Nueve misteriosas desapariciones de aviones a lo largo de la historia

Pese a que tales situaciones son poco comunes, la desconcertante desaparición del vuelo 370 de Malasia no es la primera en que un avión se ha desvanecido sin dejar rastros.

2014: vuelo 370 de Malaysia Airlines

El avión de pasajeros Boeing 777 desapareció el sábado temprano, luego de una hora de vuelo tras despegar de la capital de Malasia en ruta a Pekín. No hubo llamadas de alerta antes de perder el contacto con el avión sobre el mar entre Malasia y Vietnam. Equipos de búsqueda de varias naciones están peinando las aguas en la península de Malaca en busca de rastros del avión, pero hasta ahora no han encontrado nada. El misterio que rodea al destino del avión y de los 239 pasajeros a bordo, ha desconcertado a funcionarios del gobierno y a expertos en la aviación.

2009: vuelo 447 de Air France

El Airbus A330 despegó de Río de Janeiro en ruta hacia París el 31 de mayo de 2009. Unas pocas horas después, cuando cruzaba el Atlántico, le indicó su posición al centro de control. Ése fue el último contacto que hubo con el avión. Su última posición conocida -de dos a cuatro días en barco del puerto más cercano- y la profundidad del océano dificultaron la búsqueda. Pasaron casi dos años antes de que fueran recobrados los restos del accidente, la mayoría de los cuerpos y las grabadoras de voz y datos. Las 228 personas a bordo murieron. En 2012, las autoridades francesas dijeron que cristales de hielo interrumpieron el sistema utilizado para determinar la velocidad relativa de vuelo del avión, lo que hizo que el piloto automático se desconectara. El avión se estrelló contra el océano.

2003: Boeing 727

Hace 11 años, un Boeing 727 desapareció en Luanda, la capital de Angola. El avión despegó del aeropuerto internacional Quatro de Fevereiro, el 25 de mayo de 2003, en dirección a Burkina Faso. Partió con sus luces apagadas y un transpondedor defectuoso. Hay informes contradictorios acerca del número de personas que iban en el avión privado, pero se cree que el ingeniero de vuelos Ben Charles Padilla era uno de ellos. Algunos informes dicen que él viajaba solo, mientras otros dicen que tres personas iban a bordo. No se ha escuchado del avión desde entonces. Su paradero se desconoce hasta el día de hoy.

1999: vuelo 990 de EgyptAir

Hace quince años, el vuelo 990 de EgyptAir hizo un rápido descenso; se desplomó casi 14.000 pies (4267 metros) en 36 segundos. El avión 767, en ruta hacia El Cairo desde la ciudad de Nueva York, se estrelló en el Océano Atlántico, frente a la costa de Massachusetts. Aunque sus restos fueron encontrados más adelante, la especulación se mantiene respecto a la causa del accidente ocurrido en octubre de 1999, en el cual murieron las 217 personas a bordo. Entre las teorías se mencionaba un posible suicidio por parte del piloto o copiloto, con todo y relatos una lucha caótica por los controles en la cabina de mando. Egipto dijo que se trató de una falla mecánica.

1996: vuelo 800 de TWA

El avión que iba en dirección a París explotó en el aire poco después de despegar de la ciudad de Nueva York, matando a las 230 personas a bordo. Testigos dijeron que vieron un rayo de luz y una bola de fuego, lo que condujo a sospechas de que terroristas habían atacado al avión con un cohete. Otros dijeron que la explosión había sido causada por un meteoro o un misil. La Junta de Seguridad Nacional de Transporte dictaminó que la explosión se debió a un corto circuito eléctrico, el cual detonó el tanque de combustible y causó que el Boeing 747 se despedazara en las aguas de Long Island. A pesar de las explicaciones, abundan las teorías de conspiración de un encubrimiento por parte del gobierno.

