Trump propone una reforma migratoria muy difícil

Aparte de su habitual criminalización de la inmigración, el mandatario defendió en su primer discurso ante el Congreso un sistema basado en méritos en el que solo parecen ser bienvenidos a EEUU aquellos extranjeros con recursos. El presidente Donald Trump mostró un tono más amable ante el Congreso para volver a dar su visión más negra de la inmigración. Planteó la ambigua posibilidad de una reforma migratoria y al mismo tiempo mostró su lado más nacionalista de los extranjeros que llegan al país para buscarse la vida. Aparte de su habitual criminalización de los inmigrantes —cuyo momento más absurdo en esta ocasión fue el anuncio de la creación de ‘Voice’, la oficina para las víctimas de crímenes de inmigrantes— el presidente defendió un sistema en el que solo parecen tener cabida aquellos inmigrantes con recursos. En su primer discurso ante ambas cámaras del Congreso, Trump enumeró los beneficios de “movernos de este sistema de inmigración (de personas) con pocas habilidades y adoptar en su lugar un sistema basado en méritos”, entre ellos ahorrar dinero y aumentar salarios de estadounidenses. Este sistema dejaría afuera a inmigrantes pobres o viejos que ya no forman parte de la fuerza laboral, algo que según el presidente permitiría al país ahorrar miles de millones de dólares. “Es un principio básico que quienes buscan entrar a un país deben poder sustentarse económicamente. Sin embargo, en Estados Unidos no hacemos cumplir esta regla”, aseguró. De cumplirse las ideas de Trump, inmigrantes que cada año ingresan a Estados Unidos con el actual sistema quedarían fuera, entre ellos asilados, refugiados y familiares adultos cuya residencia fue tramitada por ciudadanos y residentes legales permanentes: «Proteger a nuestros trabajadores implica reformar nuestro sistema de inmigración legal. El actual sistema obsoleto hunde los salarios de nuestros trabajadores más pobres y pone una presión enorme sobre los contribuyentes».

Manipulando cifras

“No es cierto lo que dijo el presidente”, señaló a Univision Noticias Lilia Velásquez, profesora adjunta de la Facultad de Leyes de la Universidad de California en San Diego. Como explica, dentro del actual sistema migratorio que regula la entrada de nuevos inmigrantes, hay una norma que exige que, cuando una persona migra a Estados Unidos y para que no se convierta en carga pública durante los primeros cinco años, debe tener una persona que se responsabilice por ella y firme una carta de sostenimiento que asuma sus gastos en caso de que sea necesario. Y si no cumple con esa regla, el extranjero entonces es deportado de Estados Unidos. Además, Velásquez recordó que “actualmente existe en un fondo suspendido de alrededor de 1.2 trillones de dólares [1,200,000,000,000] de impuestos pagados por inmigrantes indocumentados que no han cobrado sus devoluciones. Siempre es el mismo argumento, que los indocumentados quitan más al gobierno en cuestión de servicios de lo que aportan, que son una carga. Pero eso no es cierto. Están manipulando las cifras”.

Reforma migratoria

Trump aseguró en su discurso que «estamos expulsando a miembros de pandillas, vendedores de drogas y criminales que amenazan a nuestras comunidades y atacan a nuestros ciudadanos. Los malos están saliendo mientras hablo hoy y como prometí». Trump invitó a víctimas de indocumentados para justificar la creación de una oficina que perseguirá crímenes cometidos por inmigrantes. En medio de esta negra visión de la inmigración, con saludos incluidos a los familiares de víctimas de indocumentados que estaban presenten en las gradas del Congreso, Trump lanzó su propuesta de una reforma migratoria. «Creo que una reforma migratoria positiva y real es posible, siempre y cuando nos centremos en estas metas: favorecer los empleos y los salarios de los estadounidenses, fortalecer nuestra seguridad nacional y reestablecer el respeto por nuestras leyes. Si nos guiamos por el bienestar de los ciudadanos estadounidenses, entonces creo que los republicanos y demócratas pueden trabajar juntos para lograr algo que ha eludido a nuestro país por décadas», afirmó. El nuevo inquilino de la Casa Blanca aseguró que ha llegado «el momento» de impulsar una reforma migratoria y reparar un sistema que ambos partidos llevan años reconociendo que se encuentra roto, permitiendo que algunos inmigrantes que llevan tiempo en el país y carecen de antecedentes criminales legalicen sus permanencias. Sin embargo, no dio detalles concretos de esta hipotética reforma migratoria y sí muchos argumentos que separan a demócratas y republicanos para conseguir algo así. El presidente se refirió a un fuerte componente de seguridad nacional, redadas, deportaciones masivas y la construcción de un gran muro en la frontera con México. “Al hacer cumplir nuestras leyes de inmigración, aumentaremos los salarios, ayudaremos a los desempleados, ahorraremos miles de millones de dólares y haremos a nuestras comunidades más seguras”, dijo. Pero Trump no habló de los inmigrantes indocumentados que carecen de antecedentes criminales y tampoco dijo que tenía un plan para legalizar sus permanencias, algo que horas antes había mencionado durante un almuerzo privado con periodistas.

