No parece un debate político sino una cocina de restaurante barato

El video con los comentarios machistas de Trump catapulta a Clinton en las encuestas Los primeros sondeos tras el escándalo de la grabación distancian a la demócrata en la carrera hacia la Casa Blanca, aunque no incluyen el impacto del segundo debate. Las primeras encuestas conocidas tras la publicación del video de 2005 donde Donald Trump se jacta de su agresiva actitud sexual ante las mujeres, realizada por NBC News y The Wall Street Journal, muestran que el escándalo ha catapultado a la demócrata Hillary Clinton. Aunque estos sondeos se realizaron antes del segundo debate presidencial este domingo por la noche, por lo que no incluye el impacto del careo entre ambos candidatos. En una comparación frente a frente, la distancia entre ambos candidatos principales subió a 14 puntos (52% para Clinton y tan solo 38% para Trump). Con tan sólo 500 encuestados, la encuesta era relativamente pequeña, pero se trata de la mayor ventaja para Clinton desde septiembre de 2015. Ahora que Paul Ryan, líder de la Cámara de Representantes, anunció que ni defenderá ni hará campaña con Trump, al igual que lo han hecho decenas de altos cargos del partido republicano, la batalla por mantener el control del Congreso se convierte en prioritaria. Según la misma encuesta, un 49% de los consultados dijó que le gustaría ver a los demócratas en el poder en el Congreso, comparado con un 42% para el partido republicano. Se trata de la mayor ventaja para los demócratas desde octubre de 2009. Menos de un cuarto de los republicanos encuestados opinaron que los congresistas republicanos debían dejar de respaldar o pedir la renuncia de Trump a raíz del video. Pero un 52% de los encuestados dijeron que el asunto sí debía considerarse un asunto de campaña. Paul Ryan dice que “no defenderá” a Trump y se enfocará en retener la mayoría en el Congreso El líder de la Cámara de Representantes dijo que no hará campaña con el magnate. En respuesta, Trump afirmó que Ryan no debería «perder el tiempo luchando contra el nominado republicano».  El líder de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, dijo que ya “no defenderá a Trump” ni hará campaña con él antes de las elecciones del 8 de noviembre, asestando un nuevo golpe a la turbulenta campaña del candidato republicano. En una conferencia telefónica con congresistas este lunes, Ryan dijo que enfocará sus energías en retener la mayoría republicana en la Cámara de Representates para «promover su agenda» y evitar que caiga en manos demócratas, según algunos de los que participaron en la llamada. En cuanto a las especulaciones de que retirará su apoyo oficial al magnate, su portavoz, AshLee Strong, dijo que «no ha habido ningún cambio en su posición hasta el momento». Trump no tardó en responder a las declaraciones de Ryan. En una actitud desafiante, tuiteó: “Paul Ryan debe dedicar más tiempo a equilibrar el presupuesto, el empleo, la inmigración ilegal y no perder el tiempo luchando contra el nominado republicano”. La conferencia telefónica se dio un día después de un debate virulento entre Donald Trump y Hillary Clinton, y en medio de crecientes preocupaciones de muchos congresistas de que los escándalos del magnate pondrán en riesgo su mayoría en el Congreso. Con poco que perder tras dos semanas a la deriva, Trump optó por la guerra sucia contra su rival, invitando al auditorio a mujeres que acusaron a Clinton de facilitar los supuestos abusos sexuales de su esposo y amenazando con encarcelarla si llega a ser presidente. El candidato republicano pasó a la ofensiva el domingo tras verse acorralado por la revelación 48 horas antes de un video en el que hace comentarios lascivos sobre las mujeres y alardea de su fama para manosearlas sin su consentimiento. Una avalancha de republicanos retiraron su apoyo a Trump tras la publicación del video, que data de 2005, entre ellos el influyente senador por Arizona John McCain, quien aspira a su quinta reelección como senador. Paul Ryan retiró su invitación a Trump para participar juntos en un acto de campaña en Wisconsin, el estado natal del congresista, y publicó un comunicado en el que dijo estar “asqueado” por los comentarios lascivos de la grabación. El líder de la Cámara de Representantes ha chocado con el magnate varias veces a lo largo de la campaña, e incluso evitó durante semanas darle su respaldo oficial antes de ceder a regañadientes. Pero se encuentra en la incómoda posición de no poder romper del todo con Trump, ante el riesgo de enfurecer a la base electoral que apoya al magnate y comprometer las carreras de los congresistas republicanos que también se juegan su elección en noviembre. La desafiante disculpa con la que Donald Trump busca salir de la peor crisis de su campaña El magnate dijo lo siento, pero no se detuvo