Trump no concilia con la prensa y la sigue atacando
Con el mismo estilo de la campaña electoral, el presidente salió a alabar «todo lo hecho» en sus primeras cuatro semanas en el poder y, sobre todo, dejó claro que no dará cuartel a los medios «deshonestos» (aunque no lo sean). Trump, a la defensiva con los reporteros a los que acusa de ser «deshonestos y no decir la verdad Desde la manera como fue convocada hasta la dinámica que tuvo, la primera rueda de prensa que ofrece el presidente Donald Trump desde que llegó a la Casa Blanca fue un evento muy particular, memorable. Primero en la mañana, Trump invitó intempestivamente a los periodistas cuando estaban cubriendo una reunión entre el presidente y congresistas republicanos. Y los invitó con un desdén que hacía difícil entender si el presidente quería que estuvieran allí Luego pasado mediodía, y por casi hora y media, se vivió un pugilato entre el mandatario y los reporteros que luchaban no solo para que les permitieran hacer preguntas, sino para que el cuestionado les dejara terminar de formularlas en algunos casos Trump salió a la ofensiva (o a la defensiva, como se quiera ver) hablando de todos los logros que en tan solo cuatro semanas ha alcanzado su gobierno y, entre la lista de todo lo que piensa que ha hecho desde la presidencia, insertó duros ataques a los medios, definiendo cómo iba a ser la naturaleza de este primer encuentro y, con seguridad, de los demás que se den durante su mandato. “Estoy hoy aquí para actualizar al pueblo estadounidense sobre el increíble progreso que se ha hecho en las últimas cuatro semanas desde mi juramentación (…) No creo que haya habido nunca un presidente que en tan poco tiempo haya hecho lo que hemos hecho”. Es difícil tomar un punto para analizar el careo, porque en medio del ánimo confrontacional que lo caracterizó hubo aseveraciones del presidente que merecen consideración especial, algunas de ellas por ser totalmente falsas y dichas sin empacho ante periodistas capaces de contradecirlo en vivo y directo, como en efecto hicieron.
“Filtraciones verdaderas, noticias falsas”
Trump sigue insistiendo en que el general Michael Flynn es un “hombre maravilloso” que “no hizo nada malo” y que, pese a que él lo despidió de su cargo como asesor de seguridad nacional porque perdió su confianza al mentirle al vicepresidente, fue víctima de un escándalo creado por los medios que usan filtraciones “ilegales” para sus notas. El presidente reconoce que esas filtraciones son verdaderas, pero asegura que las noticias son falsas, una aparente contradicción que el periodista de CNN Jim Acosta quiso que aclarara Trump defiende a Flynn y asegura que “no hizo nada malo, solo su trabajo”
¿Cómo creerle a un presidente que miente?
Una vez más, en su afán por recordarle a todos que él ganó las elecciones, el presidente insistió en calificar su triunfo en el Colegio Electoral como el mayor desde Ronald Reagan, cuando en realidad todos los presidentes que lo han precedido (con la excepción de George W Bush en 2000) lograron mucho más que sus 306 votos electorales. Cuando el reportero Peter Alexander de NBC apuntó con datos que el presidente no decía la verdad le preguntó: “¿Por qué los estadounidenses deben creer en usted?”. “Bueno, no lo sé. Me dieron esa información. Me dieron esa información. De hecho, he visto esa información dando vueltas. Pero fue una victoria muy sustancial, ¿estás de acuerdo? Ok, gracias”, dijo Trump. Lo que no dijo Trump es que ni el margen en el Colegio Electoral fue tan grande, ni que perdió el llamado voto popular por tres millones frente a Hillary Clinton. Eso sí, no repitió la versión falsa de que si no hubiera habido entre tres y cinco millones de votos ilegales, algo sobre lo que hasta ahora no ha aportado ninguna prueba, hubiera ganado también en voto popular.
“Heredé un desastre”
“Como saben, nuestra administración heredó muchos problemas en el gobierno y en la economía. Es un desastre. En casa y fuera, un desastre. Los trabajos se fugan del país, pueden ver todo lo que está pasando con las compañías que dejan el país y se van a México y otras partes”, aseguró el mandatario. El presidente no recuerda el verdadero desastre económico que padecía el país y el mundo cuando en 2009 Barack Obama llegó a la Casa Blanca, en medio de la llamada Gran Recesión, con un desempleo alrededor del 10% y el colapso del mercado inmobiliario. En cambio, el mandatario hoy recibe un mercado laboral más saludable (pese a que la calidad de los trabajos creados pueda ser cuestionable) con un desempleo por debajo del 5% y los mercados financieros boyantes, como reconoció curiosamente el mismo presidente.
“BBC es como CNN”
La animosidad contra los medios afloró desde el momento en el que propio presidente anunció la rueda de prensa, que no estaba programada, en medio de una reunión con congresistas republicanos en la que hizo la peculiar invitación. “Si quieren ir”, dijo a los periodistas que cubrían el encuentro mañanero. Luego, en la rueda de prensa, Trump se ensañó con los medios y dio a entender que tenía que llevar su mensaje directamente al pueblo estadounidense porque no puede contar con que la prensa los presente de manera honesta. Trump trata de despejar el escándalo de Rusia, pero termina en una batalla con la prensa “La prensa se ha vuelto tan deshonesta, la prensa honestamente está fuera de control”, dijo el presidente, quien reconoce que ve y le gustan los programas matutinos de la cadena Fox y que CNN, The Washington Post, The New York Times e incluso el más conservador The Wall Street Journal simplemente no son buenos.
“¿Me haces una cita?”
Cuando la periodista April Ryan, corresponsal de la Casa Blanca de la American Urban Radio Network, le preguntó si se reuniría con los congresistas del Caucus Negro para tratar los temas de la comunidad afroestadounidense se produjo uno de los intercambios más curiosos de la rueda de prensa. “Lo haría”, dijo el presidente, “Te digo una cosa, ¿quieres coordinar un encuentro. ¿Son amigos tuyos?”, le preguntó. A lo que la periodista, algo incómoda, respondió: “No, no, no. No lo soy. Solo soy una reportera”.
Aparentemente para la Casa Blanca es difícil establecer una comunicación con la gente del caucus, pere a que ellos le mandaron una invitación para reunirse a principios de febrero en el caucus aseguran que el presidente no ha respondido. En redes sociales estalló la indignación de muchos que consideran que Trump trató a Ryan como una secretaria y que asumió que, porque ella es negra, tenía que conocer a los otros negros que están en el Capitolio. Los conceptos erróneos de Trump sobre las minorías
En Conclusión…
Una rueda de prensa muy particular, pero digna del estilo del presidente Trump, que es el mismo que exhibió el candidato Trump. La dinámica vista este jueves muestra que no hay un Trump más ‘presidenciable’, que vaya a moderar su verbo y a hacerse cercano a los medios, ni siquiera a los que conviven con él en la Casa Blanca. Para quienes votaron por Trump fue una maravillosa experiencia ver a su líder combativo frente a esa prensa “deshonesta” que le niega cualquier mérito, pero para la otra mitad del país (y para más de un votante republicano renuente en la última elección) presentó la imagen de un hombre que está tan pendiente de lo que se dice de él en la prensa que dedica demasiado tiempo a ver TV, escribir en Twitter y, ocasionalmente, tener sesiones de boxeo con los periodistas.