1947: avión británico Stardust

Hace sesenta y siete años, un avión británico desapareció en los Andes argentinos después del despegue desde Buenos Aires, con rumbo a Chile. Después que las búsquedas del avión llamado Stardust no encontraran nada por más de 50 años, los teóricos de la conspiración entraron en acción. Pero las teorías sobre alienígenas, entre otras, quedaron invalidadas en el año 2000, cuando los restos del avión fueron encontrados enterrados en un glaciar. El accidente que ocurrió el 2 de agosto de 1947, mató a 11 personas, informó la BBC. La última transmisión de código Morse del Stardust fue la palabra «STENDEC». Décadas más tarde, el significado de la palabra sigue siendo un misterio.

1945: bombarderos de la marina del vuelo 19

El vuelo 19 no se refiere a un solo avión, sino a cinco bombarderos de la marina que desaparecieron frente a la costa de Florida, el 5 de diciembre de 1945. Un instructor de vuelo voló un avión y pilotos calificados con un tiempo de vuelo de entre 350 y 400 horas se encontraban en los otros aviones, de acuerdo al Comando de Herencia e Historia Naval. Las transmisiones de radio indicaron que el instructor se perdió debido a que las brújulas no funcionaban bien. Se perdió el contacto por radio antes de determinar el problema exacto y nunca se encontraron rastros de los aviones. Sumado al misterio, una aeronave de búsqueda enviada para buscar el vuelo 19 también desapareció. El avión de patrulla, el cual despegó más tarde ese día, no ha sido visto ni se ha sabido del mismo desde entonces. El vuelo 19 fue reportado en el área conocida informalmente como el Triángulo de las Bermudas.

1942: avión de combate británico

Un avión de combate de la Real Fuerza Aérea se estrelló contra las arenas abrasadoras del Sahara egipcio el 28 de junio de 1942. Nunca más se volvió a escuchar sobre su piloto y se asumió que el P-40 Kittyhawk dañado se había perdido para siempre. Pero hace dos años, un trabajador de una compañía petrolera lo encontró, 70 años después del accidente. Sorprendentemente, éste estaba extraordinariamente bien conservado y la mayor parte del fuselaje, alas, cola e instrumentos de la cabina del piloto estaban intactos. En ese entonces, dicen los expertos, los aviones volaban con suministros básicos, así que las oportunidades de sobrevivir del piloto no eran buenas.

1937: Amelia Earhart

La desaparición de Amelia Earhart es posiblemente el misterio de aviones sin resolver más famoso. La aviadora pionera estaba en su vuelo más ambicioso, compitiendo para convertirse en la primera mujer en volar alrededor del mundo. En 1937, ella intentó viajar en su Lockheed Electra de doble motor. Faltándole aún 11.265 kilómetros, ella hizo un desafiante aterrizaje en la isla Howland en medio del Pacífico. Sus transmisiones de radio se volvieron poco claras y la última cosa que ella reportó por radio fue, «Estamos volando en direcciones norte y sur», de acuerdo a su biografía. Después de gastar 4 millones de dólares y buscar en 402.335 kilómetros cuadrados de océano, Estados Unidos detuvo su búsqueda. Muchas teorías existen actualmente, pero el destino de ella y su copiloto, Fred Noonan, sigue sin conocerse.

El avión que estuvo desaparecido más de medio siglo

A las 5:41 pm del 2 de agosto de 1947 el vuelo CS59 de British South American Airways le anunció por radio a la torre de control del aeropuerto Los Cerrillos de Santiago que estimaba llegar a la capital chilena en, aproximadamente, cuatro minutos. Luego desapareció completamente No hubo más contacto por radio, ninguna señal de socorro que alertara sobre algún posible problema. Y las operaciones de búsqueda organizadas inmediatamente después del desvanecimiento de la aeronave –un Avro Lancastrian que transportaba a seis pasajeros y cinco tripulantes provenientes de Buenos Aires– jamás pudieron encontrar sus restos. El misterio de la desaparición del Stardust, como había sido bautizado el avión, tardaría más de medio siglo en resolverse. Y, durante ese tiempo, la falta de información y evidencia alimentaría las teorías más descabelladas.

