Nayib Bukele gana las elecciones presidenciales y pone fin a tres décadas de bipartidismo en El Salvador

El exalcalde izquierdista obtuvo el triunfo en las elecciones presidenciales con poco más del 53.7% de los votos, según resultados oficiales preliminares con más del 87% de las actas escrutadas. Con esta ventaja evita ir a segunda vuelta y sería proclamado presidente el próximo mes de junio. El exalcalde Nayib Bukele resultó ganador en la elección presidencial de El Salvador el domingo por un amplio margen sobre su más cercano rival, un triunfo que pondría fin a tres décadas de bipartidismo con su oferta de combatir la corrupción, la violencia y la pobreza.

Bukele, un exempresario izquierdista de 37 años, el carismático exalcalde capitalino venció en primera ronda con 53,78% de los votos, con 87,67% de las actas contadas y en resultados considerados «irreversibles» por el tribunal electoral, mientras que Carlos Calleja, dueño de la cadena de supermercados más grande del país, obtenía el 32.05 por ciento. Tras los primeros resultados dados a conocer por las autoridades electorales, Bukele se proclamó como presidente electo en primera vuelta y agradeció a todos los salvadoreños que votaron por él así como a “todos los que aún están esperando que la actas sean transmitidas a pesar que el resultado es irreversible”. El candidato del derechista Arena, el empresario de supermercados Carlos Calleja, reconoció el triunfo de Bukele.  “Reconocemos los resultados de estas elecciones. Vamos a llamar al presidente electo para desearle suerte para enfrentar los desafíos en este país”, declaró a la prensa Calleja, de 42 años, quien según los resultados preliminares habría quedado segundo en la votación. El candidato izquierdista Hugo Martínez, del gobernante FMLN que resultó tercero con 13.77%, también reconoció el triunfo de Bukele. Los centros de votación de las elecciones presidenciales de El Salvador cerraron este domingo a las 17:07 hora local para dar comienzo al recuento de votos tras una jornada marcada por la baja participación y la tranquilidad. Los salvadoreños votaron este domingo en unas elecciones presidenciales a las que el joven exalcalde Nayib Bukele llegó como amplio favorito para llevarse el triunfo en primera vuelta y romper con tres décadas de bipartidismo, con su oferta de acabar con la corrupción, eliminar la violencia de las pandillas y crear más puestos de trabajo. El izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), donde milita el actual mandatario Salvador Sánchez Cerén, y su rival, la conservadora Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), se han alternado la presidencia del empobrecido y pequeño país centroamericano desde 1989. Sin embargo, la mayoría de encuestas muestran que Bukele, un empresario y exalcalde capitalino de 37 años, tenía más de 20 puntos porcentuales de ventaja sobre su escolta más cercano. Bukele debía conseguir más del 50 por ciento de los votos el domingo, donde unos 5.2 millones de salvadoreños fueron llamados a votar, para evitar el balotaje del 10 de marzo. Tras su paso por la alcaldía de San Salvador, Bukele fue expulsado en 2017 del FMLN, por lo que se postuló para las presidenciales como abanderado de la derechista Gran Alianza para la Unidad Nacional (GANA). A pesar de ello, se define como «una persona de izquierda» y ha calificado a los líderes de Venezuela y Nicaragua como «dictadores». Uno de los que lo ha felicitado apenas conocerse el resultado preliminar ha sido el presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, a través de su cuenta de Twitter. Descendiente de palestinos, Bukele ha sabido capitalizar el descontento hacia los dos partidos tradicionales con la promesa de desterrar la corrupción, encarar la violencia y combatir la pobreza. Pero hay quienes dudan que Bukele logre impulsar muchos de sus planes en el Congreso, donde GANA y sus aliados sólo cuentan con 11 de un total de 84 escaños. El próximo presidente de El Salvador, que asumirá en junio para un período de cinco años, tendrá que hacer frente a las políticas antimigratorias del presidente estadounidense Donald Trump y heredará un país con un menguante crecimiento económico, y con una de las tasas más altas de homicidios del planeta.

Una jornada sin incidentes

Las elecciones presidenciales que se celebran este domingo en El Salvador transcurrieron sin incidentes destacables, al margen del retraso en la apertura de algunas mesas de votación y la exhibición de propaganda partidista pese a la prohibición que establece el Código Electoral Jóvenes ondeando banderas rojas, celestes y azules, música de reguetón y vendedores ofreciendo comida y bebida daban la bienvenida a los votantes que llegaban a los centros de votación de El Salvador este domingo para elegir al que será su presidente por los próximos cinco años. Aunque en el interior de los centros electorales la situación era tensa y los vigilantes de cada partido político estaban «ojo al Cristo» o pendientes, afuera el ambiente en general era de fiesta y civismo.El Tribunal Supremo Electoral (TSE) de El Salvador, que destacó la «tranquilidad general» en la jornada, ordenó retirar la propaganda electoral cercana a los lugares de votación y los altavoces colocados por los partidos que «están interrumpiendo la jornada».El incumplimiento de la norma llevó al TSE a hacer un llamamiento a los partidos políticos en contienda para que eviten exhibir propaganda a menos de 100 metros de los centros de votación, tal y como establece la ley. A excepción de este incidente y los rumores de fraude, habituales en las celebraciones de comicios en el país, el ente rector electoral destacó la «normalidad» como nota predominante, coincidiendo en la valoración de la Policía Nacional Civil (PNC) y Fiscalía General de la República (FGR). Por su parte, el presidente salvadoreño, Salvador Sánchez Cerén, y los cuatro aspirantes a relevarlo en el poder Ejecutivo desde el 1 de junio próximo ejercieron sin contratiempos su derecho a voto El mandatario, segundo presidente que llegó bajo la bandera del FMLN, pidió a los partidos políticos en contienda que los resultados de los comicios «sean respetados» y dijo que espera que la población tenga en cuenta, a la hora de votar, la «enorme transformación» de los últimos 10 años en el país. La ronda de votación de candidatos, inaugurada por Martínez, la cerró el candidato de GANA, quien emitió el voto a las 12:50 hora local, pese a que había anunciado que votaría a las 11:00 horas. Se trata de la sexta elección presidencial desde el final de la guerra civil (1980-1992), a la que estuvieron convocados más de 5.2 millones de electores. El Salvador es un país pequeño tanto en extensión como en población, con apenas 6.5 millones de habitantes. Cerca de un tercio de los hogares viven en la pobreza y el Banco Mundial señaló que la renta per cápita es de 3.560 dólares. En busca de un nueva vida, muchos salvadoreños se unieron a las recientes caravanas de migrantes que recorrieron México a pie con el objetivo de llegar a Estados Unidos.

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