Lo que debes saber de las ejecuciones que Arkansas en tiempo récord
Por ahora, tres de las ocho muertes quedarán en espera de nuevas decisiones. Pero el resto de las ejecuciones se realizará en el apresurado lapso de 11 días que fijó el gobernador Asa Hutchinson para evitar que se le venza una de las drogas usadas en la inyección letal. Una manifestación en contra de la pena de muerte en Little Rock, Arkansas, el 14 de abril del 2017. (AP Photo/Kelly P. Kissel) The Associated Press Mientras en Arkansas las autoridades preparan todo para iniciar las polémicas ejecuciones por inyección letal de una serie de condenados a muerte esta semana, las batallas legales se siguen peleando en distintos juzgados para frenarlas. Por ahora, las dos muertes que estaban planificadas para este lunes fueron canceladas por la Corte Suprema de Arkansas, pero esta decisión podría revertirse de un momento a otro, según abogados cercanos al caso. Una más debe esperar la decisión del gobernador Asa Hutchinson a un pedido de clemencia. Pero el resto continuará como estaba pautado en el calendario de once días y a un ritmo de a dos por día. Las próximas serán el 20 de abril: son las de Stacey Johnson y Ledell Lee, ambos condenados por asesinato.
¿Por qué a un ritmo tan acelerado?
El gobernador Hutchinson puso hace un mes fecha para la ejecución de ocho presos en once días en una carrera con la que pretendía evitar el vencimiento (el 30 de abril) de un lote del sedante utilizado en la inyección: el Midazolam. A contrarreloj, se fijaron las ejecuciones de Bruce Ward, Don Davis, Stacey Johnson, Ledell Lee, Jack Jones, Marcel Williams, Kenneth Williams y Jason McGehee entre el 17 y 27 de abril. Todos habían sido condenados por distintos asesinatos.
Tres en espera
Este lunes por la tarde la Corte Suprema de Arkansas –en una decisión dividida 4-3– frenó las primeras dos ejecuciones que estaban agendadas para este lunes por la noche. Son las de Don Davis y Bruce Ward. En estos casos, los presos solicitaron acceso a expertos independientes que pudiesen evaluar sus estados psiquiátricos. Las ejecuciones de Davis y Ward estarán guiadas por lo que ocurra en un caso separado que debe ser visto por la Corte Suprema de Estados Unidos el 24 de abril. El juez asociado de la Corte Shawn Womack lamentó la decisión al asegurar que ambos han tenido «décadas de apelaciones» en sus casos y que las familias de las víctimas merecían cerrar este capítulo. Un recluso más, Jason McGehee, está a la espera de que el gobernador Hutchinson acepte o rechace su clemencia, que fue recomendada por el Consejo de Libertad Condicional de Arkansas a principios de abril. Esta respuesta podría darse en cualquier momento, dada la premura por el vencimiento de la droga.
Un juez fuera de juego
Un juez de Arkansas bloqueó este viernes el uso del bromuro de vecuronio, el segundo de los tres compuestos de la inyección letal y que frena la respiración de los ejecutados. La decisión respondió al pedido de la proveedora McKesson, que argumentó que al vender el fármaco pensó que sería utilizado con propósitos médicos y no para causar la muerte de alguien. Esa resolución detuvo temporalmente las ejecuciones. Pero este lunes, su autoridad para conocer sobre todos los casos sobre pena de muerte fue desconocida por la Corte Suprema de Arkansas tras la participación de este juez en una protesta justo después de haber anunciado su decisión el viernes. El alto tribunal incluso refirió al juez estatal del condado de Pulaski, Wendell Griffen, a una Comisión Judicial Disciplinaria en la que se evaluará si violó los códigos de conducta al participar de la protesta.