Atentados y extraterrestres

Efectivamente, dos accidentes sufridos poco tiempo después por otros aviones de la misma línea aérea dieron pie a especulaciones sobre un posible sabotaje. La presencia de un diplomático británico entre los pasajeros, en un momento de tensión entre Argentina y Gran Bretaña, hizo que otros se decantaran por la teoría de un atentado con el que se habría intentado evitar la llegada documentos secretos a Santiago. Mientras que una extraña palabra en el último mensaje radial terminó convenciendo a muchos de que en la desaparición del avión estaban implicados los extraterrestres. «ETA (tiempo estimado de llegada) Santiago 17.45 hrs STENDEC», decía la transmisión, hecha en código morse. Las misteriosas siete letras recubrirían aún más de misterio a la desaparición de la aeronave. Y años después, esa última palabra –nunca satisfactoriamente explicada– hasta sería utilizada para bautizar a una popular revista española dedicada a los ovnis y el mundo de lo paranormal: Stendek.

Cinco décadas de espera

Otros detalles novelescos, como el pasajero palestino que llevaba un enorme diamante cosido en el forro de su traje, también hicieron del Stardust un favorito de los amantes de este tipo de misterios. Aunque para los familiares de los pasajeros y tripulantes desaparecidos, la falta de explicaciones y certezas se convirtió en una tortura que duró décadas. «Uno no quiere llorar la muerte de alguien que puede no haber muerto», le explicó a la BBC en noviembre de 2000 Ruth Hudson, la sobrina uno de los pasajeros desaparecidos. «Mi abuela siguió creyendo que (mi tío Peter Young) estaba vivo hasta el día de su muerte, unos diez años después», agregó su prima Stacey Marking, en un programa sobre la desaparición del Stardust. Para entonces, sin embargo, el misterio ya empezaba a resolverse. En enero de 2000, restos humanos y fragmentos de una aeronave fueron encontrados por alpinistas en el volcán Tupungato, en la frontera entre Chile y Argentina. Y una expedición organizada por el ejército argentino algunas semanas más tarde confirmó que se trataban de los restos del Stardust, iniciando inmediatamente una investigación.

El misterio develado

Sin embargo, al principio el hallazgo sólo agrandó el misterio. ¿Cómo había ido a parar el ya mítico aeroplano a más de 80 kilómetros del aeropuerto de Santiago donde se pensaba había estado a punto de aterrizar? Además, esa zona de la Cordillera de los Andes había sido intensamente peinada durante la búsqueda original de la aeronave. Y en todo ese tiempo numerosos alpinistas también habían escalado el Tupungato, que tiene más de 6.500 metros de altura, sin tampoco encontrar nada, hasta la súbita reaparición del viejo Avro Lancastrian 53 años después. Pronto el examen de los restos demostraría que los motores nunca habían dejado de funcionar y también permitió descartar la posibilidad de una bomba, pues la distribución de los mismos era típica de un choque directo contra una montaña. Y los investigadores creen que el impacto muy probablemente provocó una avalancha que habría de esconder al avión de los primeros equipos de rescate. Mientras que sucesivas nevadas deben haberlo sumergido cada vez más en el glaciar aledaño, que lo mantuvo oculto hasta que el movimiento natural de ese río de hielo lo arrastró hasta la parte más baja, donde el progresivo derretimiento del glaciar lo volvió a sacar a la luz. La causa del accidente, por su parte, parece estar vinculada a un fenómeno atmosférico invisible y poco conocido en ese entonces: el jetstream.

