Sessions propone mano dura al contrabando de personas y al reingreso ilegal de indocumentados
El fiscal general viaja a la frontera y anuncia varias medidas para poner en práctica las órdenes ejecutivas. También enviará 50 jueces de inmigración a la zona este mismo año. En su primer viaje a la frontera con México, el fiscal general, Jeff Sessions, reafirmó la mano dura del gobierno en materia de inmigración, con lo que pretende que más inmigrantes indocumentados sean perseguidos como criminales. Entre sus anuncios, recogidos en un documento oficial, ordena a los fiscales priorizar los casos de quienes entren sin papeles al país o trafiquen con personas. Coincidiendo con su viaje a Arizona, firmó un memorando consultado por Univision Noticias, que pone en práctica lo firmado por Donald Trump en sus órdenes ejecutivas de enero. El fiscal general, con un creciente poder en asuntos de inmigración dentro del gobierno, detalla en el texto una serie de ofensas a las que quiere dar «mayor prioridad» y crea una nueva figura, la del coordinador de seguridad fronteriza, para hacer seguimiento a las acusaciones. Según Sessions, las autoridades han logrado un «progreso dramático en la frontera en los meses recientes», pero pide incrementar aún más los esfuerzos en la zona.
Contra el transporte de migrantes
«Una prioridad está en aquellos que ingresan con tres o más extranjeros a los Estados Unidos y aquellos que están transportando o resguardando a tres o más extranjeros», se lee en el documento, que establece como agravantes de una acusación las agresiones físicas y sexuales o la muerte de cualquier persona. Al referirse a este punto, no detalla si los castigos serán solo para los contrabandistas de personas o si también afectaría a cualquiera que se traslade con un familiar sin documentos. Desde Arizona, el fiscal volvió a referirse al efecto de pandillas, como la Mara Salvatrucha (MS-13): «Han desbordado la droga y dejan muerte y violencia en nuestro país», insistió y, de nuevo, criticó que los coyotes y los criminales extranjeros que transitan ilegalmente por la frontera desafían las leyes de inmigración. «Nos referimos a organizaciones criminales que convierten las ciudades y los suburbios en zonas de guerra, que violan y matan a inocentes y que se benefician con el veneno del contrabando y de otros seres humanos en nuestra frontera».
El reingreso ilegal será castigado
El fiscal pide a los fiscales que aumenten las penas a las personas que ingresen ilegalmente al país en múltiples ocasiones y definió como agravantes el tener historia criminal, nexos con bandas, que una persona haya decidido voluntariamente salir del país en múltiples ocasiones o haya sido expulsado, deportado o excluído. Sessions insistió en que las autoridades no continuarán con la política de atrapar y liberar a inmigrantes indocumentados que sean detenidos en su intento por cruzar la frontera. Cruzar la frontera ilegalmente más de una vez será un delito mayor, según el nuevo plan migratorio de Sessions
Mayores sentencias para quienes cometan fraude
Pide a los fiscales mano dura contra el fraude de identidad y que quienes sean hallados culpables reciban un mínimo de dos años de cárcel. Esto ya está establecido en la ley de inmigración vigente. Incluso si un residente legal permanente le miente al Servicio de Inmigración, puede perder su derecho de permanencia en Estados Unidos.
Más jueces de inmigración
El Departamento de Justicia, liderado por Sessions, también anunció que mandará 50 jueces más a la frontera durante este año y 75 más el próximo. Para el gobierno, la contratación de jueces permitirá combatir la saturación que sufren las cortes de inmigración.
Una nueva figura: el coordinador de seguridad fronteriza
El memorando ordena que cada distrito designe a un coordinador de seguridad fronteriza, quien está encargado de hacer seguimiento a las investigaciones y casos, los entrenamientos para hacer frente a los crímenes listados y el reporte de estadístico de las acusaciones en curso.
