Proyecto para ayudar a drogadictos con jeringas
Una idea polémica que podría ahorrar millones en San Francisco: recintos seguros de inyección de drogas
Un nuevo estudio reveló que cada dólar invertido en este tipo de facilidades crearía 2.33 dólares en ahorros.
Si San Francisco creara un lugar para que los adictos pudieran inyectarse drogas bajo supervisión médica, la ciudad podría ahorrarse 3.5 millones de dólares al año al prevenir enfermedades crónicas, infecciones a la piel y muertes por sobredosis.
Este es el resultado de una investigación recientemente publicada por la Fundación de Política de Justicia Criminal de Maryland, la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), RTI International y otras organizaciones, las que investigaron la posibilidad de abrir, en el área de la Bahía, la primera instalación de inyección de drogas supervisada en Estados Unidos.
Este tipo de recintos entregan un e spacio regulado para que los adictos de uso intensivo puedan inyectarse utilizando equipamientos estériles, con personal médico que pueda administrar drogas para controlar sobredosis, como la naloxona. Hasta la fecha, no ha habido una sobredosis fatal en ninguno de los 100 recintos de este tipo que operan alrededor del mundo.
Activistas del tema llevan ya un tiempo promoviendo esta idea entre los líderes de San Francisco. A pesar de la oposición del alcalde Ed Lee ( ha dicho que la gente “literalmente están destruyendo sus cuerpos y mentes en albergues financiados por la ciudad”), este mes la principal autoridad de salud de la ciudad apoyó la idea de al menos seis de estas instalaciones en la ciudad. Operar estos edificios costaría millones de dólares cada año, pero, de acuerdo a estas nueva investigación, el costo valdría la pena.
“Un análisis del costo-beneficio halló que establecer una de estas facilidades en San Francisco podría ahorrar alrededor de 3.5 millones de dólares al año”, explicó RTI International en un comunicado de prensa. Aquí hay otros descubrimientos relevantes del estudio, que utilizó modelos matemáticos, datos de salud pública e investigaciones realizadas en otras instalaciones seguras de inyección de drogas:
- Las sobredosis fatales por heroína en EEUU aumentaron en un 250% entre 2010 y 2014. Aunque los usuarios de drogas intravenosas representan menos de un 1% de la población nacional, ellos sufren de alrededor de 56% de los nuevos casos de hepatitis C y un 11% de los nuevos casos de VIH. Sus costos médicos combinados exceden los 6,000 millones de dólares al año.
- Cada dólar gastado en una facilidad de inyección segura en San Francisco (que tendrían 13 habitaciones) crearía 2.33 dólares en ahorros en temas como menos crimen, menos llamadas al 911, prevención de infecciones de VIH y hepatitis C, sobredosis y menos infecciones al tejido cutáneo (las que son tan prevalentes en San Francisco que su hospital general tiene una clínica específica para lidiar con ellas).
- Debido a que las instalaciones de inyección segura no solo realizan ese trabajo —suelen tener personal y trabajadores sociales que conectan a los usuarios con asistencia psicológica, de vivienda y otros temas—, los investigadores creen que cada uno de estos recintos podría alejar a 110 personas al año del uso de este tipo de drogas intravenosas y llevarlas a otros regímenes más seguros, como la metadona.
También hay evidencia de que las actuales prácticas progresistas de San Francisco están ayudando a los adictos. “Debido a que ya se están implementando prácticas avanzadas de dar acceso a naxolona y políticas de Buen Samaritano, San Francisco redujo las muertes por sobredosis de 120 en 2000 a 13 en 2012”, se lee en la investigación. Sin embargo, otras ciudades no han sido tan afortunadas —en Baltimore 192 personas murieron por sobredosis de heroína en 2014— y advierten que “se necesita desesperadamente” considerar este tipo de instalaciones “para un esfuerzo nacional en el combate contra la epidemia de heroína en Estados Unidos”.