Existe un abismo de desigualdad entre blancos y negros
Varios negocios del centro de la ciudad se vieron afectados, con las vidrieras rotas y algunos fueron saqueados. Las autoridades intentaron dispersar con gases lacrimógenos a los manifestantes que exigen justicia por la muerte del afroestadounidense Keith Lamont Scott a manos de la policía. Al menos una persona fue herida de bala y está en condición crítica. Las calles de Charlotte, en Carolina del Norte, recuperaron la calma este jueves, después de una noche de enfrentamientos tras la segunda jornada de protestas violentas por la muerte de Keith Lamont Scott, un afroestadounidense de 43 años y padre de siete hijos, que fue baleado por la policía en un nuevo episodio que despertó tensiones en la comunidad por posible abuso policial. Según la policía, este portaba un arma mientras que la familia defiende que estaba en el carro tan solo leyendo un libro mientras esperaba por uno de sus hijos que volviera del colegio. Los disturbios dejaron al menos cuatro policías lesionados y un civil herido de gravedad. Las autoridades corrigieron un reporte previo en el que aseguraban que una persona murió al ser alcanzada por una bala durante los disturbios. Esta persona, cuya identidad no fue revelada, se encuentra en condición crítica tras ser tiroteada, pero no por la policía, según especificaron las autoridades. El gobernador del estado, Pat McCrory, declaró este miércoles en la noche el estado de emergencia en Charlotte tras el recrudecimiento de la violencia en las calles, donde decenas de manifestantes exigían justicia por la muerte de Scott. «Ninguna violencia dirigida hacia nuestros ciudadanos o agentes de policía o destrucción de propiedad debe ser tolerada», señaló en un comunicado. Durante la noche fue aumentando la tensión, cuando grupos incontrolados atacaron algunos negocios del centro rompiendo las ventanas y cometiendo algunos saqueos. Además quemaron objetos en las calles provocando pequeños incendios, que dejaron imágenes de caos en la ciudad. Entre los lugares vandalizados, se encuentran el NASCAR Hall of Fame, que se encuentra cerca del centro de convenciones, donde en el año 2012 se celebró la Convención Nacional Demócrata. Algunos de los hoteles de los alrededores como el Hampton Inn y el Hilton Garden Inn también sufrieron rotura de vidrios, reporta el diario Charlotte Observer. Según indicaron las autoridades, las carreteras de acceso a la ciudad están abiertas pero algunas instituciones permitirán a sus empleados trabajar desde casa por precaución. Así lo han anunciado también Wachocia y Bank of America, dos de las principales instituciones del país, con sede en Charlotte, y la compañía eléctrica Duke Energy. El transporte público también estaba previsto que comenzara a funcionar con normalidad a partir de las 5:30 am. La indignada comunidad de Charlotte, la mayor urbe de ese estado, con más de 825,000 habitantes, se movilizó después de que el agente Brentley Vinson disparara el martes a Scott en un estacionamiento de un complejo de apartamentos al confundirlo con un sospechoso al que buscaban. Los manifestantes, que iniciaron la protesta de manera pacífica, portaban carteles y consignas como «No justice, no peace» («Sin justicia no hay paz»), «Stop Killing Us» («Dejen de matarnos») y «Black Lives Matter» («La vida de los negros importa»), el movimiento surgido tras la muerte de varios afroestadounidenses en diferentes incidentes policiales en los que hubo uso excesivo de la fuerza. La primera noche de disturbios el martes dejó un saldo de 12 agentes heridos, vehículos policiales dañados, una carretera interestatal bloqueada por más de cinco horas y un local de la cadena de almacenes Walmart saqueado. Pero este miércoles las escenas de violencia se repitieron. Las autoridades desplegaron sus contingentes para controlar la situación que se ha ido poniendo más tensa a medida que avanzó la noche. La policía intentó dispersar a las multitud con gases lacrimógenos y los manifestantes respondieron arrojando objetos hacia los agentes policiales. Los manifestantes también arremetieron contra algunos de los periodistas que cubren los distubios, como el enviado de la cadena CNN Ed Lavandera, quien fue agredido en directo, pero según confirmó se encuentra bien. Tras declarar el estado de emergencia, el gobernador señaló que desplegará