Para los latinos, dejar de fumar es un asunto familiar y cultural

Para ayudar a que los hispanos y latinos dejen de fumar, no basta con traducir mensajes genéricos al español, sino es clave entender que los índices de fumar varían significativamente por país de origen. Por ejemplo, los puertorriqueños tienen el índice más alto de consumo entre hispanos en Estados Unidos y las menores probabilidades de parar. La mayoría de las iniciativas para impulsar a la gente a dejar de fumar tiene el mensaje de ‘deja de hacerlo porque te puede matar’, aunque entre latinos funcionan mejor las campañas que hacen énfasis en la familia.
Andrew Burton/Getty Images  Beatrice fumó su primer cigarrillo cuando tenía 7 años. Para los 13, ya era una fumadora habitual. La madre de dos niños dejó de fumar en su treintena, y su inspiración para hacerlo fueron sus hijos.  “Cuando mi hijo tenía 11 años, me escribió una carta y en ella me pedía que dejara de fumar”, dijo Beatrice. “Y cuando pasaba por el proceso de dejar de fumar, esa carta me motivó mucho. Quiero estar presente para mi familia”. Según expertos, Beatrice, que relata su historia en un video del gobierno que insta a los hispanos y latinos a dejar de fumar, tipifica la tendencia en ese grupo étnico. Dejar de fumar es crítico para todas las personas porque el fumar daña los vasos sanguíneos y puede llevar a enfermedad cardiovascular y ataque cerebral.  La mayoría de las iniciativas para impulsar a la gente a dejar de fumar tiene un mensaje simple pero poderoso: Deja de hacerlo porque te puede matar. Puede que ese mensaje duro cambie los hábitos de algunos, pero expertos dicen que los fumadores hispanos y latinos podrían tener más éxito con mensajes diferentes. En resumen, puede ser más útil abordar las diferencias culturales y la importancia del papel que juega la familia. “Eso es clave: entender la cultura, más que el idioma,” dijo Hernán Tagliani, fundador y presidente de la agencia The Group Advertising en Orlando, Florida. Por más de una década, sus proyectos se han concentrado en los hispanos y latinos en Estados Unidos. Dejar de fumar es crítico para todas las personas porque el fumar daña los vasos sanguíneos y puede llevar a enfermedad cardiovascular y ataque cerebral. Es responsable de una de cada cinco muertes en Estados Unidos, y según expertos, es una de las causas principales de muerte prevenible. Para ayudar a que los hispanos y latinos dejen de fumar, es clave entender que los índices de fumar varían significativamente por país de origen. De igual forma, los modismos y vulgarismos pueden variar mucho de un país a otro de manera que algunos de los mensajes pueden ser menos efectivos. Por ejemplo, los puertorriqueños tienen el índice más alto de fumar entre hispanos en Estados Unidos, pero pueden escuchar los mensajes de manera distinta a los venezolanos o mexicanos. Por eso, no siempre basta con traducir los mensajes genéricos al español – en particular porque puede que los hispanos y latinos de segunda, tercera y cuarta generación solo hablen inglés, dijo Tagliani. A través de los años, Antonio Cases y su personal en el departamento de salud de Puerto Rico han elegido no usar los anuncios publicitarios de los Centros para la Prevención y Control de Enfermedades porque los mensajes y las personas en ellos no eran afines con la población de la isla. Pero los materiales en español que se han proporcionado en años recientes para la campaña Consejos de exfumadores de los CDC incluyen a hispanos y latinos, y los mensajes en español están bien hechos, dijo Cases, director de la división de control de tabaco y salud oral. Según estadísticas de la Oficina del Censo, los hispanos y los latinos representan aproximadamente el 17 % de la población estadounidense. Pero no todos buscan información en español.“En cuanto a la promoción del daño de los cigarrillos, como la promoción del uso del quit line (la línea de ayuda para dejar de fumar), es muy importante que sean adaptados a nuestra población [puertorriqueña]”, dijo. En general, una campaña exitosa dirigida a adultos hispanos y latinos encaja con su sentido de familia profundamente arraigado, dijo Carla Eboli, directora ejecutiva de reputación para Dieste, una agencia radicada en Dallas que se concentra en los consumidores hispanos y latinos. Los fumadores hispanos y latinos han dicho en grupos de enfoque que el amor y el apoyo de la familia los ha motivado a dejar de fumar, dijo Eboli. “El aspecto de la familia en el cuidado de salud es muy, muy importante para la comunidad hispana”, dijo Eboli. Según estadísticas de la Oficina del Censo, los hispanos y los latinos representan aproximadamente el 17 % de la población estadounidense. Pero no todos buscan información en español. Según un estudio de 2015, los fumadores cubanos y puertorriqueños en Estados Unidos tienen menos probabilidades de dejar de fumar que hispanos/latinos de otros grupos étnicos. American Heart Association News Según un informe de 2013 del Pew Research Center, aproximadamente 43 % de los que hablan principalmente español obtienen sus noticias de fuentes de habla hispana, pero aproximadamente dos tercios de los hispanos y los latinos bilingües obtienen sus noticias de medios en ambos idiomas. “Por ello, no es solamente buena idea tener nuestra información disponible en español – es crítico hacerlo”, dijo Michelle Johns, una especialista en comunicación de salud en los CDC. Los colegas de Johns en la Oficina de Fumar y la Salud sabían que era importante crear materiales tanto en inglés como en español, dijo. Su campaña Consejos de Exfumadores se diseñó para hacer llegar el mensaje a los más de 3,5 millones de fumadores hispanos y latinos.La página en español de la campaña Consejos de exfumadores incluye enlaces a recursos para dejar de fumar, grabaciones cortas de testimonios de exfumadores y una lista de enfermedades que podrían estar vinculadas a fumar. Además, tiene testimonios en video. La mayoría de las historias se centran en cómo el mal hábito del fumador empeoró su salud. Hablan francamente de sus cirugías de corazón abierto, la pérdida de dientes por enfermedad de las encías, la pérdida de piernas y pulmones. Algunos han muerto. El Instituto Nacional del Cáncer también tiene una campaña para alentar a la gente a dejar de fumar. La página en inglés incluye artículos sobre cómo manejar las emociones y cómo hacer la transición a una rutina sin tabaco. La página en español que la acompaña también tiene información para ayudar a los fumadores a dejar el hábito – y un mensaje claro. La frase en la parte superior de la página dice, en español: “Mi familia, mi salud, mi vida.”

