Crece el rechazo al plan republicano para cambiar el programa de visas H-2A para trabajadores del campo

La iniciativa recomienda reducir los salarios, eliminar el pago de alojamiento por parte del empleador, y quita a los trabajadores el derecho de poder demandar a sus patronos. Un comité de la Cámara de Representantes votó este miércoles a favor de un proyecto sobre los trabajadores agrícolas que, de ser aprobado por el pleno y luego por el Senado, eliminaría el programa de visas tipo H-2A. En su reemplazo, el proyecto de ley crearía otro programa que asignaría una cuota anual de 450,000 nuevas visas, que se llamarían H-2C. Si bien el plan multiplicaría el número actual de 66,000 visados anuales para campesinos, los demócratas advirtieron que no darán un solo voto a una iniciativa que, aseguran, elimina derechos y beneficios laborales, entre ellos una dramática reducción de salarios. Se trata del plan H.R. 4092 (Agricultural Guestworker Act, o Ag Act), patrocinado por el representante republicano Bob Goodlatte (Virginia). La iniciativa fue aprobada por 17 votos a favor y 16 en contra. Goodlatte preside el Comité Judicial de la Cámara. El Ag Act sustituiría el actual sistema que cada año regula la entrega de visas de no inmigrante tipo H-2A para trabajadores agrícolas. También impactaría el programa de visas tipo H-2B para trabajadores temporales no agrícolas, que otorga otros 66,000 visados. Para ser elevado al pleno, el Comité Judicial deberá ahora revisarlo e incluirlo en la agenda de debates y aprobaciones.

Los aplausos

La mayoría de los grupos agrícolas están a favor del proyecto de Goodlatte. «Estamos alentando al comité a avanzar en esta legislación y aprobar el proyecto de ley», dijo al sitio Growing Produce Robert L. Guenther, vicepresidente principal de políticas públicas de la United Fresh Produce Association. Guenther agregó que el plan podría convertirse en la “única” oportunidad para considerar una ley de inmigración agrícola como parte de un paquete de inmigración más amplio que podría ser considerado por el Congreso en los próximos meses. Los beneplácitos también vinieron del CATO Instituye y del Immigration Center for Global Liberty and Prosperity, dos grupos que abogan por un mayor control de la inmigración legal.  “El Ag Act expandiría, en gran medida, la libertad de los estadounidenses para contratar a trabajadores extranjeros a través de un nuevo programa de visas temporales de trabajo”, señalaron en un informe publicado el mismo día que el Comité aprobó el plan. Dijeron que el H.R. 4092 le permitirá a las granjas expandir la producción a precios más bajos y con mayores ingresos, además de alejar la intervención del gobierno, al que responsabilizan de inhibir la capacidad de los agricultores para planificar apropiadamente las cosechas. Señalaron además que el actual sistema de contratación de trabajadores invitados se ha traducido en un “incentivo para la inmigración ilegal”, una postura similar a la blandida por el gobierno de Donald Trump.

En qué consiste

El Ag Act incluye:

 

  • La creación de 450,000 visas tipo H-2C. De ellas, 410,000 para trabajadores del campo y 40,000 para la industria procesadora de carnes.
  • Los beneficiarios del programa obtendrán cobertura de salud.
  • El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) mantendrá los mismos requisitos y niveles de seguridad que utiliza para otorgar las visas H-2A.
  • Todos los trabajadores invitados, ya sea para el rubro agrícola como no agrícola (visas H-2A o H-2B) caerán dentro del nuevo sistema H-2C. No habrá distinciones.
  • El nuevo estatus H-2C incluiría términos de contrato.
  • Los trabajadores podrán pasar de una granja a otra, según exista necesidad de trabajadores.
  • Los beneficiarios de la visa H-2C podrán permanecer dentro de Estados Unidos durante 18 meses antes de tener que regresar a su país de origen.
  • Para regresar, el trabajador deberá permanecer fuera por un período de 45 días.
  • El estatus H-2C no conduce a la ciudadanía, pero otorga a los trabajadores estatus legal en EEUU.

Reglas para los empleadores

El programa incluye una serie de reglas para los agricultores y/o ganaderos (empleadores):

  • Antes de llenar las vacantes con trabajadores H-2C, deberán ofertar los trabajados a trabajadores estadounidenses.
  • No se verán obligados a contratar trabajadores locales una vez que hayan llegado los trabajadores invitados.
  • Estarán obligados a pagar el salario mínimo federal.

Rechazan el proyecto

Las uniones de campesinos rechazan el proyecto republicano porque, aseguran, les quita derechos y otorga “grandes beneficios a los agricultores y rancheros”, dice la organización United Farm Workers (Unión de Trabajadores Campesinos, UFW). “Claro que no lo aprobamos”, dice Armando Elenes, uno de los voceros de la UFW. “Es un paso hacia atrás, como en la época del Programa de Bracero”, señala. “A nosotros nos gustaría mejorar el actual sistema, pero si dejamos que pasen éste (proyecto de ley), nos quitarán muchos de los beneficios que hemos conseguido hasta ahora”, agrega. El Programa Bracero mencionado por Elenes funcionó entre 1942 y 1964. Explotó a unos 4.5 millones de trabajadores mexicanos, principalmente campesinos, a quienes les quitaron derechos y beneficios que les iban a ser devueltos cuando regresaran a México. Al volver a casa después de más de dos décadas de esfuerzos y sacrificios, nunca les devolvieron lo que les quitaron.

