Así operaba líder de secta sexual en EE. UU., imputado por esclavitud

Finaliza el juicio del escándalo del culto Nxivm, que involucró en crímenes a varios famosos.

El líder de la secta sexual Nxivm, Keith Raniere, es juzgado en una corte federal en Brooklyn, Nueva York. Enfrenta cargos por tráfico sexual, esclavitud y pornografía infantil.

Un jurado de una corte federal de Nueva York halló este miércoles culpable de todos los cargos, entre ellos, esclavitud, tráfico sexual, pornografía infantil y crimen organizado, a Keith Raniere, fundador de Nxivm, una organización de supuesta autoayuda que en realidad operaba como una secta sexual, en un escandaloso caso que involucró incluso a varios famosos.
El hombre de 58 años se enfrenta a una posible cadena perpetua y conocerá su condena el 25 de septiembre de este año.

Según establecieron los testimonios y pruebas presentadas durante siete semanas en el juicio realizado en una corte federal de Brooklyn (Nueva York), desde el comienzo el gurú mantuvo bajo su influencia a un círculo de entre 15 y 20 mujeres con las que tenía relaciones sexuales a su antojo. Una de ellas apenas tenía 15 años.

 

En 2015, creó una segunda organización paralela piramidal, llamada DOS (acrónimo en latín para «Amo de las compañeras obedientes»), que dividía a sus integrantes entre «esclavas» y «maestras». Todos los miembros eran mujeres y respondían ante el gurú.

Las esclavas tenían que tener relaciones sexuales con Raniere cada vez que él lo deseara. Antes de ser aceptadas como esclavas, las mujeres debían entregar elementos comprometedores para ellas como fotos, cartas, documentos, que la organización amenazaba con publicar si ellas abandonaban DOS.  Algunas de las víctimas fueron marcadas a fuego con un símbolo que representaba las iniciales del gurú, KR.

Entre los famosos que fueron implicados figuran Clare Bronfman, heredera del imperio licorero Seagram’s, que fue directora de operaciones de la secta Nxivm, y arrestada en julio del 2018 junto a otras tres personas.

Bronfman se declaró culpable el pasado abril de conspirar para ocultar y albergar inmigrantes con fines de lucro como parte del proceso contra Nxivm, mientras que la actriz Allison Mack, conocida por su papel de Chloe Sullivan de la serie de televisión «Smallville», tomó la misma decisión por el cargo de crimen organizado.

 

La presidenta de Nxivm según la Fiscalía, Nancy Salzman, fue acusada de conspiración para crimen organizado, entre otros, también optó por declararse culpable, junto a su hija Lauren. Sus sentencias están previstas para los próximos 10 de julio y 11 de septiembre respectivamente.

El nombre de Emiliano Salinas, hijo del expresidente mexicano Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), que dirigió la filial mexicana de Nxivm, salió a relucir en este caso. Pero, según indicó el pasado mayo, decidió abandonar la organización al conocer las «atrocidades» que cometía la secta sexual DOS.

La acusación describió a Raniere como una persona capaz de utilizar los resortes psicológicos clásicos para mantener a sus fieles bajo control. Era «un maestro manipulador, y el jefe criminal de un culto que actuaba como organización, involucrado en el tráfico sexual, pornografía infantil, extorsión, abortos obligados, que marcaba (con sus siglas), degradaba y humillaba a sus víctimas», concluyó el fiscal federal Richard P. Donoghue. «Esos delitos y los de sus cómplices destruyeron matrimonios, carreras, patrimonios y vidas«, añadió el fiscal.

La defensa del acusado intentó, por su parte, que el jurado diferenciara la moral de la legalidad en los hechos perpetrados por Raniere. Su principal abogado, Marc Agnifilo, reconoció que la actitud del gurú podía parecerle más que dudosa a los miembros del jurado, pero recordó que eso no lo convertía en un delincuente.

 

La estrategia de defensa de los abogados de Raniere, Marc Agnifilo and Paul DerOhannesian, se basaba en que el jurado diferenciara la moral de la legalidad en los hechos perpetrados por el gurú.

Raniere, que se hacía llamar «Vanguard» (Vanguardia), siempre ha afirmado que las relaciones sexuales que mantenía con los miembros de la secta eran consentidas.
«No puedo decir que esté realmente sorprendido», comentó Agnifilo tras la sentencia, que su cliente tiene intención de recurrir.
La justicia imputó en un principio a seis personas por este caso, pero los cinco coacusados de Raniere se declararon culpables y evitaron así el juicio.
Solamente una de esas personas testificó durante el juicio del gurú. Allison Mack Clare Bronfman, que se habían declarado culpables anteriormente, no fueron citadas a declarar.

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