El precio de los cigarrillos en Nueva York se convertiría en el más alto en Estados Unidos

El alcalde Bill de Blasio anunció un paquete de medidas legislativas que buscan reducir el uso del tabaco en la ciudad de Nueva York. De aprobarse, una de estas propuestas incrementaría el precio del paquete de cigarrillos de 10.50 a 13 dólares. Una serie de medidas legislativas pretenden reducir el uso del tabaco en la ciudad de Nueva York y una de ellas contempla elevar el precio del paquete de cigarrillos de 10.50 a 13 dólares. De aprobarse, el precio por cajetilla sería el más alto de Estados Unidos. Las propuestas legislativas que anunció el miércoles el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, pretenden reducir drásticamente el uso de tabaco en la ciudad. Eso incluye hacer más difícil la venta de estos productos pues una de estas medidas buscaría limitar el número de minoristas que vendan productos de tabaco. Se estima que 900,000 residentes de Nueva York son fumadores y el objetivo de esta campaña, indicó el alcalde, es reducir el número de fumadores a 160,000, a través de los próximos tres años. Las propuestas se presentarán el próximo 27 de abril en audiencias del Concejo Municipal de la ciudad de Nueva York. Un estudio de la Asociación Estadounidense del Cáncer concluyó que 8,992 comercios tenían licencia para vender tabaco en Nueva York en octubre del 2016 y que una tercera parte de esos negocios estaban dentro de una distancia de 500 pies de una escuela, explica AP. Otras propuestas crearían un impuesto local de 10% a otros productos de tabaco, y requerirían que los vendedores de cigarrillos electrónicos obtuviesen licencias y limitar el número de minoristas que vendan este tipo de cigarrillos. Entre las medidas se contempla prohibir, además, la venta de productos de tabaco en las farmacias. «Hoy estamos hablando de salvar vidas», dijo la doctora Mary T. Bassett, comisionada del Departamento de Salud de la ciudad de Nueva York, que acompañó al alcalde en las oficinas de la Asociación Estadounidense del Corazón. «Queremos hacer más fácil dejar los cigarrillos y más difícil fumar».

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