Peña Nieto defiende reunión con Trump:
El presidente mexicano dice que algunos posicionamientos de Trump sí representan una amenaza para el futuro de México y que fue «enfático» en señalarle que México no pagará el muro. El presidente de México, Enrique Peña Nieto, justificó haber recibido al candidato presidencial estadounidense Donald Trump esgrimiendo la necesidad de «enfrentar la amenaza y el riesgo que hay sobre nuestro país». «Como presidente de la República tengo una única responsabilidad, que es cuidar a los mexicanos y velar por México», declaró el mandatario en una entrevista para el noticiero nocturno de la cadena Televisa. Añadió que «hoy, como no había pasado quizá en ningún otro momento de la historia de la competencia electoral de Estados Unidos, México es parte del debate y ha habido posicionamientos que francamente representan una amenaza y un riesgo para México». Al preguntarle la periodista Denise Maerker si Trump es una amenaza para el país, el presidente replicó: «Algunos de los posicionamientos que ha hecho sí representan una amenaza para el futuro de México». Sobre cómo contribuye a que tal amenaza no se concrete la invitación al candidato del Partido Republicano, quien durante su campaña ha emitido declaraciones denigrantes hacia México y los inmigrantes mexicanos, explicó que se trata de «un primer espacio de diálogo». «Creo que el diálogo es la ruta para encontrar entendimiento, para encontrar acuerdo. Hay que reconocer que cualquiera de los dos candidatos puede convertirse en presidente o presidenta de Estados Unidos», dijo, aludiendo también a la aspirante del Partido Demócrata, Hillary Clinton. Añadió que le parece importante que desde hoy, «cuando México está en el debate entre los candidatos y se han fijado posicionamientos que sin duda ponen en riesgo el futuro de México, los enfrentemos, no demos la espalda». «Es la decisión que he tomado: encarar el reto, hacerle frente a lo que puede convertirse en un riesgo y amenaza para México, y explicar por qué México es importante también, y muy importante, para Estados Unidos», insistió. Por otro lado, aseguró que durante su encuentro privado con Trump fue «enfático en señalarle que México de ninguna manera pagaría el muro» fronterizo que el candidato ha prometido construir si llega a la Casa Blanca. La periodista le preguntó por qué no dijo eso cuando, en la rueda de prensa que dio junto con Trump, este aseguró que no se había discutido quién pagaría el muro. Peña Nieto contestó que «no ocurrió porque en la conferencia hubo un poco de desorden muy al final, pero fui muy claro y está claramente registrado lo enfático que fui con él en la reunión privada». Dijo estar consciente y compartir la indignación que han provocado las declaraciones del magnate estadounidense, y que lo primero que le demandó en su encuentro es que haya respeto mutuo. El presidente de México, Enrique Peña Nieto, dijo en una entrevista la noche de este miércoles que algunas propuestas de Donald Trump son una «amenaza» para su país, horas después de sostener una reunión con el candidato republicano en la residencia presidencial de Los Pinos, en la capital mexicana, que calificó en principio de positiva. Peña dijo más temprano a los medios de comunicación le había dejado claro que México no pagará por el muro que el republicano planea construir en su frontera común si llega a la presidencia, un plan que el candidato reiteró en Estados Unidos poco después de la cita con el gobernante mexicano. «Vamos a construir un gran muro a lo largo de la frontera sur», aseguró Trump en un acto de campaña en Phoenix, Arizona. «Y México pagará por el muro – 100 por ciento. Ellos no lo saben todavía, pero van a pagar por el muro», agregó el candidato republicano. En una entrevista en la noche del miércoles, Peña Nieto se defendió de las críticas por su decisión de invitar a su país a Trump, cuya retórica contra los inmigrantes mexicanos ha provocado la ira y consternación entre su población. El mandatario mexicano aclaró que Trump no representa una amenaza en sí mismo para México, pero que algunas de sus propuesta sí lo son, como su intención de deportar a millones de inmigrantes