la Guardia Nacional y los agentes de la Patrulla de Carreteras para enfrentar la emergencia. Los situación en Charlotte no dejó indiferente a la estrella de los Golden State Warriors Stephen Curry, quien se refirió a la ciudad en la que creció en un mensaje en las redes sociales en el que recordó a Scott Keith Lamont Scott. «Rezo por mi ciudad, merecemos algo mejor que eso», escribió Curry, considerado el mejor jugador de los últimas dos temporadas de la NBA. La alcaldesa de Charlotte, Jennifer Roberts, había pedido el míercoles por la mañana calma a los habitantes de la ciudad, que ya habían vivido una noche de incertidumbre, y prometió total transparencia en la investigación de lo sucedido. Por su parte, el responsable de la Policía de Charlotte-Mecklenburg, Kerr Putney, afirmó que «la historia es muy diferente de la que se ha contado en las redes sociales» y aseguró que los agentes pidieron a Scott que arrojara el arma con la que salió de un vehículo. Los manifestantes levantan carteles con frases como «las vidas de los negros importan» y «no somos animales» (la de la foto) durante las protestas por la muerte de un afroamericano a manos de la policía en Charlotte. Getty Images Según la versión policial, lo ocurrido en la escena fue que detectaron a un hombre salir y entrar de un vehículo con una pistola y consideraron que » representaba una amenaza mortal inminente para los oficiales que posteriormente dispararon sus armas». El jefe policial aseveró que en el lugar del incidente se encontró un arma cerca del cuerpo de la víctima y no un libro que leía mientras esperaba que un hijo suyo regresara de la escuela, tal como han manifestado sus familiares. Lyric Scott, hija del fallecido, acusó a la Policía de acabar con la vida de su padre desarmado a través de un video que acumuló más de medio millón de vistas hasta poco antes de los disturbios. Impactante momento en que la hija de Keith Lamont Scott se enfrenta a la policía en Charlotte Los sucesos de Charlotte, junto con la muerte de otro afroamericano, Terence Crutcher, tras un encuentro con agentes de la Policía de Tulsa, en Oklahoma, generaron reacciones nacionales que incluyen a los dos candidatos presidenciales. En un acto de campaña en Orlando (Florida), la candidata demócrata, Hillary Clinton, lamentó ambos decesos y dijo que la muerte de afroamericanos a manos de policías debe terminar. «Comienza a ser intolerable», afirmó la ex secretaria de Estado. Por su parte, el candidato republicano, Donald Trump, a través de su cuenta de Twitter calificó de «trágicos» los hechos en Tulsa y Charlotte, y abogó por la unión «para que Estados Unidos sea nuevamente seguro». El gobernador de Carolina del Norte, Pat McCrory, expresó su apoyo para el jefe de policía de Charlotte y la alcaldesa por sus esfuerzos para mantener la calma en la comunidad, mientras que el fiscal general del estado, Roy Cooper, pidió que el caso sea «investigado a fondo» para que se haga justicia. La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) de Carolina del Norte exigió una investigación completa y transparente a la Oficina Estatal de Investigaciones (SBI) y al Departamento de Policía de Charlotte-Mecklenburg (CMPD), en especial por las «versiones contradictorias» respecto a la muerte de Scott.
RECUADRO
Según diferentes estudios, los negros en Estados Unidos tienen menos riqueza y menos ingresos que los blancos, más probabilidad de ser encarcelados y menos probabilidad de completar un grado universitario.
- Por cada 6 dólares que tienen los blancos, los negros tienen 1
«Hay una desigualdad de riqueza extraordinaria entre las razas». Ese es uno de los puntos fundamentales de un estudio presentado en 2013 por el Urban Institute, un instituto de análisis económico en Washington. El análisis concluyó que, con base en cifras de 2010, los blancos tienen en promedio seis veces más riqueza que los negros y los hispanos (US$632.000 vs. US$103.000), una proporción que además creció si se compara con el promedio de 1983. Al mismo tiempo, los blancos ganaron en ingresos en 2010 US$89.000 en promedio, mientras los negros obtuvieron la mitad, US$46.000. A eso se suma que las familias negras se vieron afectadas de manera «desproporcionada» durante la crisis económica reciente: su riqueza cayó en 31%, mientras la de los blancos se vio afectada en 11%, según el mismo estudio.
