Así es Guam, la isla que amenazó Kim Jong-un
Este pequeño territorio estadounidense perdido en medio del océano pacífico occidental es esencial desde el punto de vista militar. Guam es uno de los destinos favoritos de japoneses,surcoreanos y taiwaneses para pasar su luna de miel. Surfistas y submarinistas también aprovechan que este territorio de 550 kilómetros cuadrado, está rodeado de corales para practicar su deporte. Es uno de los paraísos de los que buscan hacer compras económicas, pues tiene varios outlets. No supera los 162.000 habitantes -la mayoría del pueblo indígena chamorro, y su gobernador se llama Eddie Calvo, miembro del partido republicano. Esto es lo que se sabe de Guam, la isla que Corea del Norte puso en la mira de sus misiles balísiticos. Kim Jong-un dijo que considerba la posibilidad de atacar este territorio estadounidense, que alberga una importante base militar, pues ocupa un lugar clave entre la península coreana y el mar de China Meridional. Unos 6.000 soldados se encuentran desplegados, especialmente en la base aérea Andersen y en la base naval Guam. Está a unos 2.600 km al este de Filipinas y desde allí partían bombarderos B-52 para atacar Hanói durante la Guerra de Vietnam (1955-1975). Hoy la base tiene una estación de telecomunicaciones, un destacamento de la Guardia Costera, una base aérea y el cuartel general conjunto de la Guardia Nacional. Desde allí salen aviones no tripulados RQ-4B Global Hawk de inteligencia, reconocimiento y vigilancia para realizar misiones en los países potencialmente enemigos. Guam tiene estatus de territorio no incorporado de Estados Unidos, como Puerto Rico. Es decir, sus ciudadanos son estadounidenses pero con derechos limitados: no pueden participar en elecciones en Estados Unidos y el único representante de la isla en el Congreso no tiene derecho a voto en los proyectos de ley. Regularmente surgen pedidos de un referendo de autodeterminación, que la justicia federal estadounidense rechaza. En Guam, que figura en el listado de la ONU de territorios no autónomos, 45.000 personas reciben ayuda alimentaria y se benefician del sistema de salud pública estadounidense. Fue descubierta en 1521 por el navegante portugués Fernando de Magallanes, pero ocupada desde 1526 por España. Se convirtió en colonia de Estados Unidos por el Tratado de París de 1898, que puso fin a la guerra hispano-estadounidense. Fue invadida por Japón en diciembre de 1941, al comienzo de la guerra del Pacífico, pero recuperada por Estados Unidos en 1944. Fue clave durante su época como territorio español -más de 330 años durante los siglos XVI, XVII, XVIII y XIX-, ya que era el principal puerto de escala para los galeones que, para comerciar principalmente con especias, cruzaban el Pacífico, dos veces al año, entre Manila -Filipinas- y los puertos de Nueva España -hoy México-.
El Ejército de Estados Unidos contribuye de manera importante a la economía local.
«Su posición avanzada disminuye el tiempo necesario para responder a una crisis o a una contingencia en la región, y está perfectamente situada para la lucha global contra el terrorismo», dijo el jefe del Estado Mayor conjunto de EE.UU. en 2006, según reporta la prensa estadounidense. Desde entonces, se convirtió en un punto en la agenda militar estadounidense.
Guam está «perfectamente equipada» ante la amenaza norcoreana
El gobernador de la isla, Eddie Calvo, sostuvo que Guam está preparada para afrontar cualquier eventualidad, «más que cualquier otra comunidad estadounidense». El gobernador de Guam aseguró este jueves que ese territorio estadounidense en el Pacífico está «perfectamente equipado» para afrontar un ataque norcoreano, gracias a unas sólidas infraestructuras que resistieron a tifones y sismos. Pyongyang reveló su plan detallado para lanzar cuatro misiles contra Guam. Pero, como Corea del Norte lleva tiempo multiplicando las amenazas, los 162.000 habitantes de la isla, cuyas vidas están estrechamente ligadas a los 6.000 soldados estadounidenses desplegados allí, han aprendido a vivir con ellas. El gobernador Eddie Calvo explica que esa remota isla del Pacífico se ha acostumbrado a ser una diana desde que Washington instaló bases militares en su suelo. «Hay que entender que, incluso en un escenario de una posibilidad sobre un millón, estamos preparados para que Guam sea lo que es desde hace décadas, un territorio estadounidense con ventajas militares estratégicas, en una región muy dinámica», asegura. «Estamos preparados para afrontar cualquier eventualidad, más que cualquier otra comunidad estadounidense». Calvo no ha dado más precisiones sobre las defensas estadounidenses en la isla, que cuenta con una base aérea y otra naval. Guam también alberga un sofisticado escudo antimisiles, el sistema THAAD, capaz destruir los misiles de corto y medio alcance, así como los proyectiles de alcance intermedio, en su fase final de vuelo. Dada «la manera en que se construyeron nuestras infraestructuras -que resistieron a un sismo de magnitud 8,3 hace una década y a potentes tifones-, estamos perfectamente equipados para coordinarnos antes y después de un acontecimiento», añade el gobernador. En Agaña, la capital, los habitantes parecen tomarse las amenazas norcoreanas con resignación. «Si tiene que ocurrir, ocurrirá», dice Loiue Joyce, una veinteañera que disfruta de un día de compras. «¿Nos da miedo? Sí. Pero ¿qué podemos hacer? Vivimos en una pequeña isla. No hay ningún sitio donde esconderse en caso de ataque». Guam, una posesión estratégica para Estados Unidos, fue el punto de salida de los bombarderos B-52 encargados de atacar Hanói durante la guerra de Vietnam (1955-1975). La base Andersen de esa isla es sede del 36º escuadrón de bombarderos estratégicos estadounidense. Además de la presencia militar, la economía de la isla depende en gran medida del turismo, un sector responsable de un tercio de los empleos. Sus playas paradisíacas, sus hoteles y sus tiendas libres de impuestos atrajeron a más de 1,5 millones de visitantes en 2016, en su mayoría japoneses o coreanos. «La vida sigue en el paraíso», dice Josh Tyquengco, director de marketing de la oficina turística de Guam. «No estoy al corriente de posibles anulaciones [de viajes]. Es la temporada alta en estos momentos para Guam. El caso norcoreano no ha tenido ningún impacto sobre el turismo por el momento». El periódico local Guam Daily Post recuerda sin embargo en un editorial que, aunque los habitantes estén acostumbrados a las amenazas de Pyongyang, esta vez la situación es más precaria porque «un comandante en jefe fogoso, que no tiene tanta sangre fría, vive ahora en la Casa Blanca». La última vez que el territorio temió ser víctima de un ataque, en 2013, la situación se tranquilizó porque la administración del entonces presidente, Barack Obama, evitó una escalada verbal con el dirigente norcoreano, Kim Jong-Un, recuerda el diario. «Esta vez, la amenaza es diferente y más preocupante», ya que Donald Trump le prometió «fuego e ira» a Kim Jong-Un. «La pelota vuelve a estar en el tejado de Trump» porque Estados Unidos ha sido amenazado directamente, prosigue el Daily Post. Guam no es «sólo sede de bases aéreas y navales. Es la casa de cerca de 162.000 personas, en su mayoría ciudadanos estadounidenses».