Ni los mismos republicanos apoyan eliminación de Obamacare

¿Podría aprobarse el Better Reconciliation Care Act si se sometiera a votación al día de hoy? No. Para que este proyecto sustituyese a la ley vigente (Obamacare) sólo dos republicanos podrían votar en contra. Así explican su rechazo a esta nueva versión.  De izquierda a derecha en la fila superior: Ted Cruz, Rob Portman, John Hoeven, Ron Johnson y Susan Collins. En la fila inferior: Rand Paul, Mike Lee, Shelley Moore Capito, Jerry Moran y Dean Heller. Getty Images/AP  Crece la incertidumbre sobre el futuro de la ley de salud vigente, el Affordable Care Act (ACA), conocida como Obamacare. A pesar de que el partido republicano ha intentado derogarla desde que fue aprobada hace siete años e hizo de su eliminación y reemplazo una promesa de campaña, ahora no logran ponerse de acuerdo: senadores de ese partido han expresado su oposición al proyecto que insiste en reducir la cobertura a los más vulnerables, el Better Reconciliation Care Act (BCRA). Solo dos republicanos podrían votar en contra para que el proyecto de ley BCRA se apruebe y hasta ahora, diez han mostrado su rechazo —por razones distintas— y otros cuatro han dicho estar preocupados por los cambios que plantea. Explicamos cuáles son sus argumentos.
John Hoeven, North Dakota

Durante una reunión con ciudadanos y funcionarios de salud declaró que se opone a la versión actual del Better Care Reconciliation Act. Una de sus razones es que su estado es uno de los 32 (incluyendo a Washington DC) que expandió el programa de Medicaid para que fuesen elegibles más personas de recursos bajos y moderados, una ampliación que se vería frenada por esta nueva propuestas. En su criterio, es un tema “increíblemente complejo” y los tiempos que ha establecido el Senado para analizar el proyecto de ley son “demasiado agresivos” para la dimensión del problema que se quiere resolver.

Susan Collins (Maine)

La senadora ha expresado su intención de trabajar con sus colegas demócratas para encontrar una solución bipartidista. Su principal preocupación son los recortes a Medicaid. “Me preocupa el costo del seguro para las personas mayores con condiciones crónicas y el impacto de los cortes de Medicaid en los estados que afectarían a los más vulnerables de nuestra sociedad”. Al igual que la senadora de Alaska, Lisa Murkowski, no apoya la eliminación de fondos federales a Planned Parenthood. “Ya hay bastantes restricciones en el uso de fondos federales para abortos. Planned Parenthood es un importante proveedor de salud que presta servicios de planificación familiar y despistajes de cáncer, a millones de mujeres”.

Ted Cruz (Texas)

Es uno de los que opina que esta ley mantiene demasiadas estipulaciones de Obamacare. En un comunicado aseguró que “tal y como está redactada actualmente, la ley no hace lo suficiente para bajar las primas”. Prometió que votaría a favor si se “hace más para asegurar que los consumidores tengan libertad de escoger entre planes más económicos que se ajusten a sus necesidades”. Su idea es redactar una enmienda que permita a las aseguradoras vender planes menos completos que los que exige el ACA. Durante el receso del Congreso, reiteró su deseo de eliminar Obamacare y aseguró que de ser imposible llegar a un consenso en torno a una nueva legislación, apoyaría la idea de Trump de revocar primero, reemplazar después.

Dean Heller (Nevada)

Fue el quinto senador en oponerse públicamente al Better Care Reconciliation Act. En su criterio, esa ley “simplemente no es la respuesta” y dejaría sin protección a los 200,000 residentes de su estado que obtuvieron seguro médico con la expansión de Medicaid. También opina que el proyecto no bajará el precio de las primas. Sentenció que para él sería “muy difícil votar sí” a una ley que “arrebata el seguro a millones de estadounidenses”. Es uno de los senadores con más dificultades de ganar la reelección el año que viene.

Ron Johnson (Wisconsin)

Inicialmente se opuso a un voto tan precipitado sobre el proyecto de ley, pero luego admitió que sus reservas van más allá. En un editorial abierto para el New York Times, aseguró que el proyecto propone un gasto tan alto como de Obamacare e ignora el rol que el sector privado debería cumplir. Para él, Washington debe “devolver más flexibilidad a los estados, para darle a los individuos libertad para escoger los planes que quieran sin las reformas de Obamacare”.

Mike Lee (Utah)

En un comunicado explicó que esta ley se limita a recortar los impuestos, pero no a mejorar el acceso a la salud. También criticó el que “mantenga intacto el sistema fallido de los demócratas”. Escribe: “El proyecto del Senado no revoca Obamacare ni mejora significativamente el American Healthcare Act (la versión que se aprobó en la Cámara de Representantes). Deja todas las regulaciones federales que han aumentado las primas de los seguros en un 140% desde que se implementó Obamacare”.

Shelley Moore Capito (West Virginia)

Luego de que se postergó la votación en el Senado, anunció que se oponía al proyecto de ley tal y como estaba redactado porque se queda corto para atender la epidemia de opioides que ha afectado notablemente ese estado. También le preocupan los cortes a Medicaid y asegura que “perjudica a los proveedores de salud rurales”. Durante el receso del 4 de julio aseguró que si depende de ella frenar el proyecto de ley, no le temblará el pulso: “Si debo ser esa persona. La seré”.

Jerry Moran (Kansas)

Es partidario de mejorar el ACA (Obamacare). Durante las reuniones en los foros comunitarios, en las que enfrentó gran presión de sus votantes, declaró a los reporteros: “El Affordable Care act tiene grandes dificultades que deben atenderse, pero creo que en este punto es mejor descifrar cómo eliminar lo malo y mejorar las cosas que deban mejorarse”. Ya cuando postergaron la votación del BCRA aseguró que esta legislación “no cumple con las expectativas de Kansas y, por tanto, no tiene mi apoyo”.

Rand Paul (Kentucky)

Aunque más de medio millón de personas en su estado obtuvo cobertura gracias al Affordable Care Act, una de las razones de Paul para oponerse al proyecto de ley de salud en el Senado es que, según él, se parece demasiado a Obamacare. Criticó por meses el proyecto de la Cámara de Representantes porque sus principios libertarios no le permitirían apoyar una medida que reemplace el ACA con una versión “light”. “Esta ley del Senado no revoca Obamacare. No mantiene nuestra promesa a los estadounidenses. Me opondré si sigue tal y co mo está redactada, pero estoy abierto a negociaciones”, dijo en un comunicado.

Rob Portmand (Ohio)

Su mayor crítica al proyecto de ley de salud del Senado son los recortes a Medicaid, particularmente aquellos que afectarían el tratamiento contra la epidemia de opioides. Tanto él, como Shelley Moore Capito de West Virginia pidieron 45,000 millones de dólares en una década para combatirla, pero el BCRA sólo incluye 2,000 millones en 2018.

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