‘Nikolas llegó a su límite luego de la muerte de su madre’

Familiares dicen que el autor de la masacre empezó a tener problemas de conducta desde pequeño. Dos días después del tiroteo que sacudió al colegio Marjory Stoneman Douglas, en Parkland (Florida), en el que 17 personas perdieron la vida, siguen dándose a conocer más estremecedores detalles sobre Nikolas Cruz, el joven de 19 años, exalumno de la institución, que perpetró el ataque con un fusil AR-15 y se encuentra en la cárcel del condado de Broward, al norte de Miami. Y es que de acuerdo con los relatos de familiares y allegados, el difícil comportamiento de Cruz viene de varios años atrás. Nikolas llegó a los brazos de Roger y Lynda Cruz, quienes lo adoptaron junto a su hermano Zachary a temprana edad. Para Barbara Kumbatovic, cuñada de Lynda, ellos son personas amorosas que no pudieron tener hijos biológicos y decidieron darse una oportunidad con los dos pequeños.  El testimonio de Kumbatovic fue recopilado por el diario Sun-Sentinel, en el que describe a Lynda como un ama de casa ciento por ciento dedicada al cuidado de sus hijos. Sin embargo, con el transcurso del tiempo, Nikolas empezó a presentar serios problemas de conducta que parecieron salírsele de las manos, por lo que decidió llevarlo a terapia en repetidas ocasiones. Así, pese a los esfuerzos de su madre, el mal comportamiento de Nikolas se fue agudizando, en especial después de la muerte de Roger, su padre, a causa de un infarto cuando el niño tenía apenas seis años.
“Ella era una mujer encantadora y trabajadora. Hizo un hermoso hogar para ellos. Puso mucho esfuerzo y tiempo en su educación, su recreación, lo que sea que necesitaran. Era una buena madre que hizo todo lo posible porque necesitaba compensar el ser madre soltera”, afirmó Kumbatovic. Pero, incluso vecinos de Cruz relataron al mismo diario que habían tenido que llamar en varias ocasiones a la policía por incidentes con el chico, algunos de estos relacionados con disparos a pollos.  De otro lado, Dakota Mutchler, una estudiante de 17 años que asistió a la escuela con Cruz, dijo que “había algo desagradable en él” y que al pasar a la secundaria comenzó “a volverse un poco más raro”, hasta el punto de llegar a vender cuchillos que extraía de su lonchera. El comportamiento de Nikolas, de acuerdo con Kumbatovic, pudo haber llegado al límite cuando Lynda, hace poco más de tres meses, falleció por una neumonía a los 68 años. Ella le dijo al Washington Post: “Lynda era muy cercana a ellos. Puso mucho tiempo y esfuerzo en esos chicos, tratando de darles una buena vida y una buena educación. No creo que (la masacre) haya tenido algo que ver con su educación. Pudo haber sido la pérdida de su madre (…) Su muerte fue inesperada y golpeó duramente a Nikolas”, finalizó.  Por el momento, las investigaciones apuntan a que el joven, expulsado del instituto el año pasado tras una pelea con la nueva pareja de su exnovia, activó las alertas de incendio con granadas de humo, y, cuando sus antiguos compañeros salieron de las aulas, comenzó a disparar con el rifle comprado de manera legal el año pasado. Cruz regresó al colegio movido por el ansia de “venganza”, señaló el alguacil del condado de Broward, Scott Israel. Por otra parte, también se develó que el FBI fue alertado hace cinco meses de que una persona que se hacía llamar Nikolas Cruz dijo en YouTube que quería convertirse en un “tirador escolar profesional”. Sin embargo, Rob Lasky, agente encargado en Miami, indicó en una rueda de prensa que fue “imposible localizar” a quien hizo ese comentario.  Además, según informó ayer la Liga contra la Difamación, grupo internacional judío que lucha contra el antisemitismo, Nikolas tiene vínculos con el grupo República de Florida (ROF), una organización conocida por sus convicciones supremacistas. Jordan Jereb, uno de los líderes de ROF, confirmó este vínculo y dijo que Cruz ha participado incluso en los entrenamientos de este grupo. La ROF se define en su página web como una organización que defiende los derechos civiles de los blancos y opera como una milicia con miembros repartidos por todo el estado. La Liga contra la Difamación indicó que decidió contactar con la ROF al ver que algunos de sus miembros aseguraban en las redes sociales que Cruz formaba parte del grupo.