mucho en explicaciones sobre sus viejos comentarios despectivos hacia mujeres. De hecho lució como un adolescente que desafía al mundo. A media noche del viernes, un atribulado Donald Trump se presentó en video para ofrecer una suerte de “disculpa” por unos viejos comentarios lascivos sobre una mujer revelados horas antes que han causado la peor crisis de su candidatura presidencial. El ceño fruncido, la cabeza ligeramente ladeada hacia la izquierda, la mirada penetrante. Recortado contra un fondo urbano, Trump no parecía ser alguien demasiado apenado por haber sido pillado en una imprudencia. De hecho, hubo algo de desafío adolescente en su mensaje. Con un “he hecho y dicho cosas que lamento” y la promesa de “ser un mejor hombre mañana”, Trump trató de capear el temporal que se abrió la tarde con el video presentado en The Washington Post, en el que se escucha al republicano fanfarroneando sobre su tratamiento a las mujeres. Fue un video de pobre calidad, aparentemente improvisado, hecho sobre la marcha debido a la emergencia en la que se vio arrastrada la campaña republicana. Una emergencia tan grande, que para la madrugada del sábado se sentía como el inicio una crisis terminal. Del minuto y medio que duró el video, la mayor parte la dedicó Trump a hacer un repetitivo resumen de su propuesta política para criticar a los Clinton, usando la máxima aquella de que la mejor defensa es el ataque. “Bill Clinton ha abusado mujeres y Hillary ha atropellado, atacado, avergonzado e intimidado a sus víctimas”. Es difícil exagerar el daño que el video le causa a la campaña de Trump, una candidatura que no ha logrado convencer del todo a algunos sectores del Partido Republicano. La cascada de reacciones adversas, de retiros de apoyo y hasta llamados a sustituir al nominado da idea de cómo, tras meses de comentarios incendiarios, ofensivos y hasta absurdos, Trump cruzó una línea que muchos no están dispuestos a tolerarle. Bien que esos comentarios son de 2005, pero son la certificación para muchos de la catadura moral del hombre que aspira ser presidente de EEUU. Habrá quien diga que no hacía falta tener el video para saber de qué manera se relaciona con el sexo opuesto. Aunque hay que considerar que las cosas que ha dicho el republicano contra mujeres ha sido registrado en audio y video sin que llegara a causar tanto revuelo. La diferencia en este caso es la crudeza del lenguaje usado por el magnate. Sus incondicionales, ellas y ellos, lo perdonarán porque se trata de «cosas de hombres», pero con seguridad su posición entre el electorado femenino sufrirá todavía un poco más. Estratega republicana recrimina al aire a quienes aún apoyan a Trump tras comentarios obscenos Para muchos republicanos que renuentemente había aceptado a un candidato que habrían preferido no tener –como el presidente del Congreso, Paul Ryan- el episodio presenta la mejor oportunidad para salvar su cara ante el partido y ante la historia. El video lascivo de Trump puede haberle costado ya importante apoyos en el conservador Utah, donde tres de sus principales políticos republicanos le retiraron inmediatamente el apoyo. El otro video, el de su disculpa a medianoche, bien puede tener un efecto contrario y empeorar las cosas para el candidato si partes importantes de los electores juzgan que no fue sincero, que se trató sólo de una maniobra de control de daños y que quien lo dice no resulta ser más que un hombre poderoso con mente adolescente. John McCain se pone al frente de la rebelión republicana contra Trump A un mes de las elecciones, una avalancha de republicanos dice que no votará por el magnate neoyorquino y algunos incluso piden su renuncia debido al escándalo por sus comentarios obscenos contra las mujeres.  John McCain encabeza la avalancha de republicanos que retiran su apoyo a Donald Trump, quien se encuentra sumido en una profunda crisis tras la revelación de los comentarios obscenos que hizo sobre las mujeres en 2005. El veterano senador republicano por Arizona dijo este sábado que «no hay excusas para el comportamiento ofensivo de Donald Trump», en un comunicado en el que anunció que ya no votaría por el magnate neoyorquino. Otros republicanos incluso llegaron a pedir que el magnate se retire de la carrera por la Casa Blanca, tal como la exaspirante republicana Carly Fiorina, para dejar la posta a su compañero de fórmula Mike Pence. El viernes se publicó un video de 2005 en el que Trump dice que besa a las mujeres en la boca y las «agarra de la vagina» sin preguntarles. Asegura que intentó tener sexo con una mujer casada un mes después de su boda con su actual esposa, Melania. A continuación, este estos son los republicanos que se suman al coro de voces contra Trump a raíz del escándalo: John Thune, senador republicano por Dakota del Norte, fue el primer líder republicano del Senado