El viaje de Sessions a la frontera y otras pistas de su creciente poder en inmigración
El fiscal general vuela este martes a la frontera en Arizona, en una nueva muestra de su papel activo en asuntos de inmigración. Repasamos sus funciones en esta materia y algunas de sus decisiones hasta el momento. El fiscal general Jeff Sessions, quien se perfiló durante dos décadas como uno de los senadores más duros contra la inmigración, aterriza este martes 11 en la frontera entre Estados Unidos y México. Ahora está a cargo del Departamento de Justicia de Estados Unidos, donde se están modelando varios de los cambios en política migratoria de la era Trump.
- El viaje a la frontera con México
Desde hace semanas se hablaba de un viaje de Jeff Sessions a la frontera para apuntalar todavía más el rol que el Departamento de Justicia está demostrando en asuntos migratorios y fronterizos en la nueva administración. El fiscal general visita este martes Nogales, en Arizona, uno de los puntos calientes de control fronterizo, con decenas de millas de valla ya construida y con una demostrada presencia del tráfico de drogas. Sessions, como fiscal general, se reunirá con agentes de seguridad y militares. Entre las funciones de su Departamento está la persecusión criminal de casos de narcotráfico y el proceso de deportación para los inmigrantes detenidos en la frontera. Sin embargo, vista la influencia de Sessions en el gobierno, también se interpreta su viaje como un mensaje al Congreso de Estados Unidos: una reivindicación de que el muro fronterizo es necesario pese a que muchos legisladores se muestran reticentes a reunir más dinero para la ampliación.
- El poder sobre las cortes de inmigración
Hasta ahora, el Departamento de Justicia ya ha tomado varias decisiones para agilizar los procesos de deportación de los indocumentados: anunció que movería jueces a ciudades con más concentración de población indocumentada y ampliaría sus horarios para acelerar los centenares de miles de casos acumulados. El 31 de marzo, además, el Departamento de Justicia y el de Seguridad Nacional publicaron de forma conjunta una carta reafirmando que los agentes de inmigración seguirían deteniendo a inmigrantes indocumentados que acudan a las cortes a revisar sus procesos migratorios. Fue también Sessions quien anunció que su departamento expandirá un programa que busca deportar a inmigrantes detenidos justo cuando terminen de cumplir su condena en cárceles federales, y evitar así que pasen por centros de detención de inmigrantes. «Se les llaman cortes de inmigración, pero técnicamente no son parte del brazo judicial. Son cortes administrativas y dependen del Departamento de Justicia», dice David A. Martin, profesor emérito de la Universidad de Virginia, que tuvo en el pasado varios cargos federales en la toma de decisiones migratorias. Y añade: «Los jueces de inmigración no tienen las protecciones de los jueces federales, pueden ser retirados de sus funciones por decisión del fiscal general».
- La influencia en las decisiones migratorias
Sin embargo, el profesor Martin, que investiga para el Migration Policy Institute, cree que la visita a la frontera va más allá que las funciones propias del fiscal general. «Sessions aconseja al presidente Trump. Fue el caso durante la campaña y ciertamente lo es ahora también». «Una fuerte conexión se desarrolló en la campaña en temas de inmigración entre Trump y Sessions, agrega. El profesor ve la influencia del fiscal general, que demostró posiciones muy duras con la inmigración cuando fue senador, en las órdenes ejecutivas y memorándums de la admistración Trump. Algunas ideas que ve reflejadas son la persecución de los inmigrantes que hayan violado cualquier ley, incluso la migratoria; y la insistencia en perseguir los fraudes de identidad que los indocumentados pueden cometer. El diario The Washington Post, en un artículo en el que habla del «mayor rol» que Sessions busca en temas migratorios, incluye una entrevista con el alcalde de Los Ángeles en la misma línea: «Queremos claridad sobre quién se ocupa de la política migratoria», dijo Eric Garcetti. «Sé que el senador Sessions ha estado muy implicado, interesado e involucrado en este área, pero ¿la administración actual le está apoyando para ir más allá de sus responsabilidades formales?».
