Evita que tu hijo entre en una pandilla
Es uno de los mayores riesgos para los adolescentes latinos La adolescencia tiene algunos riesgos a los que los padres suelen estar muy atentos: cuando los chicos o chicas empiezan a manejar, sus padres temen que les suceda algo en el auto; siempre existe el miedo de que consuman drogas o alcohol; también está el temor al sexo inseguro y a algunos trastornos mentales como los de la alimentación. Todo eso, entre otras cosas, preocupa a los padres de los adolescentes en cualquier lugar del mundo pero los padres de chicos y chicas latinos suelen añadir a estas otra preocupación muy presente: que sus hijos entren en una pandilla.
Qué son las pandillas
Las pandillas no son un grupo de amigos. Las pandillas, maras o gangs son grupos de jóvenes con una jerarquía estricta, hay uno o varios jefes y los demás obedecen ciegamente; dedicadas a actividades delictivas y en las que la característica principal es la violencia, en muchas ocasiones violencia extrema que llega hasta el asesinato. Eso quiere decir que si nuestro hijo ha entrado en una pandilla, él y nosotros tenemos un problema muy grave.
Para evitar que entren en una pandilla
Cuando los chicos se vayan acercando a la adolescencia, lo primero que deben hacer los padres es tener información sobre las pandillas que existen en el lugar en el que viven. Es probable que los consejeros de la escuela a la que van sus hijos puedan informarles pero lo más útil es acudir a la policía. Ellos sí tienen toda la información sobre las pandillas, sobre sus señales de identificación: forma de vestir, saludos, tatuajes, etc… Una vez que los padres tengan esa información deberán estar atentos a lo que hacen sus hijos y si advierten cualquiera de esas señales deberán actuar de inmediato.
Cómo saber si ya pertenecen a alguna
Hay varios signos externos que pueden indicarnos que nuestro hijo pertenece a una pandilla:
- Cambia de amigos
- No conocemos a sus nuevos amigos
- Comienza a vestir diferente y usa siempre los mismos colores
- Maneja dinero del que desconocemos el origen
- Se hace tatuajes sin consultarnos
- Comienza a consumir drogas y alcohol
Qué adolescentes tienen más riesgo
No todos los adolescentes tienen el mismo riesgo de sentirse atraídos hacia una pandilla de este tipo. En general, los chicos y chicas que tienen buenas calificaciones, que están integrados en un grupo de amigos, que realizan otras actividades además de las académicas como practicar deportes y que reciben amor y apoyo de sus familias tienen muy pocas posibilidades de acabar como pandilleros. Los expertos señalan que los adolescentes que se dirigen a las pandillas buscan en estas un sustituto de la familia y una forma de sentirse seguros. Chicos o chicas con baja autoestima, que han sufrido maltrato o que van muy mal en la escuela son los que tienen más posbilidades de acabar siendo pandilleros.
Qué hacer si nuestro hijo entra en una pandilla
Solo hay una respuesta a esa pregunta: hay que sacarle de ella como sea. Y como sea significa exactamente que hay que buscar cualquier método para acabar con eso. De otra forma nuestro hijo tiene muchas posibilidades de acabar siendo un delincuente o de resultar gravemente herido o muerto.
Lo más efectivo es apartarlo del lugar en el que está la pandilla. Enviar al chico o a la chica a otra ciudad o incluso a otro país puede parecer una decisión drástica pero en algunos casos es la única efectiva. Pero además, también hay que encargarse de que allá donde vaya esté vigilado porque las pandillas tienen ramificaciones en muchos lugares y pudiera ser que nuestro adolescentes contactara con una ramificación de su pandilla en la nueva ciudad a la que lo enviemos.
Ayuda de expertos
En muchas ciudades existen organizaciones que se dedican a combatir el pandillismo. Para los padres que descubren que su hijo ha entrado en una pandilla estas organizaciones pueden ser de gran ayuda porque los guiarán a la hora de resolver el tremendo problema con el que se encuentran.