Obama no dio importancia al insulto del presidente filipino
Un funcionario de la Casa Blanca certificó que en una cena de gala en Laos, ambos mandatarios sostuvieron «un intercambio de cumplidos». El canciller filipino Perfecto Yasay expresó su satisfacción porque los presidentes estrecharon las manos. Fue algo rápido, menos de dos minutos. Algunas palabras en tono cortés, un apretón de manos y poco más. Así los presidentes de Estados Unidos, Barack Obama y Filipinas, Rodrigo Duterte, zanjaron un amargo desencuentro diplomático tras los fuertes insultos que dedicó el filipino al mandatario estadounidense a principios de semana. El pasado lunes Duterte tildó a Obama de «hijo de puta», un día antes de una cita de líderes la Asociación de Naciones del Sudeste de Asia (ASEAN) en Laos, lo que provocó la suspensión de una reunión bilateral que ambos tenían agendada para el martes. Duterte, a quien llaman el ‘Trump de Filipinas’ y ganó notoriedad por su retórica deslenguada y posiciones sexitas, insultó a Obama en medio de la defensa de su guerra contra las drogas que ha dejado más de 2,400 muertos, pero luego se mostró arrepentido de sus palabras. «Si bien la causa inmediata (de la controversia) fueron mis fuertes comentarios a ciertas preguntas de la prensa (…) también lamentamos que se presentó como un ataque personal contra el presidente de Estados Unidos», intentó matizar el epidosio la presidencia filipina en un comunicado difundido el martes, cuando ya los insultos a Obama habían tapizado la prensa de todo el mundo. Este miércoles, mientras esperaban para ocupar sus lugares en una cena de gala en Laos, los presidentes estrecharon sus manos y hablaron por un par de minutos, dijo a periodistas el ministro de Relaciones Exteriores filipino, Perfecto Yasay. Otros funcionarios presentes en el acto aseguraron a los medios que Obama y Duterte mantuvieron una corta conversación. «Estoy muy feliz de que se haya producido», afirmó Yasay, citado por AFP. Un funcionario de la Casa Blanca certificó que «el encuentro consistió en un intercambio de cumplidos». Duterte no participó este jueves en ninguna de las reuniones de la ASEAN debido a una migraña, informaron fuentes oficiales. El mandatario delegó en su canciller, que encabezó la delegación filipina en los encuentros que ASEAN mantuvo con la India y Estados Unidos, y en la cumbre de Asia Oriental. Antes de la cumbre de Asia Oriental, que también reúne a los líderes de Japón, Corea del Sur, China, Rusia, la India, Australia y Nueva Zelanda, el portavoz de la presidencia filipina, Martin Andamar, atribuyó ante la prensa la ausencia de Duterte a un dolor de cabeza. La prensa filipina había especulado durante la mañana que la ausencia se debía a un aborto no deseado de la hija del mandatario, que estaba embarazada de trillizos, señaló Efe. Andamar evitó confirmar o negar el suceso del que aseguró no tener conocimiento y declinó hacer más comentarios al señalar que «es un asunto familiar». Se espera que Duterte participe en la clausura de la cumbre, una ceremonia en la que Laos traspasará la presidencia rotatoria del grupo a Filipinas, función que ejercerá en 2017 cuando se cumplirá el 50 aniversario de la organización. Tras polémica por insulto, Obama sostuvo breve encuentro con el presidente filipino «No me tomo estos comentarios de manera personal. Es una forma que tiene de hablar (Duterte)», dijo el presidente de EE.UU. restando importancia al insulto de Rodrigo Duterte. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, restó importancia al insulto de «hijo de puta» que le dedicó su colega filipino, Rodrigo Duterte, que llevó a la anulación por Washington de una reunión oficial entre ambos mandatarios. «No me tomo estos comentarios de manera personal. Es una forma que tiene de hablar (Duterte)», dijo Obama en rueda de prensa tras concluir una cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) celebrada en Vientián. Tras la anulación de su encuentro oficial con el presidente filipino, el mandatario estadounidense charló anoche de manera breve con Duterte antes de la celebración de la cena de gala con motivo de la cumbre, aunque hoy no precisó el contenido de la conversación. Obama reafirmó en la rueda de prensa el compromiso de su país con Filipinas en la lucha contra las drogas, pero señaló que el país asiático debe hacer las cosas en el «camino correcto», en alusión a la violenta campaña del Gobierno filipino contra el narcotráfico.