- La lucha contra las ciudades santuario
No fue Donald Trump quien dio la cara contra las ciudades santuario en marzo, sino Jeff Sessions. Desde la Casa Blanca, el fiscal general dio un ultimátum a las autoridades locales que no cooperan con los servicios de inmigración. «No pueden continuar», dijo, aunque el gobierno está basando esas amenazas en una malinterpretación legal. «Cortar fondos a las juridicciones santuario depende de muchos departamentos, pero quien dio la indicación directa fue Jeff Sessions», subraya el profesor Martin. De hecho, la interpretación legal de las reglas migratorias recae también en el fiscal general, ya sea en el día a día del gobierno o en la defensa de la administración pública ante cortes de apelaciones.
- Y su ‘alumno’ Stephen Miller, en la Casa Blanca
Stephen Miller, uno de los asesores que más está influyendo en la Casa Blanca en las decisiones migratorias, había trabajado para Jeff Sessions cuando este era senador. A Miller, se lo considera uno de los autores de las órdenes ejecutivas en inmigración firmadas por el presidente Donald Trump. «Está profundamente contectado con algunas de las mayores amenazas insurgentes del Partido Republicano, más notablemente el senador Jeff Sessions y la máquina mediática de Breitbart», se leía en un perfil de Miller que publicó en 2016 Politico Magazine. Desde ese trabajo de Miller para Sessions, los dos republicanos fueron pioneros en pedir la construcción del muro, en sacar a debate el extremismo islámico y en reivindicar la grandeza estadounidense, mucho antes de que Donald Trump se intuyera como candidato presidencial.
Las nuevas órdenes del fiscal general criminalizan faltas que antes sólo eran perseguidas por las cortes de inmigración
Jeff Sessions viajó el martes a la frontera con México donde anunció severos castigos para el reingreso ilegal, el transportar a indocumentados y violar los términos de una visa.Las órdenes impartidas en un memoradum el martes por el fiscal general en la frontera con México suponen un cambio mucho más importante de lo que puede parecer. Entre otras medidas, Jeff Sessions anunció que aumentarán los castigos a los indocumentados que regresan sin permiso después de ser deportados y perseguirá a quienes transporten o den albergue a extranjeros sin autorización para permanecer en el país. Esto ya eran delitos perseguidos en EEUU. Sin embargo, según abogados consultados por Univision Noticias, la novedad es significativa. “El problema es que todo lo que había dicho el presidente Trump con las órdenes ejecutivas del 25 de enero, era un mandato para inmigración. Pero ahora Sessions extiende ese mandato a los tribunales criminales”, advierte Ezequiel Hernández, un abogado de inmigración que ejerce en Phoenix, Arizona. “Supongamos que una persona indocumentada vuelve a Estados Unidos después de ser deportado. Bajo la orden de Trump, ya era una prioridad para las cortes de inmigración, pero ahora bajo la orden de Sessions, ese individuo pasa bajo la jurisdicción del US Marshall (y sus casos serán tratados en las cortes criminales). Eso significa que las penas serán más severas que las actuales, que ya de por sí son duras”, explica. Hasta ahora las cortes de inmigración sancionan el reingreso indocumentado después de una deportación con penas de cárcel de hasta dos años. Después de la sentencia son deportados. “En muy pocos casos los indocumentados que regresan sin permiso tienen la posibilidad de pedir asilo o buscar la protección bajo el convenio contra la tortura”, dice Rebeca Sánchez-Roig, una abogada de inmigración que durante 15 años sirvió como fiscal en las cortes de inmigración. “En esos casos pueden ver a un juez. Pero en la mayoría de detenciones, cuando los deportados reingresan sin autorización, van directamente del centro de detención de ICE a la corte federal con los cargos ya levantados”, agrega. Con las nuevas órdenes, señala, “se endurecerán los procesos y también los castigos”.
