Legado de Obama, millones de deportados
El presidente entregará la Casa Blanca con más de 2.8 millones de deportados y de ellos más del 40% sin antecedentes criminales. Sin una reforma migratoria y sin acción ejecutiva, estos números marcan uno de los peores períodos presidenciales para los hispanos. Cuando el presidente Barack Obama entregue el poder al ganador de las elecciones de noviembre, dejará atrás un legado migratorio difícil de olvidar: más de 2,800,000 deportados de acuerdo con una proyección hecha por Univision Noticias con datos de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE, por su sigla en inglés). En los 10 primeros meses del año fiscal 2016 (del 1 de octubre de 2015 al 30 de julio de 2016), ICE ha deportado a 196,497 indocumentados. La lista la encabezan inmigrantes originarios de México, Guatemala, Honduras, El Salvador y República Dominicana. ICE dijo que concentra sus recursos en las prioridades de deportación anunciadas por el secretario del Departamento de Seguridad Nacional Jeh Johnson el 20 de noviembre de 2014. La agencia indicó que la lista incluye a menores no acompañados y unidades familiares de migrantes centroamericanos “que son detenidas al intentar entrar ilegalmente a Estados Unidos, cruzaron la frontera recientemente y han recibido una orden final de deportación a partir del 1 de enero de 2014”. De acuerdo con los datos, el gobierno de Obama deporta diariamente un promedio de 646 indocumentados. A principios de junio, el promedio era de 643, un incremento del 0.4%. Entre los años fiscales 2009 y 2015 Obama deportó a 2,509,451 inmigrantes indocumentados. De ellos, en promedio el 47% no tenía antecedentes criminales, según datos del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por su sigla en inglés). A 30 de julio de 2016 han sido deportadas 196,495 personas. Esta cifra supone una media de 646 deportaciones diarias. Si continúa esta tendencia y se suman todas las deportaciones durante la presidencia de Obama, habrán sido deportadas un total de 2,818,350 personas. En el año fiscal 2008, el último de la Administración de George W. Bush, el 69% de los deportados no tenía antecedentes criminales. Las proyecciones indican que el año fiscal 2016 Obama lo cerrará con 236,547 deportados, un 0.4% más que en el 2015 cuando fueron expulsados 235,413. El Movimiento por una Reforma Migratoria Justa (FIRM) tildó de inhumana la política de deportaciones del gobierno de Obama. “Es indignante, horrible e inaceptable. Las deportaciones no son más que una solución rápida que trae consigo consecuencias terribles. Lo que realmente necesitamos son políticas sensatas que se basen en los principios de nuestra nación”, dijo a Noticias Carlos Vogel, vocero de FIRM. El activista agregó que “madres y niños inocentes son deportados diariamente hacia los lugares de los cuales huyeron para escapar de ser asesinados, violados o torturados. Tenemos conocimiento de que muchas de las personas injustamente deportadas han sido asesinadas poco después de ser deportadas a los países Centroamericanos por la administración Obama”. El arresto de familias migrantes que huyen del Triángulo Norte (Guatemala, El Salvador y Honduras) y México aumentó durante julio al igual que el número de menores no acompañados, de acuerdo al último reporte de la Patrulla Fronteriza publicado el viernes. La agencia dijo que si no tienen causa de asilo y reciben una orden de deportación, figuran en la lista de prioridades de deportación de 2014. En los 10 primeros meses del año fiscal 2016 van 58,720 familias detenidas frente a las 29,406 del año pasado en el mismo período, lo que equivale a un 99% de aumento. “El gobierno debe trabajar para garantizar que todas las personas que buscan protección en forma de asilo reciban la seguridad que necesitan y no la deportación”, dijo Vogel. “No podemos permanecer en silencio cuando nuestras familias viven con el temor de ser separadas y enviadas de regreso a enfrentar posibles daños, incluso la muerte». El número de deportaciones establecido por Obama (en su primera administración batió cuatro récords sucesivos) es criticado por las organizaciones que defienden los derechos de los inmigrantes.