en pedir que Trump dé un paso al costado como candidato presidencial. “Donald Trump debe retirarse y Mike Pence debe ser nuestro nominado de inmediato”. Este domingo el gobernador de Tennessee, Bill Haslam, publicó un comunicado en el que pide expresamente que Trump se retire de la campaña y le ceda el lugar a su compañero de fórmula, Mike Pence. «Quiero enfatizar en el carácter en nuestros líderes importa. Ninguno de nosotros electos en nuestras oficinas es perfecto, pero las decisiones que se hacen en la Oficina Oval tienen muchas conseciencias como para ignorar el comportamiento que hemos visto», dijo Haslam. La exaspirante republicana Carly Fiorina hizo un llamado similar este sábado a que Trump se retire de la carrera electoral para dejar que Pence tome la posta. En esa misma línea, Jon Huntsman, exgobernador de Utah, dijo al periódico The Salt Lake Tribune que «ha llegado el momento para que el gobernador Pence sea el primero en la boleta (de votación)». Huntsman, que se postuló para presidente en 2012, dijo la semana pasada que estaba pensando en votar a favor de Trump a pesar de que no está de acuerdo con él en una «variedad de temas». Marta Roby, representante de Alabama, uno de los estados más conservadores del país, declaró: «Aunque he estado tan decepcionada con todas sus payasadas (de Trump) durante la campaña, pensé que apoyar a nuestro nominado era lo mejor para nuestro país y nuestro partido. Ahora es abrumadoramente claro que lo mejor para nuestro país y nuestro partido es que Donald Trump se haga a un lado y deje que un republicano responsable sea el que lidere la boleta (electoral)». El representante Mike Coffman, que se enfrenta a una competencia estrecha por la reelección en Denver, pidió a Trump hacerse a un lado por «el bien del país» y describió los comentarios del magnate inmobiliario como «repugnantes, viles, y denigrates». El exgobernador de Nueva York, George Pataki, que se postuló para la nominación del Partido Republicano el año pasado, dijo que estaba «horrorizado» por «mezcla venenosa de intolerancia e ignorancia» de Trump y le pidió que renunciara a la nominación. Garrett Jackson, quien trabajó en la campaña presidencial de Mitt Romney en 2012, también pidió a Pence que asuma la candidatura. Agregó que «cualquier ser humano decente puede vencer a Clinton.» La estratega republicana Ana Navarro se unió al coro de voces conservadoras que pidió la renuncia de Trump. Navarro dijo en vivo en CNN que el magnate «no está en condiciones de ser llamado un hombre». El veterano senador republicano por Arizona, John McCain, dijo este sábado que ya no puede apoyar a Donald Trump después de la revelación de sus comentarios lascivos contra las mujeres. “Quería apoyar al candidato nominado por nuestro partido”, aseguró en un comunicado. “Pero el comportamiento de Donald Trump esta semana (…) hace que sea imposible que continúe apoyando su candidatura”. La senadora por New Hampshire, Kelly Ayotte, afirmó que no votará ni por Donald Trump ni por Hillary Clinton. Lo hará por Mike Pence, el compañero de fórmula del candidato republicano. «Quería estar dispuesta a respaldar nuestro nominado porque pienso firmemente que nuestro país necesita un cambio. Sin embargo, soy una madre y una estadounidense primero, y no apoyaré para la presidencia a un candidato que alardea de degradar y acosar a las mujeres», aseguró en un comunicado de prensa. El gobernador de Ohio y exaspirante presidencial John Kasich, un férreo crítico de Trump, dijo: “No voy a votar por un candidato que se comportó de una manera que deja mal parado a nuestro país”. «La conciencia ya no me deja apoyar a esta persona para presidente. Estos han sido algunos de los comentarios más aberrantes y ofensivos que posiblemente uno se puede imaginar», afirmó por su parte el representante a la Cámara por Utah, Jason Chaffetz, a la cadena local FOX 13. La decisión de Chaffetz es especialmente notable, dado su papel en la investigación contra Hillary Clinton por los ataques ocurridos en Bengasi en 2012 y la polémica de sus emails durante su servicio como secretaria de Estado. El gobernador de Utah, Gary R. Herbert, también fue uno de los primero en rescindir el viernes su respaldo al candidato republicano. «Las declaraciones de Donald Trump van más allá de la ofensivo y despreciable. Aunque no puedo votar por Hillary Clinton, no voy a votar a favor de Trump. #utpol», tuiteó Herbert horas después de que se destapó el escandalo. El sábada en la mañana, el senador de Idaho, Mike Capro, publicó un comunicado en el que asegura que ha «llegado a la conclusión» de que no puede apoyar más a Donald Trump. En el mensaje, Capro agrega que él mismo trabajó durante años en la prevención de la violencia doméstica, y la excusa de Trump de que se trataba de una «conversación de vestuario» entre hombres «es completamente inaceptable e inconsistente con proteger a las mujeres de comportamientos abusivos y despectivos».  