mexicanos, cancelar el Tratado de Libre Comercio para América del Norte o cerrar la frontera con un muro. «Algunos de los posicionamientos que ha hecho sí representan una amenaza (…) y lo que no estoy dispuesto a hacer es mantenerme con los brazos cruzados y no hacer nada», dijo Peña en la entrevista con Televisa. «Le dije que esa no es la vía para poder construir una relación que fuera benéfica para ambas naciones. Lo primero que demandáramos (es) que hubiese respeto mutuo», agregó el mandatario, que reiteró que México no pagará por el muro fronterizo. A primeras horas de la tarde y luego de haber conversado, ambos se presentaron ante los periodistas para ofrecer sus impresiones de la cita. Peña Nieto aseguró que «no hablaron sobre el pago» de su famoso muro fronterizo, pero el mandatario mexicano no tardó mucho en contradecirlo. «Al inicio de la conversación con Donald Trump dejé claro que México no pagará por el muro», escribió Peña Nieto en su cuenta de Twitter, poco después de haberse presentado en una conferencia de prensa junto al magnate en la casa presidencial Los Pinos. Cuando fue preguntado por un periodista sobre el muro, la propuesta que ha sido bandera de su campaña presidencial y del que Trump ha dicho en repetidas ocasiones que México se hará responsable de los gastos de construcción, el candidato republicano respondió que si hablaron sobre el tema, «pero no discutieron sobre el pago». Enrique Peña Nieto sobre Donald Trump: «Mi prioridad es proteger a los mexicanos donde quiera que se encuentren» «En sus discurso de campaña, Trump no nos ha tratado ni como socios ni como aliados, a partir de una visión distorsionada de México y de su gente. Por eso era importante habla con él y aclarar que cualquier colaboración futura para fortelecer la relación entre los dos países debe partir del respeto mutuo», añadió el presidente mexicano. Las críticas por la visita de Trump a México arreciaron tras el encuentro, pero la mayoría de ellas apuntaban más hacia Peña Nieto, a quien sus críticos vieron humillado y débil.
A que fue Trump?
La sorpresiva reunión con el presidente Enrique Peña Nieto en la Casa de los Pinos es parte de los giros, hasta ahora retóricos, que experimenta el magnate republicano. Una visita a México tiene gran significado para cualquier aspirante a la presidencia de EEUU, pero Trump no viaja al sur de la frontera por la importancia del segundo socio comercial de EEUU. El que el magnate vaya al país y la sociedad que convirtió en el centro de todas sus críticas e insultos por su papel en el problema de la migración ilegal es un asunto de estrategia electoral, cuya lógica no es clara aún a pocas horas del encuentro. A setenta días para las elecciones presidenciales de noviembre el republicano busca dar un golpe de efecto para reencauzar su candidatura, posiblemente tratar de reparar el daño que él mismo creó con la comunidad hispana desde el arranque de su campaña y presentarse ante el resto del electorado como un líder razonable. Visto lo definida que luce la población hispana en su intención de voto (la proporción es casi 70 a 30 a favor de Hillary Clinton) no parece que el viaje busque congraciarse tanto con los hispanos como lucir «presidenciable» con otros, una labor en la que una salida al exterior ayuda mucho. Pero desde la acusación de «violadores» y «criminales» que hizo Trump al anunciar la construcción del muro fronterizo, su propuesta más popular, hasta el esperpento culinario del taco bowl, el republicano tiene mucho por los que disculparse al sur de la frontera. Es muy improbable que el candidato viaje en ánimo de penitente. Al final del encuentro privado, sin acceso a lo medios, no está prevista una rueda de prensa conjunta con el presidente Enrique Peña Nieto en la que el neoyorquino se disculpe por sus exabruptos. Todo lo que sabremos será por las versiones de los paricipantes, con los giros que quieran darle para beneficiar la posición de cada uno. Una reunión con el presidente mexicano que suene a claudicación frente al país generador de tantos males para la sociedad estadounidense, de acuerdo con la prédica del republicano, no debe estar en los planes de los estrategas de la campaña.