El presidente Obama puede perdonar a los indocumentados
Activistas y organizaciones piden a Obama que otorgue un perdón presidencial que proteja a los inmigrantes indocumentados. Nadie sabe a ciencia cierta si el presidente electo, Donald Trump, cumplirá su promesa de deportar a los once millones de inmigrantes indocumentados, pero varios activistas elaboran propuestas de medidas que, a su juicio, el presidente Barack Obama puede tomar para protegerlos antes de dejar el poder. Obama saldrá de la Casa Blanca el próximo 20 de enero, dejando tras de sí un legado mixto en la lucha por la reforma migratoria, porque desde 2009 ha ordenado la deportación de más de 2,5 millones de inmigrantes indocumentados. Consultados los activistas de la comunidad inmigrante coincidieron en que Obama todavía está a tiempo de tomar medidas de protección, en particular para los que estarían amparados por los alivios migratorios. Obama, que se ganó el mote de “deportador en jefe”, podría usar la autoridad que le da la Constitución para “perdonar” de forma inmediata a personas que hayan cometido “ofensas contra Estados Unidos”, si la medida está en el interés público del país. Si Obama otorga un perdón a la comunidad inmigrante, “su legado incluiría el gran logro de reunir a millones de familias, y sería recordado por varias generaciones”, dijo Angélica Salas, directora ejecutiva de la agrupación angelina “CHIRLA”. Salas reconoció que Obama afronta un clima político nada favorable para tomar más medidas de protección, con un Congreso fuertemente dividido y un Partido Republicano “empecinado en no hacer nada para solucionar problemas”, y un Partido Demócrata golpeado por su derrota en las urnas. “Sin embargo, ahora es cuando se necesita liderazgo y valor de parte de la Casa Blanca y los demòcratas”, puntualizó Salas. Por su parte, Héctor Sánchez, presidente de la Agenda Nacional de Liderazgo Hispano (NHLA), dijo que, “los latinos nos movilizamos en niveles históricos para la reelección del presidente Obama en 2012, y en esta elección también, y eso es un mensaje sobre nuestro impacto”. Héctor Sánchez, presidente de la Agenda Nacional de Liderazgo Hispano (NHLA) dijo que Obama no tiene más “excusas” para explorar medidas que ayuden a los indocumentados. Foto: María Peña/Impremedia “Hay cosas que creemos que él puede hacer, tiene opciones y les puede dar seguimiento. No hay más excusas, tiene que demostrar que la inmigración es una prioridad, que no lo ha sido hasta ahora en su mandato, porque así lo necesitan la nación, la democracia, y la economía”, argumentó Sánchez. Ben Monterroso, director ejecutivo de “Mi Familia Vota”, dijo que grupos como el suyo estudian “planes de contingencia”, incluyendo “el pedir a Obama que haga todo los posible administrativamente para ayudar a nuestra comunidad”. Ben Monterroso, director ejecutivo de “Mi Familia Vota”, dijo que grupos pro-inmigrantes elaboran un “borrador” con propuestas administrativas que entregarán a Obama. Foto: María Peña/Impremedia Según Monterroso, los grupos cívicos hispanos empezaron a preparar este “borrador” de propuestas incluso cuando las encuestas daban por ganadora a la demócrata Hillary Clinton, y se lo entregarán a Obama con la esperanza de que el mandatario “esté más que dispuesto a estudiarlas”. Otros presidentes, desde los inicios de la fundación del país, han echado mano de ese poder constitucional. En la década de 1970, Jimmy Carter perdonó a medio millón de personas que violaron las leyes de reclutamiento militar para ir a la guerra en Vietnam. Hasta ahora, el perdón solo se ha aplicado para infracciones criminales –no civiles, como lo es una infracción de inmigración- y la Administración Obama estableció, en el marco de la llamada “discreción procesal”, nuevas prioridades para la deportación. Aunque un “perdón” no otorga un permiso de trabajo, al menos los inmigrantes indocumentados estarían protegidos de la deportación, y sus detractores no tendrían recursos legales para frenarlo. Obama creó en 2012 el programa de “acción diferida” (DACA), que ha protegido a alrededor de 800,000 jóvenes indocumentados, pero su legado también incluye la deportación de más de dos millones de inmigrantes “sin papeles” desde 2009. En noviembre de 2014, Obama anunció sendos programas de alivios migratorios que desataron un tortuoso litigio en las cortes y, en junio pasado, el Tribunal Supremo se lavó las manos al no pronunciarse sobre la legalidad de éstos. Y tras la muerte del juez conservador Anthony Scalia, la máxima corte, en un empate técnico de 4-4 devolvió el asunto a las cortes de menor instancia, lo que para efectos prácticos los mantiene en el congelador. De ser respaldados por el gobierno y el legislativo en 2017 –algo prácticamente improbable-, la expansión del DACA, conocido como “DACA+¨, y uno similar para adultos con hijos ciudadanos o residentes legales, el “DAPA”, darían cobijo a hasta cinco millones de inmigrantes indocumentados. (El presente articulo es transcrito del periódico Diario La Prensa de NY)