Luz verde
Otra decisión de un juez federal frenó las ejecuciones el sábado. Lo hizo tras una demanda de los reclusos que argumentaron que el uso del midazolam como sedante en el coctel de la muerte podría violar sus derechos. El anestésico ha sido vinculado con al menos cuatro ejecuciones fallidas en las que los presos no se duermen completamente y sufren un fuerte dolor mientras son aplicadas las otras dos drogas de la inyección letal: el bromuro de vecorunio, que para la respiración y paraliza los músculos, y el cloruro de potasio, que detiene el corazón. El juez determinó entonces que los argumentos eran suficientemente pesados como para detener las ejecuciones, pero la fiscal general estatal, Leslie Rutledge, apeló la decisión y pidió que fuera revisada a la brevedad para no retrasar las muertes. Tras la revisión, la corte de apelaciones dejó sin efecto esta decisión y abrió la puerta para que se realice el resto de las ejecuciones.
El Tribunal Supremo de EEUU impide la primera ejecución del grupo de los ocho en Arkansas
Es la segunda vez en siete años que los tribunales han intervenido a favor de Don Davis horas antes de que se llevara a cabo la ejecución prevista. Arkansas planificó las ejecuciones antes de finales de abril por la caducidad de uno de los compuestos de la inyección letal. El Tribunal Supremo de Estados Unidos rechazó a última hora del lunes la petición de Arkansas de levantar una moratoria para que el estado pudiera celebrar la primera de las ocho ejecuciones previstas para este mes de abril – después de más una década- que fueron programadas por la proximidad del vencimiento de uno de los componentes de la inyección letal. Los jueces rechazaron la petición de la fiscal general de Arkansas, Leslie Rutledge, de que se suspendiera una moratoria para Don Davis, que estaba previsto ejecutaran en la noche del lunes, en la que hubiera sido la primera ejecución en este estado desde 2005, informó AP. Es la segunda vez en siete años que los tribunales han intervenido a favor de Davis horas antes de que se llevara a cabo la ejecución. Mientras esperaba la decisión, Davis recibió la que creía que iba a ser su última cena: pollo frito, pan, frijoles, puré de papas y pastel de fresas. Arkansas planificó ocho ejecuciones antes de finales de abril, debido a que uno de los fármacos que se emplea en la inyección letal va a caducar próximamente. Así entre el 17 y 27 de abril se programaron las ejecuciones de Don Davis, Bruce Ward, Stacey Johnson, Ledell Lee, Jack Jones, Marcel Williams, Kenneth Williams y Jason McGehee, todos condenados por distintos asesinatos. Una jueza federal había ordenado el sábado una suspensión más amplia de la serie de ejecuciones, pero su decisión fue revertida el lunes por la Corte de Apelaciones del Octavo Circuito de Estados Unidos. La pugna está siendo fuerte entre los partidarios y detractores de la pena de muerte, así la Corte Suprema del estado también desestimó una orden que bloqueaba el uso de bromuro de vecuronio, el compuesto de la inyección letal que paraliza la respiración de los reos.
«Día agotador»
El gobernador de Arkansas, Asa Hutchinson, expresó en un comunicado su decepción por la decisión de la corte. «Si bien este ha sido un día agotador para todos los involucrados, mañana continuaremos luchando en apelaciones de última hora y esfuerzos para garantizar la justicia a las familias de las víctimas», señaló el gobernador. La fiscal Rutledge también lamentó la decisión del Tribunal Supremo. «Las familias han esperado demasiado para ver justicia y continuaría haciendo esto mi prioridad», indicó en un mensaje de Twitter. El mismo lunes, antes de la decisión del alto tribunal, la Corte Suprema de Arkansas canceló las dos primeras ejecuciones, las de Davis y Ward, cuyas defensas han pedido acceso a expertos independientes que pudiesen evaluar sus estados psiquiátricos. Tras el rechazo de la máxima corte estatal, la fiscal Rutledge respondió interponiendo un recurso ante el Tribunal Suprem de EEUU con una petición para que autorizara la ejecución de Davis, que le fue rechazada. Ante este revés, el gobernador Hutchinson dijo sentirse alentado por el resto de decisiones judiciales que quedan pendientes y que señaló podrían allanar el camino para que el estado realice otras ejecuciones este mes. Las dos ejecuciones siguientes están previstas para el jueves 20 por la noche. Se trata de Stacey Johnson y Ledell Lee, ambos condenados por asesinato.
