Unos 14 millones de personas perderán su seguro en 2018 si es reemplazado Obamacare

La Casa Blanca salió al paso del informe del ente no partidista del Congreso al discrepar «profundamente» con sus estimaciones. Los demócratas, por su parte, dijeron que los republicanos deben retirar el proyecto de ley, que es la primera iniciativa legislativa de envergadura del presidente Donald Trump. Unos 14 millones de personas perderán su cobertura de salud en 2018 si se desmantela el Affordable Care Act, conocido como Obamacare, y se aprueba el proyecto republicano tal como fue diseñado, estimó la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO). La cifra alcanzará 24 millones de personas en 2026. La divulgación de este esperado análisis del ente no partidista del Capitolio marca el inicio de una discusión mucho más encarnizada tras las duras críticas que ha generado tanto de sectores conservadores como de la oposición demócrata en torno a la primera iniciativa legislativa de gran envergadura del presidente Donald Trump. Apenas minutos después de haberse dado a conocer el informe, la Casa Blanca expresó su «profunda» discrepancia con el análisis. En la otra vereda, la líder demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, dijo en el Congreso tras conocerse el reporte que espera que el proyecto sea retirado. «Es la única cosa decente que se puede hacer (…) Ellos deben haber visto los números y saber cómo eso se traslada a la vida de las personas», precisó. Las proyecciones de expertos ya han detallado que los más afectados serán las personas de bajos recursos que se beneficiaron de la expansión de Medicaid y que no tienen cómo pagar el costo de una cobertura de seguro. Sin embargo, el secretario de Salud, Tom Price, ha insistido en que la propuesta republicana se enfoca en los pacientes y busca mejorar el acceso de los ciudadanos a los servicios de salud. Según el informe, la reforma sanitaria de Trump reducirá el déficit federal en 337,000 millones de dólares entre 2017 y 2026. «Los ahorros más significativos se producirán gracias a las reducciones en los desembolsos por Medicaid (el programa para los más pobres)» y por la eliminación de algunos subsidios del Affordable Care Act, se lee en el documento.

Los ancianos pagarán primas más altas
El análisis calcula que gran parte de los 14 millones de personas que se quedarán sin seguro lo harán después de que el gobierno elimine la multa vigente por no estar asegurado. «Muchas de estas personas eligirán no tener seguro médico porque anteriormente lo habían para evitar la multa que estipulaba la ley y otros optarán por no asegurarse ante el alza en las primas», dice el texto. Posteriormente, debido a cambios adicionales «el incremento del número de personas sin seguro alcanzará los 21 millones de personas para el 2020 y los 24 millones de personas en 2026». La oficina achaca este aumento a los cambios en las inscripciones en el programa Medicad. «En 2016 se estima que 52 millones de personas estarán sin cobertura, frente a los 28 millones que no habrían tenido seguro con la actual ley», agrega el documento. La propuesta republicana permite que los estados sigan expandiendo Medicaid y que reciban fondos federales, pero solo hasta 2020. Luego de esa fecha es posible que muchos de quienes recibían beneficios del programa para personas de bajos recursos dejen de ser elegibles y queden sin cobertura de salud por no poder pagar un seguro privado. Ello contradice la repetida promesa del mandatario de que su reforma iba a permitir «seguro médico para todos». El Affordable Care Act dio cobertura de salud a unos 20 millones de personas, incluyendo 4 millones de hispanos. Por otro lado, las primas subirán entre un 15 y un 20 por ciento en los próximos dos años si se compara con la actual legislación aprobada por el gobierno de Barack Obama. Sin embargo, esas primas bajarán a partir de 2026. Bajo la propuesta de Trump, los ancianos pagarán «sustancialmente» más mientras que los jóvenes desembolsarán una cantidad menor. El motivo del alza en las primas en 2018 y 2019 se deberá a que más gente joven y sana se abstendrá de comprar un seguro médico al no tener que pagar la multa actual. Otro punto del plan republicano que amenaza con afectar a los ancianos es que le permitirá a las aseguradoras cobrarles hasta cinco veces más el precio que pagan los más jóvenes y da la opción a los estados de fijar sus propios límites en el costo de las primas. Bajo Obamacare, las aseguradoras pueden cobrarles solo tres veces el precio que han estipulado en las pólizas de los más jóvenes.