- Condenas 20 veces mayores por casos similares
Según la Comisión de Sentencias de Estados Unidos, una agencia independiente en la rama judicial, los hombres negros recibieron sentencias 19,5 veces mayores que sus pares blancos en situaciones similares entre finales de 2007 y finales de 2011. Comparado con otros periodos, esa diferencia fue considerablemente más pronunciada: entre 2003 y 2004 la disparidad fue de 5,5%, mientras entre 2005 y 2007 fue de 15,2%, según la comisión, que envió su reporte al Congreso de Estados Unidos en 2012. Si bien los afroestadounidenses son el 12% de la población del país, también representan el 40% de las personas encarceladas en Estados Unidos, según informó en agosto la Universidad de Stanford, en California. Además, los hombres negros tienen seis veces más probabilidades de ir a la cárcel que los blancos y 2,5 veces más que los hispanos, de acuerdo con un informe de The Sentencing Project, una institución que aboga por un sistema criminal justo.
- Tres veces más expulsiones y suspensiones escolares
La Oficina de Derechos Civiles del Departamento de Educación de Estados Unidos encontró que los estudiantes negros son suspendidos y expulsados tres veces más que sus pares blancos (16% vs 5%) en los colegios. Además, las niñas negras son suspendidas a una tasa mayor que las niñas de cualquier otra raza y origen étnico, según las estadísticas de esa oficina, presentadas en marzo de este año. A pesar de estas cifras, la brecha entre blancos y negros se ha reducido cuando se miden los grados escolares de bachillerato. Ahora nueve de cada diez blancos y negros reciben esa titulación básica, según cifras analizadas el año pasado por el Centro de Investigación Pew, con sede en Washington. La brecha, sin embargo, es marcada en el desempeño universitario: los blancos mayores de 25 años tienen una mayor probabilidad que los negros de completar un pregrado (34% vs. 21%).
- Un peor trato percibido de la policía
Desde la muerte de Michael Brown, cientos de personas se han manifestando para pedir un trato policial más justo. Parte de esa petición puede estar anclada en la percepción de que la policía generalmente trata peor a los ciudadanos negros que a los blancos. Según una encuesta del Pew de 2013, 70% de los negros y 37% de los blancos así lo consideran. Es una cifra que se repite de manera similar en otras áreas: el 68% de los negros cree que son tratados de manera más injusta en las cortes, el 54% en el trabajo y el 51% en los colegios públicos. Los blancos también consideran que algunos negros son tratados de manera más injusta, pero en un porcentaje mucho menor: el 27% de los blancos cree que a los negros les va peor en las cortes, 16% en el trabajo y 15% en los colegios. Esto demuestra que la desigualdad racial en Estados Unidos es un problema que también está influido por las percepciones.
- Los que menos tienen casa propia
. Según un análisis de julio de este año de la Oficina del Censo, la población negra es la que menos tiene una casa propia, por debajo del promedio nacional. Mientras el 73,4% de los blancos tenía una casa propia al finalizar el año pasado, esa cifra era de sólo 43,2% para los negros. La tasa para los hispanos fue de 45,5% y el promedio nacional, 65,2%. Estas cifras son importantes pues la compra de propiedad raíz es uno de los elementos más importantes para acumular riqueza. En el caso de los negros, el problema es doble: no sólo es menos probable que compren un bien, sino que sus bienes adquiridos se valorizan menos, según un informe de febrero de 2013 de la Universidad de Brandeis, en Massachusetts. La universidad encontró que las casas de los afroestadounidenses se valorizan menos por aspectos como la segregación residencial o porque los blancos son más capaces de ayudar financieramente a sus familias. Además, el estudio subraya que los negros tienen más probabilidades de tener hipotecas de alto riesgo y son más vulnerables a ejecuciones hipotecarias y volatilidad en los precios.