Debate sobre control de armas

Por su parte, el presidente Donald Trump se dirigió el jueves al país en un discurso en el que prometió enfrentar “el difícil problema de la salud mental”, pero evitó mencionar medidas para el control del acceso a las armas. El mandatario subrayó que sostendrá un encuentro con los gobernadores estatales del país para hacer de la seguridad en las escuelas “nuestra principal prioridad”. Asimismo, anunció que planea viajar a Parkland para visitar a las familias de las víctimas y las autoridades locales.  En la misma línea se expresó el también el republicano Paul Ryan, presidente de la Cámara de Representantes, al indicar que el “terrible tiroteo” no debe dar pie a un debate sobre la “supresión de los derechos de los ciudadanos”. “En estos momentos creo que necesitamos darnos un respiro y recolectar todos los hechos”, dijo.  El gobernador de Florida, el también republicano Rick Scott, aseguró este jueves que la próxima semana se reunirá con congresistas estatales a fin de evitar que se repita una tragedia como esta. Para ello quiere garantizar que los niños estén seguros en las escuelas y que las personas con “problemas mentales” no tengan acceso a armas.  En contraste, David Hoog, alumno de último año, dijo a la prensa que lo que más recuerda de lo sucedido fue cómo un portero del colegio de origen hispano se convirtió en un “héroe” al evitar que una “marea humana, un tsunami de personas” se dirigieran despavoridas hacia los disparos.  Hoog, cuya hermana perdió el miércoles a dos de sus mejores amigos, urgió a los políticos para que “no se repita un tiroteo” como el de su escuela “una y otra vez”, pues es una situación “inaceptable”, y si las leyes fuesen más restrictivas en la venta de armas, las “ideas” de matanzas se quedarían en eso y no habría tantos niños muertos. Sobre el joven exalumno de este instituto pesan ahora 17 cargos de asesinato premeditado, uno por cada persona muerta.

Revelan nombres de las 17 víctimas mortales del tiroteo en Florida

Siete de las personas que murieron tenían 14 años; En total, 13 eran menores de edad. La oficina del Alguacil del Condado Broward, ubicado en Fort Lauderdale, Florida, reveló este jueves el listado completo de las víctimas del tiroteo ocurrido el miércoles en la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas, en Parkland. Solamente cuatro de las 17 víctimas mortales eran mayores de edad. Los 13 restantes tenían menos de 18 años. Siete de ellos tenían 14 años de edad. Ocho eran mujeres y los nueve restantes, hombres. El autor de tiroteo, Nikolas Cruz, está en poder de la policía. En la lista de víctimas facilitada por el alguacil del condado, Scott Israel, durante una rueda de prensa aparecen los nombres de tres empleados de la escuela: Aaron Feis, asistente de entrenador de fútbol americano, Chris Hixon, director de atletismo, y el profesor de geografía Scott Beigel. Otro fallecido Joaquín Oliver, de 17 años, nació en Venezuela y a los 2 años de edad se mudó con su familia a EE. UU. En enero del año pasado se hizo ciudadano estadounidense, según informaron medios locales.

Este es el listado completo de las víctimas:

  1. Carmen Schentrup, 16 años.
  2. Meadow Pollack, 18 años.
  3. Peter Wang, 15 años.
  4. Nicholas Dworet, 17 años.
  5. Christopher Hixon, 49 años. Director de atletismo.
  6. Aaron Feis, 37 años. Asistente de entrenador de fútbol americano.
  7. Luke Hoyer, 15 años.
  8. Alaina Petty, 14 años.
  9. Jaime Guttenberg, 14 años.
  10. Martin Duque Anguiano, 14 años.
  11. Alyssa Alhadeff, 14 años.
  12. Helena Ramsay, 17 años.
  13. Scott Beigel, 35 años.
  14. Joaquín Oliver, 17 años.
  15. Cara Loughran, 14 años.
  16. Gina Montalto, 14 años.
  17. Alexander Schachter, 14 años.