Qué les preocupa

Elenes dice que el plan de Goodlatte “perjudica tanto a los trabajadores que serán invitados como a los que ya están aquí trabajando con una visa H-2A, porque los patronos sólo estarán obligados a pagar el salario mínimo federal y se perdería el salario prevalente (basado en el estudio y análisis de los sueldos que ganan en cada estado), que en California es de unos 13.57 dólares la hora”. “Están intentando bajar los sueldos para aumentar las ganancias. Eso significa que perderemos los trabajadores”, apuntó. “Tendría un impacto tremendo y afectaría enormemente a los que ya están aquí”. El dirigente también dijo “otro de los grandes problemas del H.R. 4092 es que elimina el requisito de alojamiento para los trabajadores agrícolas. Imagínese si eliminan eso. Tendría un enorme impacto en la renta de todos. En algunas zonas de Salinas, California, los alquileres están en los 2,000 dólares mensuales. Y si los trabajadores solo ganarán el mínimo federal, no tendrán cómo pagar la renta”. Otro tema que alarma a la UFW “es que quita a los trabajadores el derecho de demandar a sus empleadores”, señala Elenes. “Redactaron algo que le da enormes beneficios a los rancheros y agricultores a costa de nuestro trabajo”.

Qué dicen los demócratas

El representante John Conyers (Michigan) dijo que el plan Goodlatte hará que en algunas partes del país los trabajadores vean reducidos sus salarios hasta en 5 dólares por hora en comparación con lo que reciben ahora. Conyers también teme que de aprobarse el Ag Act, la mayoría de los trabajadores estadounidenses que trabajan en las empacadoras de carne sean despedidos para contratar trabajadores extranjeros que ganarán menos. La oficina de la líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi (California), dijo que “los esfuerzos republicanos por facilitarle a los productores agrícolas la explotación de sus trabajadores y que los sueldos sean reducidos a niveles aún más bajos que el salario mínimo, es indignante y ofensivo”.  “Sería más productivo que los republicanos se enfocaran en avanzar el proyecto de ley bipartidista conocido como el DREAM Act y en generar más apoyo para la reforma integral migratoria que nuestro país tanto necesita”, señaló Julio Obscura, vocero de Pelosi. En el Senado, la oficina del legislador Bob Menéndez (Nueva Jersey), dijo que “esta propuesta todavía no ha sido considerara ni puesta en el calendario. Queda por ver si el liderazgo republicano desea considerarla y abrir el debate para ver qué tipo de enmiendas recibe. Aun así, y aunque nuestra oficina no haya estudiado la última versión reportada del Comité Judicial de la Cámara, es acertado asumir que cualquier propuesta migratoria republicana que pase el Comité Judicial con un voto completamente partidista, y tenga el copatrocinio de Steve King, muy probable no logre conseguir nuestro apoyo”. El representante King (Iowa) se opone a cualquier tipo de reforma migratoria, y apoya redadas y deportaciones masivas de inmigrantes indocumentados.

Los argumentos de Goodlatte

Tras la aprobación del Ag Act en el Comité Judicial el miércoles, Goodlatte declaró que la agricultura “es una parte central de la vida estadounidense y alimenta a nuestra economía”. Agregó que, “aunque ningún otro país en el mundo compite con la industria agrícola de Estados Unidos, los agricultores de nuestra nación se enfrentan a muchos obstáculos en la economía mundial actual”.  “Un desafío en particular es el acceso a una fuerza de trabajo estable y confiable cuando no se encuentran suficientes trabajadores estadounidenses para llenar puestos de trabajo”, indicó. Y aseguró que “el programa actual de trabajadores huéspedes agrícolas no es viable para los agricultores, los entierra en la burocracia y los costos son excesivos. Debe ser reemplazado”. Goodlatte dijo además que el Ag Act “reemplazará el programa H-2A que se encuentra roto”, y lo definió como una alternativa “confiable, eficiente y justa” que proporcionará a los agricultores estadounidenses “acceso a un suministro legal y estable de trabajadores durante todo el año”. Para ser aprobado, el Ag Act necesita 218 votos en la Cámara de Representantes y 60 en el Senado. En la cámara baja los republicanos tienen votos suficientes, pero en el Senado necesitan por lo menos seis votos demócratas y nada garantiza que los conseguirán. En junio de 2013, tras la aprobación del proyecto de reforma migratoria S.744 en el Senado, Goodlatte se opuso a discutirlo para enviarlo al pleno de la Cámara de Representantes. El proyecto incluía una vía hacia la ciudadanía para millones de indocumentados que llevan tiempo en el país, pagan impuestos y carecen de antecedentes criminales. Durante el gobierno de George W. Bush (2001-2009), el Congreso intentó en varias ocasiones sin éxito aprobar un plan similar al Ag Act para crear una cuota de 325,000 visas tipo H-2C. El último debate se llevó a cabo en 2007.

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