Un día sin inmigrantes: la protesta contra Trump cierra comercios y restaurantes en varias ciudades de EEUU

Negocios en ciudades como Austin, Chicago, Nueva York y Washington DC no abrieron y trabajadores están de brazos caídos este jueves en un gesto de respaldo a la convocatoria que se viralizó en las redes sociales pero de la cual se desconoce exactamente quién la gestó. Comercios cerrados y escuelas vacías a lo largo y ancho de todo el país en el ‘Día sin inmigrantes’ «En apoyo a todos los inmigrantes estaremos cerrados (el) jueves», se lee en un cartel detrás del vidrio de un restaurante mexicano con sus puertas cerradas en el barrio de Harlem en Nueva York. Sus dueños apoyaron la convocatoria hecha por redes sociales con el fin de protestar contra las medidas migratorias del nuevo gobierno de Donald Trump y mostrarle la importancia de los inmigrantes en Estados Unidos. Se desconoce quién o qué organización hizo el llamado que se viralizó con el transcurso de los días por las redes sociales con la consigna «no ir a trabajar, no abrir nuestros negocios, no comprar en tiendas o por internet, no comer en restaurantes, no comprar gasolina, no ir a clases, no mandar a nuestros hijos a la escuela». Pero en ciudades de todo el país, desde Austin hasta Washington DC, algunos negocios –especialmente restaurantes que suelen emplear una gran cantidad de inmigrantes– decidieron no abrir como gesto de respaldo. » Es una manera de demostrar que como latinos tenemos un poder económico muy importante dentro de la comunidad y que no lo pueden dejar de lado simplemente por iniciativas o leyes que no tienen ni pies ni cabeza», dijo Paul Castillo, gerente de la taquería Arandinas, en el norte de Austin, Texas, en alusión a las órdenes ejecutivas y medidas migratorias de Trump que han sembrado el miedo entre los inmigrantes hispanos. Decenas de personas también marcharon por calles de Austin para repudiar las políticas del nuevo gobierno y hacerle saber lo vital que son para la actividad económica estadounidense. Casi siete millones de inmigrantes pertenecen a la clase obrera del país, representando una quinta parte, o el 22.3%, de la misma. Más al norte, en Washington DC y en Chicago, otros propietarios que están de brazos caídos este jueves son los famosos chefs José Andrés, quien afrontó una demanda de Trump por cancelar un plan para abrir un restaurante en un hotel de Washington, y Rick Bayless. El español José Andrés explicó a Noticias que cerró sus locales para decirle a la administración del empresario convertido en político que «formamos parte del ADN de América. América no puede funcionar sin nosotros». Bayless, por su parte, afirmó en un comunicado que «durante décadas hemos sido un lugar que ha acogido, respetado y promovido a nuestro personal inmigrante». No está clara la magnitud que alcanzará esta jornada, pero en Washington DC otros 60 restaurantes cerraron de forma total o parcial. En Philadelphia, los trabajadores latinos y de otras comunidades de inmigrantes apoyaron el llamado, mientras que en Chicago y Nueva York otro puñado de restaurantes lo secundaban, como Eataly, que apoyó públicamente la protesta junto al hashtag #WeWereAllImported (todos fuimos importados).

«Escuche las historias de al menos dos inmigrantes»

Un negocio en Norristown, Pennsylvania, invitó a Trump a escuchar las historias de al menos dos inmigrantes. «No más odio, no más detenciones, no más injusticia. Todos tenemos derecho a disfrutar el fruto de nuestro trabajo y la libertad», se lee en una cartulina pegada en la entrada del salón de bellaza. » Mr. President, I invite you to listen at least 2 stories of immigrants (Sr. presidente, lo invito a que escuche la historia de al menos dos inmigrantes)», se lee en otro. La protesta que se extendió por todo el país nació tras las primeras medidas migratorias anunciadas por el incipiente gobierno de Trump: la ampliación del muro fronterizo y el retiro de fondos a ciudades santuario, entro otros. Asimismo, se da luego de que la semana pasada fueran arrestados más de 680 inmigrantes en operativos en 12 estados, desde California hasta Kansas y Carolina del Sur. Los ánimos se han agitado aún más tras la firma de otra orden ejecutiva que suspendió temporalmente el programa de refugiados y prohibió la entrada por 90 días de ciudadanos de siete países de mayoría musulmana.

