Le advirtieron a Trump, por escrito y en mayúsculas, que no felicitara a Putin, pero él igual lo hizo

Los asesores de seguridad nacional indicaron al mandatario que no felicitara al presidente ruso por su triunfo. La llamada que hizo al presidente ruso fue criticada por el senador republicano John McCain, quien considera que el líder estadounidense no debe reconocer a un «dictador». La conversación ocurre pocos días después de que EEUU sancionara a 19 rusos.

Apenas días después de imponer sanciones a algunos de los allegados del presidente ruso Vladimir Putin, su colega Donald Trump lo llamó para felicitarlo por su reciente reelección (aunque las condiciones de la misma sean cuestionadas por muchos dentro y fuera de Rusia) y de paso explorar una futura cumbre binacional.

Y lo hizo en contra del consejo de sus asesores. El diario The Washington Post reveló que, con la llamada, Trump ignoró las advertencias de sus asesores de seguridad nacional, quienes le habían escrito en todas mayúsculas «NO FELICITAR» en los informes escritos entregados al presidente.

Tras la llamada se informó que Trump y Putin se reunirán en una fecha aún no definida para discutir temas como el control de una nueva carrera armamentista, la guerra en Siria y la situación en Corea del Norte, confirmó el mandatario estadounidense este martes.

«Tuve una llamada con el presidente Putin, lo felicité por su victoria electoral. La llamada tuvo que ver también con el hecho de que nos reuniremos probablemente en un futuro no muy lejano para discutir el tema de las armas, la carrera de las armas. Como saben, él hizo un comunicado en el que dijo que mantenerse en una carrera armamentista no está bien», dijo Trump a periodistas desde la Oficina Oval de la Casa Blanca.

Al mismo tiempo en que Trump aseguró que el tema de las armas «se está saliendo de control» insistió en que su administración ha dispuesto 700,000 millones de dólares para gasto militar «porque queremos ser más fuertes que cualquier otra nación del mundo y por mucho (…) no permitiremos nunca que alguien tenga nada ni cercano a lo que tenemos», advirtió. Paralelamente, el pasado 1 de marzo, Putin informó que Rusia va en camino a aumentar su fuerza militar. Dijo que su Ministerio de la Defensa y la industria aeroespacial habían comenzado las pruebas de un nuevo sistema de misiles transcontinentales, llamado Sarmat. «Este nuevo sistema prácticamente no tiene limitaciones en cuanto a la distacia», dijo el mandatario ruso al explicar que su arsenal atómico podría llegar desde el Polo Norte hasta el Polo Sur sin que ningún sistema antimisiles pueda frenarlo.

Frente a los anuncios sobre el poderío militar desde ambos continentes, más de un analista ha llegado a advertir la posibilidad del arranque de una nueva Guerra Fría, al recordar ese periodo posterior a la Segunda Guerra Mundial en que la Unión Soviética y Estados Unidos mantenían una tensa paz que se rompía con amenazas de la «mutua destrucción» a fuerza de sus armas nucleares.

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Tras el anuncio de la llamada, el senador republicano John McCain criticó las palabras de Trump: «Un presidente estadounidense no lidera un mundo libre felicitando a dictadores por ganar elecciones falsas. Al hacer eso con Vladimir Putin, usted, presidente Trump, insulta a cada ciudadano ruso a quien se le negó el derecho de votar en unas elecciones libres y justas», escribió en su cuenta de Twitter.

Ante el reclamo de McCain, la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, dijo a los periodistas en su rueda de prensa diaria que, como Trump, su predecesor Barack Obama llamó a Putin para felicitarlo en las presidenciales anteriores.

Sin embargo, la llamada de Obama se produjo en un contexto distinto, donde EEUU no había impuesto sanciones a ese país por interderir en sus elecciones, pero sobre todo, no había una investigación en curso para determinar si hay conexiónes entre esa intervención rusa y una posible colaboración dentro de la campaña presidencial de Trump.

Tampoco se había producido la invasión rusa en la Península de Crimea, hecho de fuerza que generó una condena casi unánime de Occidente.

De las sanciones a las felicitaciones

 

La llamada entre ambos mandatarios se da a propósito de la victoria de Putin el pasado domingo en lo que sería su cuarto mandato presidencial y que lo deja en el poder hasta el año 2024. Ocurre menos de una semana después de que el gobierno estadounidense sancionara a 19 rusos y agencias de espionaje de ese país por la actividad cibernética maliciosa tanto en las elecciones estadounidenses de 2016 como en otras ocasiones.

Putin, que resultó sin sorpresas como el ganador con más de 70% de votos, ha sido responsabilizado por Reino Unido y Estados Unidos del envenenamiento de un exespía ruso y su hija mientras se encontraban en la ciudad de Salisbury, al oeste de Londres. Recién el miércoles, la embajadora de Estados Unidos ante la ONu, Nikki Haley, instó al Consejo de Seguridad a tomar acciones «concretas inmidiatas» contra el Kremlin para evitar que un evento similar se repita en cualquier otra ciudad del mundo.

Un comunicado del Kremlin y reportado por el diario The Washington Post asegura que el clima de la reunión fue «constructivo, con carácter de negocio» y que en un eventual encuentro los mandatarios tratarían de pasar la página en las tensas relaciones bilaterales que se han mantenido incluso desde la llegada del republicano a la Casa Blanca.

Trump informó que otros temas también podrían estar en la agenda de ese eventual encuentro, como las tensiones por Ucrania, la guerra en Siria y la carrera nuclear que lleva adelante Corea del Norte.

 

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