¿Obamacare Lite?
El proyecto republicano fue aprobado por dos comités de la Casa de Representantes después de haber sido revelado por el liderazgo republicano la semana pasada. Sin embargo, el proyecto de la administración Trump ha sido criticado incluso por los más conservadores dentro del Partido Republicano, quienes han catalogado al proyecto de ley como «Obamacare Lite» y «Obamacare 2.0», pues creen que se trata de una versión edulcorada de una reforma sanitaria a la que ven como una injerencia del gobierno federal en el mercado privado de los seguros de salud y en la libertad de los ciudadanos a la hora de optar por servicios de salud. Mientras tanto, organizaciones independientes han dicho que el proyecto de ley tendrá «consecuencias devastadoras» para los grupos más vulnerables. Al cabo de años intentado infructuosamente derogar o al menos debilitar la ley de salud propuesta por Barack que se aprobó en 2010, los republicanos se encuentran ahora con que no todos están de acuerdo en el camino a seguir.  Tras siete años y 52 intentos infructuosos para derogar la Ley de Cuidados de Salud Asequibles, conocida como Obamacare, el triunfo de Donald Trump puso a los republicanos en la posición deseada para desmontar la por ellos detestada reforma sanitaria del presidente Barack Obama. Sin embargo, el plan que los líderes republicanos de la Cámara de Representantes presentaron este lunes -la American Health Care Act o AHCA (Ley de Cuidado de Salud Estadounidense)-, para desmantelar la ley se topó con una resistencia inoportuna: las facciones más conservadoras del propio Partido Republicano. Pese a que el proyecto de ley tiene el respaldo del presidente de la Cámara de Representantes,de Paul Ryan, y del presidente Trump, los congresistas republicanos más críticos de la propuesta dicen que es una versión light de Obamacare.

Estos son algunos de los puntos a los que se oponen:

  1. Los créditos fiscales

Con Obamacare, el gobierno federal ofrece subsidios a personas en base a su ingreso.

La propuesta republicana, en cambio, ofrece créditos a los impuestos según la edad de cada usuario.

Por ejemplo, las personas de 20 a 29 años tendrán un crédito fiscal de $2,000, las de 30 a 39 años contarán con un crédito de $2,500 y así sucesivamente hasta llegar a las personas de 60 y más años, que tendrán acceso a un crédito de $4,000.

Los créditos estarán disponibles para personas que ganen menos de $75,000 dólares al año y hogares con ingresos menores de $150,000 dólares.

Los republicanos más conservadores dicen que los créditos fiscales son, al fin y al cabo, una forma de subsidio gubernamental que ayudará a empeorar el déficit fiscal del país.

“Escribir cheques a individuos para que compren un seguro es, en principio, Obamacare. Es cierto que le da más libertad de elección a los individuos y está más centrado en los pacientes, pero está basado fundamentalmente en la idea de que el gobierno federal debe financiar la compra de seguros”, según un memorando del Comité de Estudio Republicano (RSC, por sus siglas en inglés)

  1. Expansión de Medicaid hasta 2020

Con Obamacare, 31 estados pudieron expandir sus coberturas de Medicaid, el programa para personas de bajos recursos. ¿Cómo? Tradicionalmente, los criterios para recibir Medicaid eran bastante limitados. Con la ayuda del gobierno federal que estableció Obamacare, los estados tenían la opción de ampliar la elegibilidad para que las personas que se encontrasen en o por debajo del 138% del nivel de pobreza pudieran tener Medicaid. La propuesta republicana permite que los estados sigan expandiendo Medicaid y recibiendo fondos federales, pero después del 2020 las inscripciones de nuevas personas quedarían congeladas.  Los republicanos más conservadores quieren acabar ya mismo con la expansión de Medicaid, a la que ven como una gran carga para el gobierno.  “Nosotros no teníamos una expansión de Medicaid en la ley que enviamos al presidente (Barack) Obama, ¿pero la tenemos en la ley que enviamos al presidente Trump? Eso no tiene sentido para mí”, cuestionó el legislador republicano Jim Jordan, de Ohio, haciendo referencia a la fallida propuesta que los republicanos presentaron a la anterior Casa Blanca cuando buscaban impedir la aprobación de Obamacare.

  1. No desmantela todo Obamacare

La reforma sanitaria de Barack Obama puso varias exigencias a los seguros de salud. Una de las más significativas fue prohibir a las aseguradoras no brindar cobertura de salud a una persona en base a condiciones médicas preexistentes. La propuesta de los republicanos mantiene varias de estas regulaciones y beneficios mínimos que deben brindar las aseguradoras, algo a lo que se oponen los más conservadores. Su visión es que sin estas exigencias, las aseguradoras podrán ofrecer planes más baratos porque consideran que se podrá establecer un mercado reamente libre que fomente la competencia.