Aulas vacías

En escuelas de varias estados, los salones estaban prácticamente vacíos en medio de la protesta. «Es una gran necesidad venir aquí y apoyar a estos chicos, especialmente a todos los inmigrantes que están sufriendo y pasando momentos muy difíciles», dijo Nathalie Bracamonte, una maestra de secundaria en Nueva Jersey, a Univision Noticias. En Virginia, una colega se encontró con un salón de clases vacío, según una foto que colgó en su cuenta de Twitter. Y otra en Carolina del Sur compartió cartas e ilustraciones hechas por sus estudiantes. «Pienso que voy a perder a mis amigos hispanos», se lee en una de ellas. «La mayoría de los estudiantes hispanos no están aquí hoy», contó la docente Lorena Burrows desde Virginia.

Las ciudades que más sienten el ‘día sin inmigrantes’  Además de ser claves para el trabajo creativo, los inmigrantes contribuyen enormemente a la clase obrera y a los sectores de servicios de la economía. Hoy escribí acerca de cómo las medidas de la administración del Trump para frenar la inmigración podrían devastar la base de talento del país, especialmente en las grandes ciudades y áreas metropolitanas como el área de la Bahía de San Francisco, Los Ángeles, Nueva York y Miami. Mientras tanto, en todo el país, empleados de restaurantes y trabajadores de la construcción en las ciudades se han ido a huelga para protestar contra el programa de inmigración del presidente Trump. Teniendo eso en cuenta, es oportuno poner de manifiesto la manera en que nuestro país y sus áreas metropolitanas dependen de los inmigrantes para los trabajos manuales y los trabajos menos remunerados de la economía de servicios. Aquí nuevamente me apoyo en el análisis de los datos de mi colega Steven Pedigo, quien dirige el NYUSPS Schack Institute of Real Estate Urban Lab, recopilando datos de cinco años de la Encuesta sobre la Comunidad Estadounidense del Censo de Estados Unidos de 2015.

Los inmigrantes y la clase obrera

Casi siete millones de inmigrantes son miembros de la mano de obra obrera de Estados Unidos. Construyen casas y edificios de oficinas, conducen camiones, y hacen funcionar las fábricas. De hecho, los inmigrantes representan una quinta parte (22.3%) de la clase obrera estadounidense.

En muchas ciudades, los porcentajes son mucho más altos: los residentes nacidos en el extranjero constituyen más del 60% de la clase obrera en Los Ángeles y Miami, más del 50% en San José y Nueva York, y más del 40% en las áreas metropolitanas de San Francisco, Houston, Riverside-San Bernardino, y Washington DC. San Diego y Dallas-Fort Worth completan la lista de las diez áreas metropolitanas, y otras 16 áreas metropolitanas superan el porcentaje nacional promedio de inmigrantes de clase obrera.

Los inmigrantes y el sector de servicios

En todo el país, más de diez millones de inmigrantes hacen trabajos de mantenimiento con baja remuneración: preparan y sirven comida, trabajan en oficinas y tiendas minoristas, y cuidan a niños y ancianos. Este tipo de trabajo representa casi la mitad de todos los empleos en Estados Unidos, y los inmigrantes constituyen un 17% de la fuerza laboral de este servicio. Pero el papel de los inmigrantes que hacen trabajo de servicio es mucho mayor en nuestras mayores y más productivas áreas metropolitanas. Los residentes nacidos en el extranjero constituyen más de un 40% de los trabajadores de servicio en Miami, San José y Los Ángeles, más de un 35% en Nueva York y San Francisco, y más de un 25% en Houston, Riverside, Las Vegas, San Diego y Washington DC. Además, Dallas, Sacramento, Chicago, Orlando, Seattle, Boston, Austin, Atlanta y Phoenix superan el promedio nacional de inmigrantes que hacen este tipo de trabajo de servicio. Cualquiera que viva en alguna de estas ciudades, podrá echar un vistazo a su alrededor y recordar a quienes suelen hacer los trabajos manuales difíciles, extenuantes, mal remunerados y de servicio que muchos estadounidenses no quieren hacer.

