El plan migratorio de Trump ignora a los indocumentados que ya están en EEUU y prioriza la migración por méritos
Según adelantaron a la prensa altos funcionarios de la Casa Blanca, el plan que presentará el presidente este jueves para dar una respuesta a la crisis en la frontera está basado en la protección fronteriza y de los salarios que reciben los estadounidenses. La propuesta contempla un sistema de migración por puntos, prioriza la educación sobre los lazos familiares y no ofrece una solución a los dreamers.
El plan de migración que presentará este jueves el presidente Donald Trump con el que pretende frenar la que considera una «crisis humanitaria sin precedentes» en la frontera consta de seis puntos, se basa en un fuerte componente de seguridad nacional y en un sistema de migración por méritos. No incluye beneficios para la mayoría de los 10.4 millones de indocumentados que viven en el país ni una solución permanente para los beneficiarios de DACA.
Según adelantaron altos funcionarios de la Casa Blanca a los medios de comunicación, los puntos que contempla la propuesta son los siguientes:
- La protección de la frontera.
- La protección de los salarios de los estadounidenses.
- La atracción y retención de los mejores trabajadores (para lo que proponen un sistema de visado por puntos).
- La reunificación inmediata de las familias, si bien no especificó cómo.
- El trabajo en industrias críticas.
- La preservación de los valores humanitarios a la hora de priorizar los casos de asilo legítimos.
Migración «por méritos»
Según indicó el diario The New York Times, Trump pretende reducir considerablemente el actual sistema que se basa en los lazos familiares y que se ha utilizado por las últimas décadas. Este sistema permite traer a Estados Unidos a hijos así como a los cónyuges. La intención del presidente es sustituir este sistema por otro que dé prioridad a los inmigrantes que tienen determinadas habilidades especiales o una oferta de trabajo en Estados Unidos, hablan de manera fluida el inglés y consiguen pasar un examen cívico.
Actualmente, cerca de 12% de los inmigrantes que vienen a Estados Unidos obtienen beneficios sobre la base de sus habilidades, mientras que más de la mitad son aceptados por las conexiones familiares. La propuesta de Trump revertiría esa tendencia al dar cerca de 60% de todas las visas a aquellos con habilidades especiales o con ofertas de empleo. El plan no reduce el número de tarjetas de residencia permanente que se concede anualmente, pero sí pretende que la adjudicación sea diferente.
Dos planes de migración republicanos en un día
Sin embargo, aseguraron que en una primera instancia no incluye una solución para los ‘dreamers’ protegidos actualmente por la Acción Diferida ni para los beneficiarios del Estatus de Protección Temporal (TPS). La propuesta sí que contempla el incremento de la seguridad fronteriza con la construcción de barreras físicas en «puntos prioritarios» de la frontera sur sin que ello afecte el comercio. El plan fue develado el mismo día que el senador republicano Lindsey Graham presentó una propuesta para abordar la crisis migratoria en la frontera por la llegada de miles de migrantes, principalmente centroamericanos que huyen de sus países acompañados de niños a causa de la violencia y la pobreza.Según el plan de Graham, los inmigrantes centroamericanos deberían pedir asilo en sus países de origen y los menores deben ser devueltos. Además, su propuesta propone extender el periodo de detención de las familias de 20 días a 100 y contratar 500 nuevos jueces de inmigración para aliviar el trabajo de las cortes, atascadas con unas 900,000 solicitudes de asilo. Trump presentará mañana a las 2:30 en la Casa Blanca el plan promovido por su yerno y uno de sus asesores principales, Jared Kushner, y que ya cuenta con el apoyo de algunos republicanos en el Congreso. Según los funcionarios que lo presentaron a la prensa, Trump espera recabar más apoyos en su partido ya que la propuesta está enfocada en la economía. Sin embargo, la propuesta deberá seguir un largo camino antes de su aprobación que incluye la negociación con el liderazgo demócrata que controla la Cámara de Representantes desde enero. Para aprobar un plan, Trump necesita 218 votos en la Cámara Baja, donde los republicanos solo tienen 198 votos, mientras que en el Senado los republicanos tienen 53 votos y requieren 60 para pasar una ley.