Ex Secretario de Estado, Rex Tillerson, se pronuncia ante destitución de su cargo
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció cambios en la Secretaría de Estado y CIA
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump destituyó al secretario de Estado, Rex Tillerson, y nombró en su reemplazo al hasta hoy director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), Mike Pompeo, cambio que se da en medio de la tensión por las negociaciones con Corea del Norte.
En rueda de prensa el ahora exsecretario de Estado agradeció a todo su equipo por el trabajo desempeñado durante los últimos 14 meses e instó a “mantenerse en su cargo para lograr nuestros objetivos” a quienes fueran sus dirigidos. Tillerson adelantó que estaría trabajando hasta el 31 de marzo de la mano del Gobierno para que este “sea un proceso de transición”.
El funcionario no se refirió a su exjefe, Donald Trump, en su discurso, pero sí mencionó que Estados Unidos debe trabajar en mejorar sus relaciones con China para “que no existan conflictos entre dos grandes potencias”, cuando mencionó la importancia de trabajar con aliados.
Según el Washington Post, el presidente le habría pedido a Tillerson que se apartara del cargo desde el viernes tras lo cual el diplomático interrumpió su gira por África para regresar a Washington.
Mike Pompeo ejercerá como secretario de Estado mientras que Gina Haspel, directora adjunta de la CIA, pasará a reemplazarlo como directora , siendo la primera mujer en ocupar este cargo.
En la mañana el presidente atendió a la prensa, ocasión que aprovechó para asegurar que esta fue una decisión que había comentado con Tillerson durante largo tiempo, aduciendo “estamos en desacuerdo sobre varias cosas”. Al ser consultado sobre si consultó a su ex secretario sobre las conversaciones con Corea del Norte, el mandatario aseguró “Realmente no he hablado mucho con él, tomé esta decisión por mi cuenta, Rex no estaba en el país. Tomé mi decisión sobre Corea del Norte consultando a otras personas, pero por mi cuenta.”
Trump se refirió a los cambios en sus redes sociales en donde escribió: “Mike Pompeo, Director de la CIA, se convertirá en nuestro nuevo Secretario de estado ¡Hará un trabajo fantástico! ¡ Gracias a Rex Tillerson por su servicio! Gina Haspel se convertirá en la nueva directora de la CIA, y la primera mujer elegida. Felicitaciones a todos”
En un comunicado emitido por The Washington Post, el presidente estadounidense se refirió con elogios a los nuevos funcionarios. “Me enorgullece nominar al director de la Agencia Central de Inteligencia, Mike Pompeo, como nuestro nuevo Secretario de Estado”, dijo Trump. “Mike se graduó primero en su clase en West Point, sirvió con distinción en el ejército de EE. UU. y se graduó con honores en la facultad de Derecho de Harvard. Luego pasó a servir en la Cámara de Representantes de los EE. UU. con un historial comprobado de trabajo”.
Para la mujer que asumirá como primera directora de la CIA también hubo halagos, “Gina Haspel, la directora adjunta de la CIA, será nominada para reemplazar al Director Pompeo y será la primera mujer directora de la CIA, un hito histórico. Mike y Gina han trabajado juntos durante más de un año y han desarrollado un gran respeto mutuo “.
En rueda de prensa el presidente además aseguró que conversará con la primera ministra del Reino Unido, Theresa May, para esclarecer si hubo interferencia de Rusia en el envenenamiento del doble espía ruso Sergei Skripal, y en caso afirmativo estudiar la sanciones que impondrían al país.
Ni Corea del Norte, ni Rusia, ni Jerusalén… Tillerson y Trump realmente tenían poco en común
Ni Corea del Norte, ni Rusia, ni Jerusalén… Tillerson y Trump realmente tenían poco en común Un repaso a las desavenencias entre el presidente y el secretario de Estado los 14 meses que pasó en el cargo pueden dar una buena idea de por qué su presencia en el gabinete se hacía cada vez más incómoda. Rex Tillerson acaba de ser despedido del que quizá sea uno de los trabajos más difíciles de Washington DC: interpretar la política exterior de Donald Trump y salir a tratar de explicarle al mundo en qué consiste (al menos mientras el presidente cambia de opinión). Y fue despedido por el hombre al que supuestamente llamó un “idiota” exasperado por su caprichosa política internacional, quien a su vez lo retó a una prueba de coeficiente intelectual para determinar quién era más inteligente.La mañana del martes, de manera sorpresiva y mediante un mensaje en su cuenta Twitter anunció la salida de Tillerson, su sustitución por el director de la CIA Mike Pompeo y la lnominación de la primera mujer a la jefatura de la agencia de inteligencia, Gina Haspel.Todo en un tuit, que además sirvió para que el afectado conociera su suerte apenas regresar de un viaje por África, de acuerdo con la versión del hasta hoy subsecretario de Estado para la Diplomacia Pública, Steve Goldstein, quien aseguró que su exjefe no sabía la razón por la que fue despedido (Para completar la jornada de ajustes y de práctico desmantelamiento del departamento, el mismo Goldstein fue despedido por la presidencia). Estuviera o no Tillerson al tanto de su inminente despido, un repaso a las desavenencias que tuvo con Trump los 14 meses que pasó en el cargo pueden dar una buena idea de por qué su presencia en el gabinete se hacía cada vez más incómoda. Eso sin contar las dificultades de tener que compartir la escena con un enviado espacial polivalente como el yerno y asesor del presidente Jared Kushner, encargado por su suegro de manejar las relaciones con México, China y promover la paz en el Medio Oriente.