Error de cálculo

Efectivamente, esta poderosa corriente de viento se produce a grandes alturas y puede alcanzar velocidades de más de 100 millas por hora. Pero en 1947 pocos aviones podían volar tan alto, por lo que los pilotos no estaban familiarizados con un fenómeno que puede incidir significativamente sobre la velocidad de navegación y por lo tanto afectar los cálculos. Los investigadores creen que la tripulación del Stardust decidió subir a más de 24.000 pies para evitar el mal tiempo que, según los reportes, afectaba la cordillera de los Andes, que separa Argentina de Chile. Yo creo que en los minutos finales del vuelo el piloto debe haberse sentido bastante seguro de lo que estaba haciendo, muy relajado. Y los pasajeros en ningún momento se deben haber dado cuenta de lo que estaba pasandoCarlos Bauzá, especialista a cargo de la investigación de la desaparición  Así, mientras volaban a ciegas entre las nubes, el jetstream debe haber reducido notablemente su velocidad sin que ellos pudieran darse cuenta, manteniéndolos del lado equivocado de las montañas cuando pensaban estar a pocos minutos de poder aterrizar. Y al momento de iniciar el descenso, esperando ver Santiago al salir de las nubes, se produjo la inevitable colisión. «Yo creo que en los minutos finales del vuelo el piloto debe haberse sentido bastante seguro de lo que estaba haciendo, muy relajado. Y los pasajeros en ningún momento se deben haber dado cuenta de lo que estaba pasando», le dijo a la BBC Carlos Bauzá, el especialista que estuvo a cargo de la investigación hecha por el ejército argentino. «No creo que sea una mala forma de morir porque uno pasa de estar tranquilo a no sentir nada», agregó el hombre que resolvió de una vez por todas el misterio caso. O mejor dicho, casi todo el caso, pues aún hoy nadie sabe qué quiso decir la tripulación del Stardust con la palabra STENDEC.

 

Compañía de EE.UU. se ofrece a buscar gratis avión malasio desaparecido

Las autoridades de Malasia, Australia y China dieron por concluida en enero la búsqueda sobre el terreno tras completar sin éxito el rastreo de unos 120.000 kilómetros cuadrados. La compañía estadounidense Ocean Infinity, especializada en la exploración del fondo marino, se ha ofrecido a continuar gratuitamente la búsqueda del avión de Malaysia Airlines, desaparecido en 2014 con 239 personas a bordo. Mark Antelme, en calidad de portavoz de Ocean Infinity, confirmó este jueves a Efe en un correo electrónico que la compañía solo cobraría «con base en el éxito» de la operación y evitó precisar más detalles de las condiciones de la oferta. El Boeing 777 de la compañía malasia desapareció de los radares el 8 de marzo de 2014, unos 40 minutos más tarde de despegar de Kuala Lumpur con destino a Pekín. Según la investigación oficial, alguien apagó los sistemas de comunicación y viró el aparato en una acción deliberada hacía el océano Índico. Las autoridades de Malasia, Australia y China dieron por concluida en enero la búsqueda sobre el terreno tras completar sin éxito el rastreo de unos 120.000 kilómetros cuadrados determinados por los expertos, en un operativo que costó 135 millones de dólares. El pasado julio, investigadores australianos de la agencia gubernamental CSIRO acotaron con mayor precisión el lugar donde pudo estrellarse la aeronave hasta los 25.000 kilómetros cuadrados. Los expertos estudiaron en el laboratorio varios factores como el rumbo del avión, cantidad de combustible y un modelo de las corrientes marinas de la región, para determinar que el accidente pudo tener lugar cerca del grado 35 sur del llamado «séptimo arco», la zona del Índico donde se llevó a cabo la búsqueda. Si bien el portavoz de Ocean Inficiny no confirmó que vayan a reanudar el rastreo en esta región, el grupo «Voice370», formado por familiares de los desaparecidos, apunta hacia esta hipótesis. «A causa del estrechamiento de la zona de búsqueda y la voluntad de una parte de buscar (con un coste gratuito), la falta comunicación de los gobiernos involucrados es desastrosa para la agonía de los miembros de las familias», publicó el lunes en un comunicado el grupo de damnificados. Según el escrito de «Voice370», las autoridades estudian la propuesta de la compañía norteamericana. Ocean Infinity afirma contar una flota comercial con la tecnología más avanzada del mundo para explorar el fondo marino y realizar un mapeo preciso hasta los 6.000 metros de profundidad con hasta seis vehículos autónomos Hasta el momento se han recuperado piezas del avión malasio en playas de la isla francesa de Reunion, Mozambique, Mauricio, Sudáfrica y Zanzíbar, que fueron arrastradas por las corrientes del Índico, lo que concuerda con la hipótesis oficial del siniestro.

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