Ultraderechista Bannon fue nombrado por Trump
Preocupa postura negativa contra los inmigrantes, judíos, musulmanes y demás minorías étnicas y religiosas Bannon dirigió “Breitbart News”, considerada una “plataforma de la derecha alternativa” La sorpresiva victoria del presidente electo Donald Trump ha provocado protestas por quinto día consecutivo en diversas ciudades de EEUU, y el nombramiento del ultraderechista Steve K. Bannon como su principal estratega y asesor político desató este lunes el rechazo de grupos pro-inmigrantes y judíos. Trump nombró a Bannon, exejecutivo del medio derechista “Breitbart News”, como su “mano derecha”, y al presidente del Comité Nacional Republicano (RNC), como jefe de Gabinete. “Steve y Reince son líderes altamente cualificados, que trabajaron bien juntos en nuestra campaña y nos condujeron a una histórica victoria. Ahora tendré a ambos conmigo en la Casa Blanca, para trabajar para que EEUU sea grande de nuevo”, dijo Trump en un comunicado emitido por su equipo de transición. Aunque de senderos opuestos –Priebus es del “establishment”, y Bannon es un militante de la ultraderecha-, ambos ayudarán a guiar y moldear todas las políticas de la Casa Blanca bajo el timón de Trump. De ambos, Bannon es el que más repulsa ha causado entre defensores de los derechos civiles, por sus conocidas posturas contra los inmigrantes y los musulmanes, y las demás minorías étnicas y religiosas en el país. Bannon ha negado las afirmaciones de su exesposa en 2007, durante el proceso de divorcio, de que éste expresó sentimientos antisemitas y no quería que sus hijas fuese a un colegio con judíos. Algunos de los artículos y comentarios de “Breitbart News” han tenido un claro sesgo antisemita: en una ocasión, la publicación calificó al autor judío, Bill Kristol, como un “judío renegado”. Jonathan Greenblatt, presidente de la Liga Anti-Difamación (ADL), una organización judía internacional no partidista, afirmó que, por sus posturas nacionalistas y antisemitas, Bannon no debería tener cabida en la Casa Blanca. Bannon jamás ocultó que “Breitbart News” era, bajo su dirección, una “plataforma de la derecha alternativa”, un movimiento impulsado principalmente por nacionalistas blancos hartos de que las minorías presuntamente estén adquiriendo más poder en Estados Unidos. Y cuando el liderazgo del Partido Republicano y de los principales medios de comunicación lo criticaban o le dieron la espalda a Trump, Bannon asumió las riendas de la campaña y fue pieza clave para su sorpresiva victoria el martes pasado. Ahora, grupos de blancos nacionalistas afines le pasan factura. La selección de Priebus y Bannon indica, según observadores, el deseo de Trump de apaciguar a la base conservadora y también a sus elementos más extremistas. Trump necesitará la extensa red de contactos y buenas relaciones que tiene Priebus con los líderes republicanos dentro y fuera del Congreso, con los que tendrá que negociar su agenda legislativa, incluyendo la selección del próximo juez vitalicio en el Tribunal Supremo. Bannon, por su parte, también querrá tener influencia en la toma de decisiones, toda vez que él ayudó a movilizar el voto de los blancos, incluso en sitios considerados bastiones del Partido Demócrata. Bannon, por ejemplo, está en contra de la globalización y de los tratados de libre comercio, además de que favorece una “mano dura” contra los inmigrantes indocumentados. John Weaver, asesor del exprecandidato presidencial republicano, John Kasich, advirtió en Twitter que el ascenso de Bannon en la Casa Blanca de Trump sólo traerá malas noticias, porque, a su juicio , éste representa al ala “racista” y “fascista” de la extrema derecha. Por su parte, Marielena Hincapié, directora ejecutiva del Centro Nacional para Leyes de Inmigración (NILC), dijo que con Bannon a sus oídos , a la comunidad inmigrante y a las minorías no les queda duda de que Trump convertirá su retórica incendiaria en “política”. “Con sus promesas anticonstitucionales de deportación masiva, y la colocación de Bannon en el círculo íntimo en la Casa Blanca, Trump envió un poderoso mensaje de exclusión para quienes luchamos por la justicia e igualdad para todos”, dijo Hincapié. “Hoy le enviamos otro mensaje: estamos acá para quedarnos… cuando intente implementar estos planes (de deportación masiva), usaremos toda herramienta legal a nuestra disposición para defender a las comunidades inmigrantes”, prometió la abogada. Michael Keegan, presidente del grupo progresista “People for the American Way” (PFAW), dijo que con Bannon, Trump “acarreará el racismo y antisemitismo de su campaña a la Casa Blanca”, porque “Breitbart News” da voz a los ataques contra extranjeros y judíos y a “teorías de conspiración”. Keegan instó a los republicanos en el Congreso a que rechacen el nombramiento de Bannon porque éste “no debería estar cerca de la Casa Blanca”. Priebus defendió hoy a Bannon en un programa de “Good Morning America”, calificándolo como un hombre “muy inteligente”, y dijo no entender “de dónde vienen” las críticas de que éste simpatiza con grupos nacionalistas blancos, porque “no es el Bannon que conozco”. “Mírenlo, conozcánlo. Es una persona muy, muy inteligente”, afirmó Preibus, sin precisar por qué Bannon no es el racista que pintan los grupos cívicos. Si los conservadores y grupos extremistas le dieron su voto con base a su retórica incendiaria, los últimos días han demostrado que, en el fondo, Trump es ante todo un empresario con instintos pragmáticos, y posiblemente diluirá algunas de sus promesas. Ya antes de tomar posesión del cargo el próximo 20 de enero, Trump ha dejado entrever que sus promesas electorales no debieron tomarse de forma “literal”, sino que son un punto de partida para futuras negociaciones. El propio Priebus dijo que Trump estudiará “cambios” a la reforma de salud “Obamacare”, cuando en la campaña prometió su completo desmantelamiento, mientras que el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, con quien Trump tendrá que negociar leyes, ha dicho que éste no echará a andar una “fuerza de deportación”. El domingo, en una entrevista con “60 Minutes”, de la cadena CBS, Trump ya no habló de deportar a todos los once millones de inmigrantes indocumentados sino de deportar o encarcelar a entre dos y tres millones con antecedentes penales, además de que en vez de un muro en toda la frontera, posiblemente haya bardas en algunos tramos. Tampoco repitió su oposición a los matrimonios homosexuales, cuando en enero prometió designar jueces al Tribunal Supremo para revertir el dictamen que legalizó esas uniones en todo el país. Trump sí dejó abierta la posibilidad de luchar por revertir la decisión “Roe vs. Wade” que legalizó el aborto en 1973, algo que, de ocurrir, enviaría el asunto de vuelta a los gobiernos estatales.