La Enfermedad X que puede exterminar a la Humanidad

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha elaborado un listado de las enfermedades más peligrosas, tanto por su capacidad para provocar una emergencia como por la falta de medicamentos o vacunas eficaces para detenerlas. La lista incluye sólo ocho enfermedades (entre ellas, los virus ebola y zika), y deja fuera muchas otras igualmente terribles y mortales (cólera, fiebre amarilla, o chikungunya, entre otras). Pero añade una nueva y misteriosa capaz de provocar miles o millones de muertes: la Enfermedad X. El propósito de este listado, que se realiza de forma anual, es identificar las enfermedades que suponen un mayor riesgo por su potencial epidémico y falta de contramedidas, de forma que investigadores y médicos puedan centrar sus esfuerzos en desarrollar métodos para combatirlas. La Enfermedad X “representa el conocimiento de que un patógeno aún desconocido podría causar una grave epidemia internacional”, y por tanto hay que prepararse “lo máximo posible”. Las otras ocho enfermedades en la lista de prioridades son: la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, que tiene una tasa de mortalidad del 40% y se transmite por la picadura de garrapatas; el ebola, con una tasa mortalidad de hasta el 90%, que se originó en murciélagos y se contagia rápidamente entre personas; la fiebre de Lassa, con una tasa de letalidad muy baja pero especialmente grave para mujeres embarazadas; el síndrome respiratorio de Oriente Próximo, que se transmite sobre todo en hospitales y causa la muerte a uno de cada tres pacientes; el síndrome respiratorio agudo severo; el virus Nipah; la fiebre del valle del Rift; y el zika.

Resistencia a los antibióticos

Los antibióticos son medicamentos que combaten las infecciones bacterianas. Usados correctamente, pueden salvar vidas pero hay un creciente problema de resistencia a antibióticos. Esto ocurre cuando las bacterias mutan (se transforman) y se vuelven capaces de resistir los efectos de un antibiótico. El uso de antibióticos puede llevar a la resistencia. Cada vez que toma antibióticos, las bacterias sensibles mueren. Pero gérmenes resistentes pueden crecer y multiplicarse. Se pueden propagar a otras personas. También pueden causar infecciones que ciertos antibióticos no pueden curar. Un ejemplo es el estafilococo resistente a la meticilina (SARM). Este causa infecciones que son resistentes a varios antibióticos comunes. Para ayudar a prevenir la resistencia a los antibióticos:  No use antibióticos para virus como los del resfriado o la gripe. Los antibióticos no funcionan en los virus; No presione a su médico que le dé un antibiótic; Cuando tome antibióticos, siga las instrucciones con cuidado. Termine su medicamento aunque se sienta mejor. Si interrumpe el tratamiento demasiado pronto, algunas bacterias pueden sobrevivir y volver a infectarle; No guarde los antibióticos para más tarde o use la receta de otra persona

La resistencia a los antibióticos está aumentando en todo el mundo a niveles peligrosos. Día tras día están apareciendo y propagándose en todo el planeta nuevos mecanismos de resistencia que ponen en peligro nuestra capacidad para tratar las enfermedades infecciosas comunes. Un creciente número de infecciones, como la neumonía, la tuberculosis, la septicemia, la gonorrea o las enfermedades de transmisión alimentaria, son cada vez más difíciles —y a veces imposibles— de tratar, a medida que los antibióticos van perdiendo eficacia.

Allí donde los antibióticos se pueden adquirir sin receta médica para uso humano o veterinario, la aparición y propagación de la farmacorresistencia empeora. En los países que carecen de directrices terapéuticas normalizadas, el personal sanitario y veterinario tiene tendencia a prescribirlos —y la población general a consumirlos— en exceso.

Si no se toman medidas urgentes, el mundo está abocado a una era post-antibióticos en la que muchas infecciones comunes y lesiones menores volverán a ser potencialmente mortales.

Prevención y control

La resistencia a los antibióticos se acelera con el uso indebido y abusivo de estos fármacos y con las deficiencias de la prevención y control de las infecciones. Se pueden adoptar medidas en todos los niveles de la sociedad para reducir el impacto de este fenómeno y limitar su propagación.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *