornell. Poco después se convirtió en asociado clínico en el Instituto Nacional de Salud (NIH), que forma parte del Departamento de Salud y Servicios Humanos y es una agencia de investigación médica nacional cuyos descubrimientos han ayudado a mejorar la salud de millones de personas.

En 1974 se convertía en director de la sección clínica de dicho instituto y seis años más tarde era nombrado jefe del Laboratorio de Inmunorregulación, para pasar a ser en 1984 en el director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, en cuyo cargo (que ostenta hoy en día) ha asesorado a seis presidentes de Estados Unidos. Reconocido como uno de los miembros más prestigiosos del sistema público de salud americano, ha sido uno de los grandes exponentes en la lucha contra el sida desde los años ochenta cuando la población se lamentaba (y le criticaban de manera directa a él personalmente) por la falta de interés de las autoridades con respecto a esta enfermedad.

Fauci se reunió con los grupos más vulnerables y consiguió algunos cambios en la forma en la que estaban manejando la enfermedad desde el sistema público, como el aceleramiento en la producción de algunas medicinas para tratarla. Logró avances significativos en la comprensión de cómo el VIH destruye el sistema inmunitario del cuerpo y ayudó a desarrollar estrategias para reforzar las defensas. Además, hizo que los pacientes tuvieran voz en la vida pública, siendo un ejemplo de inclusividad sin precedentes. Ha contribuido con sus investigaciones a los tratamientos de inmunología y para enfermedades infecciosas a través de estudios sobre la respuesta inmunológica de los humanos. Fue uno de los principales ‘arquitectos’ del Plan de Emergencia Presidencial para la lucha contra el sida, un programa que ha salvado millones de vidas en unos 50 países en desarrollo.

 

Fauci fue asesor de Obama.NATIONAL INSTITUTE OF ALLERGY AND INFECTIOUS DISEASES

Ha colaborado con seis presidentes

Desde el año 2001, Fauci ha sido además asesor del gobierno americano en cuestiones de bioterrorismo y su figura fue fundamental después de los ataques sufridos con Ántrax para preparar al gobierno ante posibles ataques con armas biológicas y en la producción de vacunas para combatirlos. Además, ha sido uno de los médicos que ha tratado de convencer al Congreso de EEUU para que aporten más dinero a enfermedades infecciosas como el Virus del Nilo del Oeste (bajo el mandato de Bill Clinton), la gripe porcina (con Obama), el ébola y el SARS (con George Bush). Es miembro de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos y en 2008 recibió la Medalla Presidencial de la Libertad, entre otros galardones.

Conoció a su mujer ante un paciente con sida

Precisamente durante sus primeras investigaciones en la lucha contra el sida fue cuando conoció a la que luego sería su mujer, Christine Grady (68), una enfermera que se ocupaba de pacientes con esa enfermedad. Él le pidió ayuda para poder traducir algunas instrucciones a un paciente portugués. Cuando terminó la jornada, él le pidió una cita. La pareja continuó trabajando con ellos incluso mientras ella estaba embarazada de su primer hijo, en una época en la que aún se desconocían las posibles vías de transmisión del VIH. Grady creció en Livingston, en New Jersey. Su padre, John H. Grady se graduó en la Universidad de Yale y fue veterano de la Segunda Guerra Mundial además de alcalde de Livingston. Su madre, Barbara, era ayudante del decano de la Seton Hall University School de Derecho. Tiene cuatro hermanos, uno de ellos es fiscal del Departamento de Justicia y otro es el fundador de la ONG iLive2Lead.

Christine se graduó en enfermería y biología en la Universidad de Georgetown en 1974 y luego llevó a cabo un máster en Ciencias de la Enfermería en el Boston College y obtuvo un doctorado en Filosofía y Bioética en Georgetown. Además de trabajar como enfermera, ha desarrollado una importante carrera en la investigación sobre el VIH y ha sido miembro de la Comisión Presidencial para el Estudio de Cuestiones Bioéticas desde 2012 hasta 2017. Forma parte de la Academia nacional de Medicina y del Instituto Kennedy de Ética, entre otros. En la actualidad, Grady es jefa del Departamento de Bioética del Instituto Nacional de Salud.

Dos de sus hijas viven en California

Anthony y Christine se casaron en 1985 y tienen tres hijas: Jennifer (34), Megan (32) y Alison (28), a las que criaron en Washington, donde vive el matrimonio desde hace más de veinte años. Las tres estudiaron en el colegio privado solo para chicas National Cathedral. La mayor, Jennifer, estudió en las universidades de Harvard y Columbia, donde llevó a cabo un máster en Desarrollo y Psicología Infantil, y actualmente está terminando un post doctorado en Psicología infantil y de la adolescencia en el centro Cambridge Health Alliance en Massachusetts. Trabajó durante dos años como profesora de Ciencias en una escuela sin ánimo de lucro en Brooklyn y también lo hizo en una escuela de Washington en 2011.

La mediana, Megan, estudió en la Universidad privada Johns Hopkins en Baltimore y trabaja como profesora de educación infantil en Nueva Orleans. La menor de las tres hermanas, Alison, trabaja para Twitter como ingeniera de software y fue campeona de remo en la Universidad de Stanford. Vive en California y está al frente de la organización benéfica November Project San Francisco. El novio de la joven fue noticia hace tan solo unos días tras darse a conocer que el hermano de su novio, de 32 años, había fallecido como consecuencia del coronavirus. “Nuestro padre trabaja muy duro todo el día y está centrado en eso mientras está en su despacho. Pero cuando llega a casa se puede pasar horas cantando ópera en la cocina y bailando”, explicaba Jennifer al ser preguntada por su padre en el Washington Post hace ya unos cuantos años.

Aficionado a la pesca y el tenis

Después de más de tres décadas juntos, Christine se mostraba hace unos meses algo preocupada por la apretada agenda de su marido (dicen que trabaja 16 horas al día) tras ser llamado por la Casa Blanca para formar parte del grupo de expertos para luchar contra el coronavirus. “Intento que descanse lo suficiente, que beba agua, que coma y duerma bien y que sea selectivo a la hora de decir que no a ciertas cosas”, explicaba en CNBC. Pese a las presiones recibidas en los últimos tiempos, Fauci adora su trabajo por encima de todo (también le encanta pescar, el tenis, cocinar y el arte) y no está dispuesto a retirarse (Biden ya ha dicho que cuenta con él para su equipo) hasta encontrar una vacuna contra el Sida. “Solo quiero hacer mi trabajo. Soy realmente bueno, creo que puedo aportar y voy a seguir haciéndolo”, decía el doctor en The Atlantic hace un par de meses