Cómo fue el «Día sin inmigrantes» que se llevó a cabo en varias ciudades de Estados Unidos como protesta a la política migratoria de Trump «Cerrado por el Día sin Inmigrantes».  Ese fue el aviso que decenas de negocios exhibieron en sus puertas este jueves en varias ciudades de Estados Unidos.  Los trabajadores y estudiantes de algunas escuelas permanecieron en casa con el fin de resaltar la contribución que hacen al país los inmigrantes.  Escuelas, restaurantes y tiendas de comestibles cerraron a lo largo y ancho del país, desde Los Ángeles a Chicago y Nueva York.  La protesta se llamó «Día sin inmigrantes» y se difundió a través de las redes sociales.  El objetivo era que los trabajadores nacidos en el extranjero se rehusaran a participar en la economía estadounidense por un día.  Unos 50 restaurantes en Washington cerraron este jueves, así como en otras ciudades como Boston y San Francisco. En el Pentágono en Virginia, sede del Departamento de Defensa de EE.UU. en donde trabajan 25.000 personas, al menos siete restaurantes anunciaron que cerrarían por el día.  En Massachusetts, el museo de arte de la Universidad de Wellesley removió todas las obras de arte donadas o creadas por inmigrantes.  En Nuevo México, el estado de EE.UU. con mayor porcentaje de residentes hispanos, muchos comercios cerraron desde Albuquerque a Santa Fe. Parado sobre el mercado de la calle 9 en Filadelfia, que reúne diferentes negocios de comida internacional, Rani Vasudeva se sorprendió con la tranquilidad de una zona habitualmente bulliciosa y movida.  «Es muy triste», dijo el profesor universitario de 38 años.  «Te das cuenta del impacto que tiene la comunidad de inmigrantes. Nos necesitamos los unos a los otros en nuestra vida cotidiana».

«Día sin inmigrantes» en Estados Unidos

  • Tiendas de comestibles, mercados y restaurantes cerraron en ciudades como Nueva Orleans, Filadelfia y Chicago.
  • Se llevaron a cabo protestas en Raleigh, Carolina del Norte, en Austin, Texas, en Chicago y en Detroit.
  • Un café dentro del Capitolio en Washington DC que sirve al Senado también cerró sus puertas.

El segundo sistema de escuelas públicas más grande del país, Los Angeles United, llamó a los padres para advertirles sobre la protesta de este jueves. «Les pido a los estudiantes y al personal que no interrumpa el aprendizaje por participar en protestas y marchas durante la jornada escolar», dijo la directora Alma Peña-Sánchez en un mensaje de voz enviado a los representantes.  Una escuela en la capital, Washington DC, decidió cerrar por el día para permitirles a los maestros protestar.  Los 426 estudiantes de primaria de la escuela Latin American Montessori tuvieron el día libre en solidaridad con el boicot.  Andy Shallal, quien cerró varios de sus restaurantes en Washington DC, es originario de Irak, uno de los países incluidos en la orden ejecutiva que el presidente Trump firmó para prohibir la entrada de inmigrantes de esas naciones.  «Como inmigrante, no puedo permanecer pasivo. Quería asegurarme de ser solidario con mi equipo».  Uno de los líderes de la protesta, el célebre cocinero español José Andrés, quien es ciudadano estadounidense, tuvo un enfrentamiento con Trump cuando decidió no continuar un contrato para abrir un restaurante en el hotel nuevo del presidente en Washington.

Las reacciones en internet

Miles de usuarios en las redes sociales expresaron su opinión sobre el boicot bajo la etiqueta#DayWithoutImmigrants (#DíaSinInmigrantes). En las últimas 24 horas el hashtag se utilizó casi 200.000 veces en Twitter. La usuaria @LyssaG21 tuiteó: «Muchos de los inmigrantes en nuestro país trabajan por salarios bajos que muchos estadounidenses no están dispuestos a ganar, recuerden eso».  ¿Dónde viven los inmigrantes indocumentados en Estados Unidos?  Pero otros expresaron ideas contrarias.  «Esta iniciativa es una gran idea. Esperemos que empaquen sus maletas y vuelvan a sus lugares de origen para ahorrarnos el tiempo y el esfuerzo de las deportaciones», dijo @MarkDice. En el debate también se hizo la distinción entre los inmigrantes indocumentados y los migrantes económicos.  El usuario @tumblrisntfacts tuiteó: «Un #DíaSinInmigrantes sería horrible. Un día sin inmigrantes ILEGALES sería cumplir la ley».  Pero otros argumentaron que se trata de levantarse por comunidades que se sienten victimizadas.  «No se trata de si eres ILEGAL o LEGAL, se trata de finalmente alzar la voz», sugirió @aesthetixsammy.

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