Según el relato hecho por Israel en la rueda de prensa, Cruz, de 19 años, llegó a las 2:19 de la tarde, hora local, en un Uber conducido por una mujer y se dirigió hacia la entrada este de la escuela secundaria con un rifle semiautomático AR 15 dentro de una maleta negra.  A partir de ahí, el joven, un exestudiante de esta secundaria, disparó a diestro y siniestro en los pasillos y algunas aulas del colegio, en las tres plantas del edificio, y posteriormente dejó el rifle y salió a pie del centro educativo mezclado con los estudiantes que evacuaban el lugar.  Después se dirigió a un local de la cadena Walmart, compró un refresco en un local de Subway y posteriormente se dirigió a un McDonald’s, donde permaneció un tiempo no especificado. Israel señaló que la investigación, para la que hasta el momento han entrevistado hasta unas 2.000 personas, sigue en curso y ahora se hallan estudiando las conversaciones previas que mantuvo el sospechoso, así como las publicaciones que hizo en redes sociales.

La investigación apunta a que el joven, expulsado de la escuela el año pasado tras una pelea con la nueva pareja de su exnovia, activó las alertas de incendio con granadas de humo y, cuando sus antiguos compañeros salieron de las aulas, comenzó a disparar con un arma semiautomática.  Tres heridos del tiroteo en la escuela de Florida permanecen en estado crítico en los hospitales Broward Health Medical Center y Broward Health North. El tiroteo de Parkland, que además de los 17 muertos dejó 15 heridos, fue el décimo octavo incidente con armas en centros educativos estadounidenses ocurrido en lo que va de 2018.

Dolor en la vigilia por víctimas de la masacre en escuela de EE. UU.

Los familiares de las 17 víctimas del ataque armado recordaron a sus seres queridos. Miles de personas se reunieron este jueves en una vigila en recuerdo de las 17 víctimas mortales de la matanza perpetrada este miércoles por Nikolas Cruz en la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas, en Parkland (Florida, EE.UU.), y miles no pudieron evitar emocionarse.  Tanto jóvenes como adultos lloraron a lágrima viva al escuchar el testimonio del padre de la niña de 14 años Jamie Guttenberg, una de las víctimas mortales del ataque, que consiguió hablar gracias a los ánimos y frases de apoyo que recibió.  El padre, Fred Guttenberg, explicó emocionado que el año pasado perdió a un hermano víctima de un cáncer, enfermedad derivada de los atentados del 11 de septiembre de 2001.Pensó entonces que el dolor era insoportable, pero indicó que lo que ha vivido desde la tarde de este miércoles es infinitamente peor. «Jamie era la luz de la fiesta», dijo el progenitor, que lamentó no recordar si se despidió de su hija antes de que ésta saliera hacia la escuela y no la volviera a ver. Por eso dijo que los chicos deben entender que cuando sus padres les dicen que no a todo lo que quieren hacer es por protegerlos y no sufrir el dolor de perderlos, y a los progenitores les pidió que no pierdan un día sin «abrazar y besar» a sus hijos y decirles que los quieren. Junto a él, en el escenario del anfiteatro al aire libre del parque Pine Trails, uno de los numerosos parques que dan nombre a esta localidad floridiana, autoridades y líderes religiosos pidieron unidad para afrontar esta tremenda tragedia.
Presidido por una docena de figuras aladas, al lado del estrado, se colocó el denominado «tablón de la bondad», en el que los asistentes escribieron palabras de condolencia y apoyo, además de mensajes como «si el sol nunca falla y se levanta todos los días. Nosotros nos levantaremos también». En este espacio también hubo lugar para mensajes de tono político, como «Ya basta» o «NRA deja de matar a nuestros hijos», en referencia a la Asociación Nacional del Rifle, el poderoso grupo de presión a favor de las armas y contrario a una mayor regulación de las mismas en EEUU. Lo vivido en Parkland inevitablemente remitía este jueves a lo registrado hace año y medio tras la matanza en la discoteca gay Pulse, en Orlando, también en Florida, donde murieron 49 personas. Al igual que entonces, cientos de personas depositaron este jueves flores y velas en memoria de las 17 víctimas y tampoco faltaron fotografías de alguno de los fallecidos, como la de Peter Wang, de 15 años de edad. Si aquel julio de 2016 la bandera arcoiris se convirtió en un símbolo del recuerdo a las víctimas, este jueves el color burdeos, que caracteriza a la escuela, fue el predominante en lazos y camisetas. También fue el que Cruz usó para pasar desapercibido al entrar en el centro educativo y perpetrar su matanza.

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