Trump enciende la guerra contra Paul Ryan: «No me importa su apoyo, no quiero su apoyo» El candidato republicano vuelve a la misma estrategia que levantó su campaña durante las primarias: atacar ferozmente a quienes lo critican.  Para Donald Trump ya no existen «grilletes» que aten su campaña, como lo ha dejado claro durante sus últimos comentarios incendiarios contra los líderes de su propio partido. Durante una entrevista en el programa de Fox ‘News O’Reilly Factor’, el candidato republicano aseguró este martes que ganará las elecciones generales de la manera que «él quiere» ahora que múltiples miembros prominentes del Partido Republicano le han retirado su apoyo. Trump avivó sus feroces ataques contra el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, continuando con la guerra que había empezado por Twitter unas horas antes. «No quiero su apoyo, no me importa su apoyo», dijo el magnate. Esta agresiva reacción del candidato se dio tras una conferencia telefónica entre Ryan y miembros de la Cámara este lunes, en la que Ryan se distanció de Trump y liberó a su bancada de toda obligación de respaldar al candidato. El presidente de la Cámara no retiró su apoyo, pero dijo que no hará campaña por Trump o ningún esfuerzo para que el magnate asegure la presidencia en las elecciones generales. «El hecho es que yo creo que (en mi campaña) deberíamos tener apoyo y que no tenemos el apoyo de tipos como Paul Ryan. Estoy cansado de que no me apoyen y yo realmente no quiero su apoyo», agregó Trump. Luego acusó a Ryan de ser demasiado sensible. «Esto sucede todo el tiempo. Estornudas, y él (Ryan) se retira. ¿No es una cosa terrible?», cuestionó. Al igual que otros republicanos, Ryan había expresado su disgusto por un video de 2005 que fue revelado el viernes pasado, en el que se escucha a Trump diciendo que besa a las mujeres en la boca y las «agarra de la vagina» sin preguntarles. La divulgación de la grabación levantó un nuevo frente anti-Trump dentro del partido. Uno a uno, conservadores prominentes retiraron su apoyo al magnate, y otros incluso pidieron que se retirara para dejar en su lugar a su compañero de fórmula, Mike Pence. «Es tan agradable que me hayan quitado los grilletes y ahora yo pueda luchar por Estados Unidos de la forma que quiero», escribió Trump la mañana del martes en un tuit que despertó el pánico entre los republicanos preocupados por mantener la estabilidad dentro del partido, a solo 27 días de las elecciones generales. «Algunas de las personas son débiles e ineficaces» y son «sucias con el candidato», dijo Trump al presentador Bill O’Reilly sobre los republicanos que lo rechazan. El candidato republicano describió esa grabación de 2005 -que provocó la peor de las crisis que ha vivido su campaña- como un «lenguaje subido de tono» y acusó a John McCain, quien también le retiró su apoyo, de tener «la boca más sucia de todo el Senado». Luego insistió que las palabras obscenas que usó en el polémico video eran una «conversación de vestuario» y aseguró que «la mayoría de la «gente ha oído cosas así antes». «He tenido muchas mujeres que se me acercan y me dicen: ‘Hombre, yo he oído eso y me han dicho cosas mucho peores en mi vida», afirmó Trump. Cuando fue cuestionado por haber invadido el espacio personal de Clinton durante el debate presidencial del domingo, aseguró que había sido la candidata demócrata quien «ocupó su terroritorio». «Típico de Hillary Clinton, ya que ella es una persona falsa». Al hablar sobre su plan para ganarse al electorado femenino, que le ha sido esquivo desde el inicio de su campaña debido a sus comentarios ofensivos contra las mujeres, Trump desvió el tema y usando sus típicas maniobras retóricas. Primero dijo que su campaña tiene un «programa de cuidado de niños que Ivanka (su hija) realmente, realmente quería mucho». Pero enseguida comenzó a hablar de seguridad nacional y terminó refiriéndose a su oponente Clinton y al grupo terrorista Estado Islámico (ISIS). «Lo que las mujeres quieren, ellas realmente quieren la seguridad en las fronteras, ellas quieren ley y orden, ellas quieren un departamento de policía que pueda trabajar. Ellas quieren justicia para todos, ellas quieren muchas cosas que todos quieren. Hillary Clinton no puede hacerlo. Ella ha estado haciendo estas cosas por 30 años y falló en cada momento. Quiero decir, miren el desastre de su desempeño en Nueva York. Ella ha fallado en todo, incluido, por cierto, ISIS». Tras la polémica por el video de 2005, el número de posibles votantes que creen que el candidato republicano no respeta a las mujeres incrementó de 55 a 63%, según la última encuesta semanal de NBC News y SurveyMonkey.

 

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