Arkansas ejecuta al primero de ocho presos que tenía previsto aplicar inyección letal en un lapso de 11 días
A pesar de haber enviado apelaciones de emergencia, Ledell Lee es el primer ejecutado del grupo de condenados que el estado programó ejecutar antes de que caduque un componente de las inyecciones. La Corte Suprema autorizó a proceder poco antes de la medianoche, con casi cinco horas de retraso. La Corte Suprema negó este jueves las peticiones para detener la ejecución de un hombre condenado a muerte en Arkansas, permitiendo que el estado termine con la vida de Ledell Lee. Esta es la primera ejecución en el estado en 12 años. La ejecución fue llevada a cabo en la Unidad Cummins, en Grady, sitio que alberga la cámara de muerte del estado y fue declarado muerto a las 23:56 del jueves hora local, doce minutos después de recibir la inyección letal, según notificó el Departamento de Correcciones de Arkansas. Lee era uno de los ocho hombres que Arkansas planeaba ejecutar en 11 días, la mayor cantidad de aplicaciones de inyecciones letales de cualquier estado en un período tan corto desde que se reestableció la pena de muerte en 1976. El reo, de 51 años, fue condenado a muerte en 1995 por el asesinato y violación de Debra Reese, de 26 años, en su domicilio en Jacksonville, aunque él sostuvo desde el principio que era inocente. La defensa de Lee ha intentado hasta el último momento detener la ejecución con varios recursos en los tribunales pero finalmente no fue posible, pese a que distintas instancias judiciales lograron detener en estos últimos días cuatro de esas ejecuciones.
Carrera contra el tiempo
Lee estaba listo para ser ejecutado a las 7:00 pm del jueves, pero las apelaciones de último momento de sus abogados lograron posponer por horas la muerte. El Tribunal de Apelaciones del octavo circuito de Estados Unidos en St. Louis, Misuri, suspendió en principio por poco más de una hora la ejecución de Lee hasta las 8:15 pm, mientras revisaba su apelación por una solicitud para realizar más pruebas de ADN que ayudaran en su caso. El caso llegó hasta la Corte Suprema de EEUU que decidió por 5 votos a favor y 4 en contra permitir al estado de Arkansas que procediera con la ejecución. El reo no hizo una petición especial de comida para su última cena, como suele se es habitual en estos casos, sino que solició comulgar, según indicó un portavoz del Departamento de Correcciones de Arkansas citado por el New York Times.
Ejecuciones en serie
El anuncio de las ejecuciones fue realizado por el gobernador republicano de Arkansas, Asa Hutchinson, y han despertado controversias en todo el país. Arkansas programó todas estas ejecuciones en un periodo de tiempo tan corto debido a que está próximo a vencerse un componente de las inyecciones letales que el estado tiene en su poder. Esta motivación también ha generado críticas y cuestionamientos sobre el cumplimiento de protocolos de la pena de muerte. La intervención de abogados de varias agrupaciones tales como Innocence Project (organización legal no lucrativa que trabaja en exonerar a personas condenadas erróneamente mediante el uso de pruebas de ADN) han logrado frenar cuatro de las ocho ejecuciones en tribunales. Desde la organización lamentaron la ejecución al recordar que durante estos veinticuatro años Lee proclamó su inocencia. «Durante ese tiempo, cientos de personas inocentes han sido liberadas de las prisiones de nuestra nación y los corredores de la muerte por pruebas de ADN. Es difícil entender cómo el mismo gobierno que usa el ADN para procesar crímenes cada día ejecutó al Sr. Lee sin permitirle una simple prueba de ADN», señaló en un comunicado la abogada Nina Morrison de Innocent Project . Los familiares de Debra Reese estaban en la prisión de la Unidad Cummins y dijeron que Lee merece morir por un crimen que destrozó sus vidas, reportó la agencia Reuters. Lee también fue condenado en otro juicio por violar a dos mujeres y fue juzgado, aunque no condenado, por el secuestro, violación y asesinato de otra en 1989. Los fiscales retiraron la acusación cuando recibió la condena a muerte por el asesinato de Reese.