Reemplazo de Obamacare afectará a miles de familias hispanas, alertan expertos

Expertos alertan que el plan de salud de los republicanos afectará a quienes dependen de “Medicaid” La propuesta que finalmente han presentado los republicanos en el Congreso en reemplazo de Obamacare, afronta una férrea oposición demócrata y, según advirtieron este martes activistas, reducirá los beneficios y aumentará los riesgos para millones de personas que dependen de “Medicaid”, incluyendo familias hispanas. Los republicanos, muchos de ellos aupados por el movimiento conservador “Tea Party”, llevaban prometiendo desde 2010 anular la reforma sanitaria promulgada por el entonces presidente Barack Obama el 23 de marzo de ese año, por considerarla una costosa injerencia en la economía. Ahora que han presentado su propuesta para reemplazar esa ley de salud, afrontan divisiones entre su propio partido y ataques de los demócratas, que exigen detalles sobre el costo e impacto del plan. Aunque durante la contienda electoral, el republicano Donald Trump prometió que ampliaría la cobertura médica para todos los estadounidenses y que no recortaría “Medicaid”, la propuesta no sólo pone en riesgo el seguro médico de millones sino que elimina la expansión del programa. Entre otros elementos, la medida, denominada “American Health Care Act”, congela expansión de “Medicaid” en 2020; deja en pie la cobertura de condiciones médicas pre-existentes, y elimina la cláusula que exige la compra de seguro, sopena de multas. También suspende por un año los fondos para la organización de planificación familiar, “Planned Parenthood”; autoriza $100,000 millones en fondos para estabilizar lo mercados de seguro en los estados y, en vez de subsidios, ofrece créditos tributarios de entre $2,000 y $4,000 –dependiendo del salario individual o familiar- para adquirir un seguro.

Golpe al “Medicaid”

Para los conservadores, los cambios son insuficientes –lo consideran una versión descafeinada de Obamacare, y cuatro senadores republicanos, incluyendo al líder de la mayoría, Mitch McConnell, rechazaron en una carta la idea de frenar la expansión de “Medicaid” en 2020. La expansión de ese programa, del que depende uno de cada cuatro estadounidenses, fue la que amplió  la cobertura médica dentro de Obamacare a más de 11 millones de personas. Para los demócratas, la nueva medida afectará a millones de familias bajo “Medicaid”, que da cobertura a gente pobre, mujeres embarazadas, niños, ancianos, y personas con discapacidades. Se calcula que los hispanos conforman aproximadamente un 30% de los beneficiarios de “Medicaid”, que a lo largo de 60 años ha dado cobijo a unos 72 millones de personas en EEUU. Bajo Obamacare, 32 estados ampliaron “Medicaid”, que es administrado por los estados y recibe fondos federales de forma correspondiente a su inversión estatal. En una conferencia telefónica con periodistas, organizada por “Families USA”, los activistas advirtieron hoy que “Medicaid” ha sido durante décadas la única red de seguridad de millones de pobres y ha reducido la tasa de personas sin seguro médico, pero los tijeretazos previstos perjudicarán a los beneficiarios. Dee Mahan, directora de Iniciativas de Medicaid de Families USA, dijo que la medida revertirá los logros en el campo de salud, porque los estados resentirán el freno en la expansión de “Medicaid”. “Cualquier cosa que restrinja los gastos de Medicaid tendrá un impacto entre los hispanos, que son los que más registraron una reducción en la tasa de personas sin seguro bajo Obamacare… el impacto será drástico”, advirtió, por su parte, Michael Miller, director de políticas del grupo “Community Catalyst”. Vicki González, una enfermera del Hospital Jackson Memorial, un hospital en Miami (Florida) especializado en traumas y quemaduras, recordó que antes de Obamacare, la sala de urgencias pasaba “constantemente inundada” de personas sin seguro médico y con necesidades de cuidado preventivo. “Temo lo que pueda ocurrir si el Congreso hace recortes a “Medicaid” y deja sin nada de cobertura médica a 4,3 millones de personas en Florida”, dijo González, al señalar que algunos de sus pacientes con cáncer apenas tienen para los “copagos” y, con frecuencia,  no les queda dinero para el transporte público. Por su parte, el Sindicato Internacional de Trabajadores de Servicios (SEIU, en inglés), afirmó en un comunicado que no hay duda de que el proyecto de ley republicano desatará “costos más altos y menos cuidado médico a millones de familias, pacientes, consumidores y las comunidades”. “Medicaid” ha cubierto los gastos del 42% de los partos en Nueva Jersey, y si hay recortes masivos, eso causaría estragos en los hospitales, consultorios y los pacientes en el estado, aseguró en el comunicado de SEIU Jessica Edwards, una doctora residente en Christ Hospital.

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