Suenan los tambores de la guerra comercial con China: Trump prepara fuertes aranceles y multas contra Pekín

De acuerdo con The New York Times, las sanciones en materia comercial contra Pekín podrían llegar hasta 50,000 millones de dólares y afectar unas cien categorías de productos importados. China adelantó que tomará medidas en represalia, principalmente contra productos agrícolas estadounidenses. Un funcionario de la Casa Blanca aseguró que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunciará este jueves en la Casa Blanca la imposición de fuertes aranceles a las importaciones chinas, una medida que, según el gobierno, busca frenar tanto el robo de tecnología como el desbalance comercial, y que provocará probablemente la represalia de Pekín. En una respuesta anticipada, las autoridades chinas adelantaron el miércoles que el país dará pasos activos para resguardar sus intereses y los de sus industrias, lo que alimenta el temor a que se desate una guerra comercial entre las dos principales economías del mundo. Los medios y agencias, en general, no tenían claridad sobre cuál será la magnitud ni el alcance de los aranceles planeados, que el representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, aseguró que apuntarán a productos de alta tecnología y que podrían alcanzar a una amplia gama de sectores. De acuerdo con un reporte del diario The New York Times, los aranceles y multas contra Pekín podrían llegar hasta 50,000 millones de dólares y afectar unas cien categorías de productos importados, desde zapatos y ropa a aparatos electrónicos. El rotativo neoyorquino adelanta que Trump prevé firmar además un memorando presidencial en el que también limitará ciertas inversiones de China para contrarrestar su ambiciosa política industrial en sectores como la tecnología móvil y la inteligencia artificial. Mañana (este jueves) el presidente anunciará las acciones que ha decidido tomar en base a la investigación 301 del USTR (representante comercial) sobre los esfuerzos chinos para distorsionar el mercado, dirigidos por el Estado para forzar, presionar y robar las tecnologías y la propiedad intelectual de Estados Unidos», dijo Lighthizer, que compareció ante el Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes. La investigación aludida ha identificado el uso del robo y coerción para que compañías estadounidenses divulguen su propiedad intelectual, así como las compras de fondos estatales chinos de empresas estadounidenses para adquirir conocimiento tecnológico. Estados Unidos tiene un fuerte saldo negativo comercial con China, de 375,000 millones de dólares, principalmente por su déficit de ahorro y presupuestario. Las estimaciones del costo de los productos falsificados, el software pirateado y el robo de secretos comerciales podrían ascender a 600,000 millones de dólares, según un estudio citado por Reuters. Como consecuencia de los temores a las medidas de Washington en materia comercial, las acciones chinas cayeron el jueves, lideradas por las firmas de consumo e inmobiliarias, mientras los inversores digerían el impacto provocado por el alza de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos. Lighthizer admitió que China probablemente recurrirá a medidas contra las exportaciones agrícolas de Estados Unidos, particularmente la soja, y dijo que si eso sucede, Washington tomaría «contramedidas». Contrariando a lo afirmado anteriormente por Trump, según las guerras comerciales «son buenas y fáciles de ganar», Lighthizer aseguró que en un escenario así «nadie gana».

China reacciona

Pekín afirmó este jueves su oposición a las intenciones de la Casa Blanca. «China ha mostrado su posición varias veces, estamos contundentemente en contra del comportamiento unilateral y proteccionista de EEUU», señaló en un comunicado el Ministerio de Comercio chino, que advirtió de que tomará «todas las medidas necesarias» para no salir perjudicado.

Destacó que el rechazo a las restricciones al comercio internacional también se vive en EEUU, donde 45 asociaciones comerciales estadounidenses ya han mostrado su oposición a estas medidas. «Esperamos que EEUU pueda ver claramente que las relaciones comerciales y económicas entre China y EEUU son de beneficio mutuo y no tenga comportamientos que perjudiquen a otros ni a sí mismo«, añadió el comunicado ministerial. La portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Hua Chunying, explicó en rueda de prensa que ambas partes han abordado estas tensiones comerciales en diferentes ocasiones para encontrar una solución sobre la base del respeto mutuo. Sin embargo, recordó que » en el comercio, la reciprocidad absoluta es imposible«, y criticó la contradicción de la administración de Trump, que a la vez que pide a China que compre productos estadounidenses rechaza que el país asiático compre lo que quiere.

 

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