Prefirió suicidarse antes que ser deportado a Mexico

Según el Consejo Estatal de Apoyo al Migrante, Guadalupe Olivas Valencia trató de cruzar la frontera escondido entre el tráfico, un sistema en desuso desde la década de 1990. El sinaloense Guadalupe Olivas Valencia quería entrar en Estados Unidos a toda costa. El lunes 20 febrero lo intentó por última vez. Fue hasta el cruce fronterizo de Tijuana, en El Chaparral, y apostó por llegar al otro lado caminando por la carretera, la misma por la que transitan los vehículos que viajan a EEUU y que conduce a la garita de San Ysidro (San Diego). En uno de los lugares más vigilados de Estados Unidos sus opciones de éxito estaban cercanas a cero. Lo agarraron. Olivas Valencia fue deportado al día siguiente por agentes federales de EEUU. Ese martes 21 de febrero, minutos después de poner pie en México, el inmigrante se paró en el borde del puente fronterizo, dio la espalda al vacío y desapareció de la vista de los testigos que alertaron a las autoridades del incidente. El hombre cayó varios metros hasta que su cuerpo dio con el lecho seco del río Tijuana. Allí fue atendido por los servicios de emergencia, que lo trasladaron a un hospital, donde se certificó su muerte. Este es el relato que se desprende de las declaraciones de Carlos Mora, el presidente ejecutivo del Consejo Estatal de Apoyo al Migrante, entidad que depende del Gobierno de Baja California, y de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), si bien la investigación sobre la muerte de Olivas Valencia sigue abierta y aún no se ha confirmado oficialmente que se trate de un suicidio. Tres testigos, un guardia de seguridad, un trabajador de una farmacia y un transeúnte –que intentaron disuadir al fallecido– sustentan la hipótesis de que el migrante quiso quitarse la vida. De acuerdo con un reporte del diario Los Angeles Times, Olivas Valencia había estado trabajando como jardinero en California hasta que recientemente fue deportado. Era un padre de familia que enviaba dinero a sus tres hijos en México, país que abandonó poco después de que muriera su esposa en 2014. En México, dice su familia, no halló un empleo, así que se aventuró a viajar a Estados Unidos indocumentado. Mora indicó que Olivas Valencia fue deportado en tres ocasiones (la última, el martes) a lo largo de su vida, según los registros migratorios mexicanos. La sobrina del fallecido, Yuriba Vallés Espinoza, aseguró que su tío saltó desde lo alto del puente «desesperado por la deportación». La tía del difunto, Irma Delgado Ríos, culpó al presidente Donald Trump de asestar “golpes psicológicos” a los inmigrantes indocumentados. Otro familiar dijo al periódico angelino que Olivas tenía problemas en México, razón por la que quería llegar a EEUU. No está claro cuándo había sido expulsado Olivas Valencia de Estados Unidos antes de intentar cruzar la frontera nuevamente el lunes. Univision Noticias solicitó esta información a las agencias migratorias de este país pero no obtuvo respuesta. La forma en la que el hombre, de entre 40 y 45 años, trató de regresar a California parece confirmar el estado de desesperación en el que se encontraba el migrante. “Es una técnica que ya no funciona”, comentó Mora. Antes, en las décadas de 1980 y 1990, grupos de inmigrantes se ponían de acuerdo para intentar entrar en EEUU todos a la vez por la carretera con el cálculo de que los agentes estadounidenses no serían capaces de atraparlos a todos. «Algunos cruzaban», recuerda Mora. Olivas Valencia lo intentó así, agazapado entre dos vehículos, rodeado de cámaras de vigilancia y dispositivos policiales y en un momento en el que el Trump ha ordenado blindar la seguridad fronteriza. Según la escueta descripción de los hechos realizada por la agencia fronteriza de EEUU (US Customs and Border Protection, CBP), «el hombre se presentó a los oficiales de CBP en el puerto de entrada de San Ysidro, no tenía documentos legales para entrar en EEUU y (su acceso) fue declarado inadmisible”. CBP confirmó que el sinaloense fue repatriado el 21 de febrero.

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