Texas puede dar un giro hacia los democratas
El bastión republicano podría estar en juego en noviembre próximo. Un sondeo realizado entre el 9 de agosto y 1 de septiembre desafía la historia electoral en un estado que representa 38 de los 270 votos del Colegio Electoral. Aunque Texas es un estado que los republicanos suelen dar por seguro en las elecciones presidenciales en EEUU, nuevas encuestas lo colocan entre las zonas peligrosas para noviembre. ¿Es posible? Texas, la cuna de la familia Bush, la estrella solitaria donde el último triunfo presidencial demócrata lo logró Jimmy Carter en 1976, ahora está en la lista de estados competitivos. Al menos así lo muestra la más reciente encuesta realizada por The Washington Post y Survey Monkey, donde Hillary Clinton aparece incluso liderando en el estado con una ventaja de un punto porcentual sobre Donald Trump (46%-45%). El sondeo realizado entre el 9 de agosto y 1 de septiembre desafía la historia electoral en un estado que representa 38 de los 270 votos del Colegio Electoral necesarios para ganar la elección. Pero los expertos a nivel nacional y local se han mostrado escépticos ante los nuevos resultados. Geoffrey Skelley editor asociado de Sabato Crystal Ball en el Centro de Política de la Universidad de Virginia insiste en que para tener un panorama real de lo que ocurre entre los votantes, se necesitan varias encuestas y en Texas en particular, las raíces republicanas son demasiado fuertes. «Romney ganó el estado con una ventaja de 16%. Necesitas de un ambiente y una ventaja nacional mucho más fuerte para que Texas esté en juego”, dijo.“ Clinton necesitaría tener una ventaja de por lo menos 10 puntos en Texas para tener oportunidad real para ganarle a Trump en el estado”, agregó. Expertos como Mark Jones, analista político y profesor de la Universidad de Rice, en Texas, coinciden en que se debe mantener cautela a la hora de hablar del estado. “Hay que tomar esta encuesta con pinzas”, dijo. Jones insistió en que en las últimas elecciones presidenciales los republicanos han ganado en el estado por un margen de entre 12 a 20 puntos. Sin embargo, para el analista los nuevos números en la encuesta de The Washington Post sí son un reflejo de lo “diferente que es esta elección en comparación con las anteriores, cuando los demócratas ni siquiera lograban acercarse un poco a los republicanos”, recalcó Jones. “Si Trump gana el estado sólo por un margen de un dígito eso implicará problemas para los distritos competitivos e incluso para elecciones locales como sheriff y fiscales de distrito”, explicó. Actualmente el distrito 23 de Texas es una de las zonas altamente competitivas donde el demócrata Pete Gallego está compitiendo por quitarle el escaño al republicano Will Hurd. Jones explicó que el efecto Trump no teñirá de azul al estado, pero puede tener repercusiones que van mucho más allá de esta elección, sobre todo entre grupos de votantes como los hispanos y blancos altamente educados, que están concentrando su rechazo a Trump y al partido republicano. En la encuesta de The Washington Post cuando se agregaron otros actores en la balanza, Clinton y Trump empataron con un 40% de las preferencias. Gary Johnson del partido libertario obtuvo un 11% y Jill Stein del partido verde logró un 3%. Skelley aseguró que en algunas ocasiones las encuestas tienen problemas con la muestra escogida o la forma en que se manejan los datos, pero prefirió no comentar específicamente sobre los resultados publicados por The Washington Post. Hasta el momento Trump no ha logrado el apoyo de figuras claves en Texas como los ex presidentes George H. y George W. Bush, además del senador Ted Cruz, el último de sus contrincates durante las primarias republicanas.
Aunque el actual gobernador Greg Abbott dijo apoyar al candidato republicano, no ha participado en las actividades de campaña de Trump en el estado.