Sigue lucha por aumento de salario minimo
(EFE).- Varios miles de trabajadores de restaurantes de comida rápida, empleados del hogar y otras profesiones como maestros y operarios de transportes se movilizaron hoy en las principales ciudades de Estados Unidos para reclamar un salario mínimo de 15 dólares por hora.
En Nueva York, Miami, Boston, Chicago, Los Ángeles y otras ciudades importantes del país se registraron paros y concentraciones de protesta en favor de mejores salarios, convocados por el movimiento “Fight for 15” y coincidiendo con el día en el que finaliza el plazo para presentar la declaración de impuestos.
Durante toda la jornada los empleados fueron dejando testimonio en las redes sociales con fotografías de las protestas en favor del aumento del salario mínimo, situado en la actualidad en 7,25 dólares la hora, aunque algunas ciudades tienen sueldos mínimos que se acercan a los 10 dólares la hora.
El presidente de la central sindical más grande del país, AFL-CIO, Richard Trumka, aseguró en Washington que las protestas servirán para avanzar en la reivindicación del salario mínimo de 15 dólares la hora.
“Las acciones de hoy de decenas de miles de trabajadores hará avanzar significativamente la agenda para subir los salarios y dará a cada trabajador la oportunidad de alcanzar el sueño americano”, señaló Trumka en un comunicado para respaldar la protesta.
Las protestas comenzaron a primera hora en Chicago, donde empleados de restaurantes de comida rápida se reunieron frente a un local de McDonald’s en el sur de la ciudad con carteles y una estatua de 4,8 metros de altura llamada “Dignidad”, que representaba a los manifestantes.
Otras manifestaciones involucraron durante el día a estudiantes y profesores de medio tiempo de universidades y colegios comunitarios; guardias, limpiadores y trabajadores de rampa de aeropuertos, además de empleados de empresas de limpieza industrial.
Mary Kay Henry, presidenta del Sindicato Internacional de Empleados de Servicio (SEIU), que apoya el movimiento para aumentar el salario mínimo a nivel nacional, dijo que los reclamos dejaron de ser un tema de los empleados de restaurantes y han crecido porque “la gente lucha por una vida decente”.
En Nueva York, la protesta conglomeró también a maestros, trabajadores de centros de cuidado infantil, del hogar y de aeropuertos en diversos actos a través de la Gran Manzana que contaron con el apoyo de políticos como la presidenta del Concejo, Melissa Mark Viverito.
Portando carteles con mensajes como “trabajo en comida rápida y estoy en huelga”, “somos seres humanos” o “explotan a la gente en todo el mundo por ganar dinero”, los manifestantes recorrieron las calles de Nueva York bajo la vigilancia de la Policía.
El senador federal de Nueva York Charles Schumer apoyó a los trabajadores a través de la página oficial de “Fightfor15” con mensajes que aseguran que “cerca de dos terceras partes de los hogares en este país ganan ahora menos que en 2002”.
En Miami, cerca de 300 personas convocadas por el sindicato SEIU se movilizaron para denunciar la explotación salarial, en especial hacia inmigrantes indocumentados que no pueden defender sus derechos.
En Los Ángeles, varios cientos de trabajadores marcharon también por las calles de la ciudad y portavoces de los trabajadores denunciaron que las condiciones de bajos salarios han llevado a que muchos empleados de negocios de comida rápida y de grandes cadenas como Wal-Mart dependan de subsidios sociales para poder subsistir.
La empresa McDonald’s, que se ha convertido en uno de los principales objetivos de estas movilizaciones, expresó en un comunicado su respeto por la movilización laboral y recordó que esta compañía, al igual que Wal-Mart, anunció recientemente que aumentará en un dólar el salario por hora de algunos de sus trabajadores.
No obstante, McDonald’s subrayó que el 90 % de sus restaurantes son franquicias y, por tanto, no pueden imponer subidas salariales a los dueños de estas representaciones.
La Asociación Internacional de Franquicias respondió también a las movilizaciones y dijo que las protestas son sólo una campaña de los sindicatos para incrementar la afiliación y las cuotas de los trabajadores.