Reacciones

El representante republicano Mike Coffman, de Colorado, respondió con una sugerencia tras el discurso del presidente. “Aliento (a Trump) a que una su llamado a una aplicación más estricta de la seguridad en la frontera con esfuerzos sensatos de reforma migratoria”, dijo, sugiriendo que “un vehículo excelente para manejar estos dos principios es el Bridge Act”. El proyecto Bridge Act es una iniciativa de ley bipartidista que busca legalizar temporalmente la permanencia de los llamados dreamers amparados por DACA. “Este proyecto de ley no es solo un paso en la dirección correcta para abordar el problema de la inmigración, sino también nos permitiría hacer crecer nuestra economía, dar seguridad a los más vulnerables y, lo que es más importante, mantener a las familias juntas”, añadió Coffman. La oficina de Catherine Cortez-Masto, la senadora hispana de Nevada, opinó que “deportar y separar a familias no es la manera de reparar nuestro roto sistema migratorio”. “Hemos visto en varias ocasiones cómo el mandatario dice una cosa y hace otra. Por ejemplo, hace unas semanas aseguró que consideraría el proyecto de Ley del Grupo de los Ocho del Senado. ¿Y qué hizo después? Decidió emitir órdenes ejecutivas que hacen prioridad de deportación a millones de familias inmigrantes que se hubieran beneficiado del proyecto de ley migratorio del Senado”, comentó a Univision Noticias Reynaldo Benítez, director de la oficina de Prensa de la senadora. Por su parte, el representante Luis Gutiérrez (demócrata por Illinois) dijo que en el Congreso hay “unos pocos republicanos que son serios acerca de abordar la inmigración y que están dispuestos a apoyar un plan que garantice la inmigración legal y detener la deportación de personas con profundas raíces en Estados Unidos”. “Pero este presidente tiene un déficit de confianza, realmente un abismo sobre la inmigración y las deportaciones, y también su actitud hacia los latinos”, agregó. “Él lanzó su campaña atacando a inmigrantes, contrató a los líderes supremos del movimiento contra la inmigración como sus principales asesores de la Casa Blanca, entre ellos al fiscal general Jeff Sessions, y ha reescrito las reglas sobre las deportaciones en sólo unas semanas”. Gutiérrez indicó que a Trump necesitará mostrar una política migratoria “más sensible” si quiere contar con la confianza del Congreso. Y citó como ejemplo el proyecto de ley Bridge Act como punto de partida. Trump dice que la aplicación de las leyes migratorias acabarán con los problemas de la clase media estadounidense /Univision  Entre los que sí se creen la propuesta de Trump, el congresista Mario-Diaz-Balart (republicano por Florida) aseguró estar muy alentado por los comentarios del presidente sobre la reforma migratoria. “No es un secreto que nuestro país tiene un sistema de inmigración roto. He dicho muchas veces que debemos reunirnos de ambos lados del pasillo para encontrar una solución de sentido común sobre la reforma migratoria”. Díaz-Balart agregó que “es extremadamente decepcionante que muchos de los extremos tanto de izquierda como de derecha sean tan rápidos en criticar la disposición del presidente a trabajar con el Congreso para arreglar nuestro sistema de inmigración”.

Réplica de una dreamer

Para Astrid Silva, la inmigrante indocumentada seleccionada por los demócratas para responder en español al discurso del presidente Trump, el mensaje de esta noche “fue divisivo y tiene como fin causar miedo y terror en comunidades alrededor del país”. Agregó: “Los planes y la visión del presidente y los republicanos van completamente en contra de nuestros valores como demócratas, como estadounidenses y como seres humanos”. “Los inmigrantes y los refugiados somos el alma y la promesa de este país. Y no estamos solos”, dijo Silva. “El presidente Trump y los republicanos pueden usar una retórica más calmada y aparentar moderación, pero sabemos que las palabras se las lleva el viento, son las acciones las que importan”, apuntó.

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