Chicago amplía protección a indocumentados

El concejo municipal presentó una ordenanza para ampliar su estatus como ciudad santuario y buscará protección especial para inmigrantes veteranos y dreamers. El concejo municipal de Chicago anunció este miércoles que ampliará la protección que ofrece como ciudad santuario y, además, seguirá adelante con su propuesta de dar tarjetas de identificación a todos sus ciudadanos, entre ellos inmigrantes indocumentados. «Tenemos muy claros nuestros valores y prioridades», dijo el alcalde, Rahm Emanuel, sobre su decisión de proteger a inmigrantes sin importar su estatus migratorio y la posibilidad latente de que la ciudad pierda subvenciones federales. De acuerdo a la reunión del miércoles, la ordenanza que convirtió en ciudad santuario a Chicago en 1985 será actualizada por segunda vez desde que Donald Trump asumió la presidencia del país. La ordenanza estipula que la Policía de Chicago tiene prohibido preguntar sobre el estatus migratorio de las personas, amenazarlas con deportación o colaborar con inmigración en la detención de inmigrantes sin papeles. «Hay excepciones que van a ser eliminadas para que en el futuro no haya ninguna posibilidad de colaboración, ni siquiera en los casos en que el indocumentado haya cometido algún delito», dijo el concejal Carlos Ramírez Rosa. Según informó Ramírez Rosa, más de la mitad de los integrantes del concejo municipal apoya una ordenanza más estricta, para que «la Policía municipal se enfoque en las leyes de la ciudad». El ayuntamiento pidió también que se otorgue protección especial para inmigrantes que sean veteranos militares y hayan servido a las Fuerzas Armadas, y para jóvenes dreamers protegidos por el programa de Acción Diferida (DACA).

Un ID municipal

Durante la reunión además se presentó la ordenanza anunciada el año pasado para crear una tarjeta de identidad (ID) municipal para todos los habitantes de la ciudad, entre ellos los inmigrantes indocumentados. El programa de ID municipal permitirá que inmigrantes, personas sin techo, exreclusos, jóvenes y ancianos dispongan de una prueba de identificación personal requerida para acceder a servicios municipales, instituciones culturales, entre otros. Para evitar que la información de los usuarios pueda caer en manos de autoridades de inmigración, Chicago seguirá el modelo utilizado por San Francisco, que prohíbe a la ciudad mantener información personal, como las direcciones de los solicitantes. «Vamos a requerir el mínimo posible de información, y no preguntaremos el estatus migratorio de las personas», informó Anna Valencia, secretaria municipal, cuya oficina estará a cargo de la emisión del documento. Se espera que la primera tarjeta sea emitida antes de que termine el 2017 y, para apoyar su aplicación, el ayuntamiento destinará un millón de dólares a esta iniciativa.

Enfrentando castigos federales

Emanuel anunció las nuevas disposiciones en la misma semana en la que el fiscal general, Jeff Sessions, urgió a las ciudades santuario a colaborar de nuevo con las autoridades federales para detener y deportar a los indocumentados y a aquellos inmigrantes que hayan cometido algún delito. Sessions anunció el lunes que los estados, condados y ciudades que busquen subvenciones del Departamento de Justicia tendrán que mostrar que cumplen con las leyes federales y persiguen a los inmigrantes que han cometido crímenes o que llegaron al país de manera irregular. Emanuel calificó el miércoles de «irónica» la amenaza de retención de fondos para seguridad pública, en momentos en que el presupuesto presentado por Trump recorta severamente los recursos para el Departamento de Justicia. «Es una medida inconstitucional y la vamos a combatir junto con otras 34 ciudades», dijo Emanuel, en referencia a una demanda colectiva presentada en la corte federal de San Francisco.

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