Republicanos y Demócratas preparan plan para salvar DACA
El senador republicano Lindsey Graham prepara un proyecto de ley que extendería las protecciones legales de los jóvenes indocumentados que entraron siendo niños a Estados Unidos. Un grupo bipartidista de senadores elabora un plan para blindar a unos 800,000 dreamers amparados por la Acción Diferida del 2012 (DACA). La idea es evitar que el presidente electo, Donald Trump, los deje a la deriva si cancela la orden ejecutiva y utiliza la información en poder del gobierno para deportarlos. El sitio Politico reportó el miércoles que el senador republicano Lindsey Graham (Carolina del Sur) prepara un proyecto de ley que extendería las protecciones legales de los jóvenes indocumentados que entraron siendo niños a Estados Unidos y se conocen como dreamers. La iniciativa cuenta con el apoyo de al menos otros cuatro legisladores que integraron el Grupo de los Ocho, que en el 2013 redactó el plan de reforma migratoria S. 744 aprobado por el Senado, que incluyó una vía hacia la ciudadanía para millones de indocumentados que carecen de antecedentes criminales y llevan tiempo en el país. Entre ellos se cuentan al republicano Jeff Flake (Arizona) y los demócratas Dick Durbin (Illinois), Charles Schumer (Nueva York) y Bob Menéndez (Nueva Jersey).
Amenazas de campaña
Durante la campaña, Trump advirtió que, de llegar a la Casa Blanca, cancelaría las órdenes ejecutivas del presidente Barack Obama, que deportaría a los 11 millones de indocumentados que viven en el país y que crearía una fuerza nacional de deportaciones. También que construiría un muro en la frontera con México. Cinco días después de electo, el empresario neoyorquino le dijo a la cadena CBS que su prioridad iba a ser la deportación de hasta tres millones de indocumentados con antecedentes criminales, y que después de asegurada la frontera vería el resto, el futuro de los otros ocho millones. Graham aseguró este miércoles que respaldaba la protección concedida por el gobierno a los dreamers y que una probable cancelación del programa sería “un pésimo resultado”. DACA ampara las deportaciones de unos 800,000 dreamers y les otorga un permiso de trabajo renovable cada dos años.
El apoyo de Menéndez
La oficina del senador Menéndez dijo a Noticias que “seguirá siendo parte de cualquier esfuerzo real para proteger a los dreamers y a la comunidad inmigrante”, y que recibe la elaboración de un proyecto por parte de Graham “con un poco de esperanza y con mucha cautela”. “Combatir de manera efectiva a Trump requiere mucha estrategia”, agregó. A comienzos de julio, Graham había dicho que temía que su partido sufriría una debacle en las elecciones de noviembre e incluso que podía perder el control del Congreso por la falta de apoyo del voto latino. Los resultados, sin embargo, demostraron lo contrario porque Trump ganó y los republicanos controlan ambas cámaras del legislativo, aunque el senado con una diferencia de un voto (51 de 100). A pesar del resultado, el senador por Carolina del Sur mantiene su distancia con el presidente electo en el tema migratorio y no cede en su batalla por trabajar, junto con algunos demócratas, para no retirarle beneficios a los indocumentados y sin perder de vista el proyecto de reforma migratoria del 2013.
Confirman reuniones
La oficina de Durbin dijo que el senador por Illinois ha mantenido conversaciones con Graham sobre el tema de los dreamers y DACA, reporta Politico. Y al igual que Menéndez, la oficina de Durbin ha dicho que el senador va a estar involucrado en “cualquier esfuerzo para salvar a los dreamers”. En un artículo de opinión publicado en la página de Univision Noticias, Durbin dijio que «haré todo lo que esté a mi alcance para proteger a los dreamers».y que preservar DACA «no solo es lo justo» para los soñadores, «es lo mejor para Estados Unidos». Graham, Menéndez y Durbin formaron parte del grupo de los ocho junto con Schumer, Flake, John McCain (Arizona) y Marco Rubio (Florida). El único que no está de acuerdo en otorgar beneficios a los indocumentados es Rubio. El lunes, el reelecto senador por Florida dijo a un periodista de la NBC que Trump debería permitir que los dreamers sigan gozando del beneficio del DACA, pero que no deberían renovar la protección. Rubio, contrario a lo que dijo e hizo en el Grupo de los Ocho, promueve un debate enfocado solo en la seguridad fronteriza, y una vez modernizado el sistema de inmigración legal, avanzar en algo razonable para indocumentados como los dreamers.
A puertas cerradas
El 11 de noviembre, tres días después de la elección de Trump, el congresista republicano Mario Díaz-Balart (Florida) dijo a Univision Noticias que varios meses antes de la contienda en ambas cámaras del Congreso grupos bipartidistas estaban elaborando planes encaminados a revivir la reforma migratoria para legalizar a millones de indocumentados. Díaz Balart aseguró que las reuniones continuaban y que en ellas participan “más de 20 republicanos”. El republicano reiteró el plan de la Cámara incluye una vía de legalización de indocumentados que no han cometido crímenes. “Es una prioridad de un grupo bipartidista que hemos estado trabajando desde hace varios meses este tema para traerlo a la mesa”, indicó. “Los que trabajamos por la reforma migratoria en el 2013 quedamos casi intactos (después de la elección) y vamos a seguir adelante para tratar de lograrlo. Estamos conscientes que será muy difícil, pero de todas formas y vamos a intentarlo”.
La reforma del 2013
El plan de reforma migratoria S.744 del Grupo de los Ocho incluía la legalización de millones de indocumentados a la par de medidas para mejorar la seguridad de la frontera y el control de la inmigración legal. Los beneficiarios entrarían en una residencia provisional por espacio de 10 años, al término de los cuales iban a poder solicitar la residencia legal permanente. Tres años después serían elegibles para la ciudadanía. Tanto Menéndez como Díaz-Balart señalaron que para aprobar cualquier ley de beneficios migratorios en el Congreso, se necesitan 218 votos en la Cámara de Representantes y 60 en el Senado. En la Cámara Alta los republicanos tienen 51 asientos, sin duda una cifra que incomoda a Trump y le dificultará para llevar a cabo sus planes de campaña, a menos que decida actuar por su cuenta sin el apoyo del legislativo.