Delito grave (felonía)
Además, Hernández advierte que a partir de ahora ciertas faltas de inmigración se complicarán porque “serán vistas en los tribunales criminales como felonías (delitos graves)”. Bajo esta categoría, la justicia estadounidense sanciona los casos de violación, secuestro, tráfico de drogas o asesinato. “Cuando lleguen a las cortes los casos de reingreso indocumentado después de una expulsión, los castigos van a ser más severos”, subraya Hernández. “Y cuando por fin salgan del proceso penal, nunca más van a ser elegibles para poder permanecer legalmente en Estados Unidos”. Agregó que cuando un indocumentado llegue a esta instancia “las penalidades no solo se incrementarán, sino que se articularán”, y los indocumentados corren el riesgo de ser procesados por otras faltas adicionales al proceso. “Les pueden agregar más cargos que, hasta ahora, también eran vistos solo por los tribunales migratorios”, indicó.
Transportar a un indocumentado
El castigo al reingreso indocumentado después de una deportación no es lo único que preocupa a abogados y activistas. Sessions también anunció el martes que las autoridades encarcelarán a quienes transporten a un indocumentado, sin dar mayores detalles si la orden también podría afectar a los matrimonios mixtos, donde un ciudadano está casado o convive con un conyugue indocumentado. “Usualmente los esposos no son un problema, tampoco los hijos de un matrimonio mixto”, dice Hernández. “Pero si un ciudadano tiene un roomie (compañero de casa o de habitación) indocumentado, bajo las reglas de Sessions no sabemos si serán sancionados o penalizados”. El problema mayor, dice Jaime Barrón, un abogado que ejerce en Dallas, Texas, “es que Sessions ha pedido que los tribunales criminales trabajen en equipo con los tribunales de inmigración. Es decir, lo que hasta ahora había sido procesado por las cortes de inmigración bajo la ley de inmigración, ahora serán vistos bajo la ley criminal. Habrá sanciones más duras y más chances para deportar a inmigrantes”.
“Nos atan las manos”
Activistas que brindan ayuda a inmigrantes en la frontera temen que el anuncio de Sessions afecte el trabajo humanitario que llevan a cabo. “Para mi el gobierno esta mandando el mensaje de que no se va a permitir nada de humanidad en nuestro país”, dice Petra Falcon, directora ejecutiva de Promise Arizona, una organización de ayuda a inmigrantes sin fines de lucro. Su organización se dedica a ayudar a los inmigrantes más vulnerables. Pero como incide, las nuevas medidas, “nos atan las manos”. “Esto es contra la Constitución, contra nuestras creencias de fe para apoyar a nuestro prójimo”, señala la activista. “El gobierno no puede quitarle la misión a la comunidad de justicia. Lucharemos contra este nuevo anuncio que ayer nos hizo el Fiscal General”. “Esperamos respuestas para saber si nos van a castigar por llevar a alguien indocumentado en mi carro, por ejemplo al médico. O si la policía va detener vehículos para revisar quiénes van en el interior. Pienso que todo esto son anuncios para meternos miedo”, incide.
Otras dudas razonables
Además de los castigos al reingreso de indocumentados o por transportar a un extranjero no autorizado, “nos preocupa el anuncio de las sanciones por el mal uso de una visa”, dice Hernández. “Hay muchos inmigrantes que en algún momento del proceso de legalización puede que hayan violado los términos de sus visados, pero logran regularizar sus permanencias. Por ejemplo, personas que entraron con visa, ésta expiró y al final fueron pedidos por sus cónyuges y reciben la residencia”. “No está claro si estas personas van a ser castigadas bajo las nuevas reglas de Sessions”, plantea Hernández. “Y la última duda se relaciona con el castigo a los indocumentados que agredan a un agente del servicio de inmigración”, añade. “El fiscal general no tipificó qué es un delito de agresión a un agente de inmigración. Por tanto, el anuncio en sí genera muchas dudas que deben ser explicadas por el gobierno federal de Trump”, concluyó.