Donald Trump ya es el presidente de Estados Unidos

El magnate tomó posesión como el mandatario número 45 de ese país.  El multimillonario Donald Trump ya es oficialmente el presidente de Estados Unidos. Con una mano sobre la Biblia que pertenecía a Abraham Lincoln, el magnate tomó juramente como el mandatario número 45 en la historia de ese país. La toma de posesión se realiza en el Capitolio, en Washington, en una investidura que marca el inicio de una era en la que promete crear más empleos y proteger al país del libre comercio y los inmigrantes. Su vicepresidente, Mike Pence, también hizo el juramento de su cargo. «Una nueva misión va a gobernar a nuestra patria: a partir de este día va a ser solo primero Estados Unidos. Cada decisión sobre comercio, impuestos, inmigración, asuntos extranjeros, se tomarán para beneficiar a los trabajadores estadounidenses, a las familias estadounidenses», dijo en su primer discurso como mandatario.  Además agregó: «Estamos transfiriendo el poder de Washington y regresándolo a ustedes, el pueblo. Durante mucho tiempo, un pequeño grupo en nuestra capital ha sacado las ganancias del Gobierno mientras que la gente ha llevado el costo. Washington ha florecido, pero la gente no compartió esa riqueza», indicó Trump. En un primer momento de su discurso, Trump hizo énfasis en que es el pueblo el que gobernará de ahora en adelante. «El 20 de enero de 2017 será recordado como el día en que el pueblo se convirtió en el gobernador de esta nación una vez más (…) La protección va a llevar a más prosperidad. Lucharé por ustedes con todas mis fuerzas y nunca nunca nunca los voy a decepcionar», precisó. Trump estuvo previamente en una la ceremonia religiosa en la iglesia de San Juan y en la Casa Blanca donde fue recibido por el presidente saliente Barack Obama y su esposa Michelle. Cientos de miles de seguidores y también de opositores ya colman el ‘Mall’, la inmensa avenida que parte del Congreso, donde son vigilados por 28.000 miembros de las fuerzas de seguridad. Tres expresidentes también asistieron a la investidura: Jimmy Carter, George W. Bush y Bill Clinton. La esposa de Bill, Hillary, que perdió ante Trump la chance de convertirse en la primera mujer presidente de Estados Unidos, también estará presente. La altanera exestrella televisiva y sin ninguna experiencia política sucederá al demócrata en las riendas de la primera potencia mundial, que desea administrar como si fuese una empresa. «Todo comienza hoy», tuiteó en la mañana del viernes Trump, un as de la autopromoción. Su victoria, que dejó atónito al planeta, está anclada sobre todo en los votos de una clase trabajadora blanca que desconfía de los políticos tradicionales y que siente que la globalización les ha perjudicado, trasladando empleos a México o China. Los aliados tradicionales de Estados Unidos observan al magnate inmobiliario neoyorquino con inquietud: tras una divisiva campaña, el republicano Trump, de 70 años, llega a la Casa Blanca con la menor popularidad de un nuevo presidente en cuatro décadas. Trump promete unificar al polarizado electorado, pero esto se contradice con sus constantes ataques a detractores, generalmente por Twitter: de la prensa a la actriz Meryl Streep o al héroe de los derechos civiles John Lewis, de las agencias de inteligencia a la canciller alemana Angela Merkel o a Europa. En el frente diplomático es donde surgen las mayores dudas. Los líderes del planeta se interrogan sobre cómo interpretar sus declaraciones, contradichas muchas veces por sus futuros ministros sobre las relaciones con Rusia o el acuerdo nuclear iraní.»Estados Unidos avanzaba totalmente en la dirección errada y el único que puede cambiar esto es Trump, un ‘outsider’ de Washington que no era querido aquí ni por la izquierda ni por la derecha. Es directo, dice lo que piensa, a diferencia de todos los políticos de antes», dijo a la AFP uno de sus votantes, Michael Hippolito, de 54 años, que viajó desde Nueva York para presenciar la investidura.} El gabinete de Trump es el más blanco y el más rico en décadas. Incluye a un solo negro y por primera vez en casi 30 años, a ningún hispano, lo cual le ha valido fuertes críticas de la primera minoría del país, con más de 55 millones de personas (17 % de la población). La ausencia de hispanos en el gabinete no es sorprendente para un presidente que promete deportar a entre dos y tres millones de inmigrantes sin papeles, construir un muro en la frontera con México y cobrárselo a los mexicanos quizás a través de impuestos a las remesas de inmigrantes. Y también quiere renegociar o eliminar el TLCAN, el acuerdo de libre comercio con México y Canadá, así como el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (del que son signatarios Chile, México y Perú, entre otros), medidas que junto a la pérdida de inversiones pueden arrastrar al vecino del sur de Estados Unidos a una recesión en el 2017. Trump también podría dar marcha atrás en el acercamiento con La Habana impulsado por Obama y todo indica que será más agresivo con Venezuela. Su llegada a la Casa Blanca desató protestas en Washington, Nueva York y Filipinas.Juramentacion-Donald-Trump-Presidente-Estados-Unidos-018

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