A Rusia sin amor
En sus declaraciones tras el anuncio de su despido, Tillerson ratificó sus duras críticas hacia Rusia: “Mucho trabajo queda para responder al comportamiento problemático y las acciones por parte del gobierno ruso”, dijo quien era la voz más crítica hacia Moscú dentro del gobierno, en alto contraste con la posición más permisiva del presidente quien pese a los señalamientos de sus servicios de inteligencia sobre que la injerencia rusa en elecciones pasadas sigue activa sigue restándole importancia. En febrero, durante una gira por América Latina, Tilleson advirtió que los rusos buscarían interferiri en las elecciones de mitad de período de noviembre (algo en lo que coincide con su sucesor designado Mike Pompeo) Sin embargo, semanas atrás se reportó en varios medios que un fondo especial de 60 millones de dólares para contrarrestar la campaña rusa en redes sociales aportado por el Pentágono seguía sin haberse usado.
Espía ruso envenenado
Esas diferencias se mantuvieron en el caso del ex espía ruso y su hija envenedados en Londres por presuntas órdenes de Moscú. En su último viaje como jefe de la diplomacia estadounidense, Tillerson dijo en África que era inadmisible que Rusia intentara asesinarlos usando un gas nervioso producido en la era soviética, como asegura el gobierno británico.
La Casa Blanca condenó el intento de asesinato, pero no explicó si respalda la tesis de Londres , su “aliado especial”, que pone la responsabilidad totalmente en el gobierno de Rusia.
Conversaciones con Corea del Norte
Tillerson estaba fuera de Washington DC cuando la semana pasada se anunció que Trump aceptaba una invitación a reunirse con el líder norcoreano Kim Jong Un un en los próximos meses. Muchos han expresado sorpresa por la rápida aceptación a una cumbre de ese tipo sin que exista una preparación profunda y una delicada negociación de puntos a tratar. De hecho, el secretario dijo que “estamos lejos aún de una reunión”.
El año pasado, mientras Tillerson insistía en que EEUU no busca un cambio de régimen en Pyongyang y trataba de reactivar negociaciones multipartitas con el gobierno comunista, el presidente lo desautorizó (vía Twitter) dando a entender que su afán de diálogo era una pérdida de tiempo y que Kim solo entendía el lenguaje de la fuerza como la retórica belicista que el presidente estaba usando.
Acuerdo nuclear con Irán
Desde los tiempos de campaña, Trump calificó el pacto con el que el gobierno de Barack Obama logró controlar la expansión militar del programa nuclear iraní “el peor acuerdo de la historia”. Sin embargo, a instancias de Tillerson ha dejado sin efecto la imposición de sanciones a Teherán, en el proceso de “certificación” del cumplimiento que realiza semestralmente la Casa Blanca.
En comentarios a la prensa el martes, cuando salía en viaje hacia California, Trump dejó claras las diferencias sobre el acuerdo con Irán: “Yo creo que es terrible. Creo que (Tillerson) pensaba que estaba bien. Yo quería o romperlo o hacer algo y él pensaba un poco diferente. Así que no estábamos pensando lo mismo”.
Embajada en Jersusalén
Cuando el presidente estadounidense sacudió el delicado proceso de paz entre Israel y Palestina al anunciar la mudanza de la embajada estadounidense de Tel Aviv a Jerusalén, los reportes indicaron que lo hizo en contra de la opinión del Departamento de Estado.
Aunque Trump estaba cumpliendo una promesa de campaña y acatando una ley del Congreso de los años 90 que ordenaba el traslado, Tillerson desaconsejaba la medida por considerar que terminaría de dañar las posibilidades para Washington de ejercer un papel de negociador, al ser percibido como muy pro-israelí.
Consumado el anuncio, Tillerson indicó que la mudanza tomaría hasta dos años, dado el reto de seguridad que implica construir una sede diplomática estadounidense en Medio Oriente. Sin embargo, la Casa Blanca anunció que la delegación abrirá en mayo para coincidir con los 70 años de la creación de Israel.